Olvido y destrucción

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Para Adriana Ruiz Razura, investigadora del CUAAD, algo fundamental en el olvido y destrucción del patrimonio histórico de Guadalajara ha sido la poca o nula atención que se le ha dado a la opinión pública al respecto. Sobre ello hablará en su participación en el “Coloquio Internacional sobre Conjuntos Históricos Iberoamericanos. Paradigmas Contemporáneos”, que se realizará los días 10 y 11 de este mes.

Estas decisiones “se toman desde el escritorio, pero los que se ven afectados son la comunidad que vive en torno a ese patrimonio”. Así, “los tomadores de decisiones deberían de hacer una concientización reflexiva sobre esos habitantes”.

Ruiz Razura señala que para hablar de esta “devastación” que se ha hecho en el Centro Histórico de la ciudad, se enfocará al caso de la construcción de la Plaza de la Liberación y la destrucción arquitectónica que se efectuó para realizarla. Advierte que aunque el daño ya está hecho por las decisiones que en su momento tomara el gobierno en turno, “si no vemos la historia desde su proceso, volveremos a cometer las mismas circunstancias”.

El caso de la Plaza Liberación se remonta a aproximadamente cincuenta años atrás, pero actualmente se sigue en la línea de no respetar algunas zonas históricas de la ciudad, así como su entorno, dice Ruiz Razura, y pone como ejemplos lo que ha pasado con la avenida Chapultepec o lo que representa la construcción del nuevo Mercado Corona.

Del porqué en Guadalajara, que es una ciudad tan importante de México, es donde muy poco en comparación con otras se ha preservado el patrimonio arquitectónico, Ruiz Razura afirma que ha sido culpa de todos los ciudadanos y no sólo de los gobernantes. Dijo como ejemplos que por parte de los académicos, estos tienen la obligación de dar a conocer el patrimonio a los alumnos y a su comunidad de estudio, los directivos de los espacios culturales deben conocer su historia y hacer formación de público, porque “si no conocemos nuestro patrimonio, no lo valoramos”.

La investigadora hace hincapié en que el patrimonio que tenemos “nos da cohesión; como tapatíos, nos identifica, pero en las nuevas generaciones se está perdiendo, por eso tenemos que trabajar de manera colegiada para que las decisiones no sean unilaterales, sino con voces universitarias y de la sociedad”.

Por eso cree que “todas las universidades deberíamos conformar una voz sobre esto”, pues reconoce que ha faltado mayor interés de las instituciones educativas en ese sentido. Por tanto, se deben hacer más acciones de “difusión científica”.

A la pregunta de si aún queda suficiente patrimonio por conservar en la entidad, Ruiz Razura advierte que a pesar de que “no cada piedra o ladrillo de la ciudad tiene un valor patrimonial, sí posee valor como un símbolo identitario de sus habitantes”. Y desde esa perspectiva “hay que sacar de nuestra historia los elementos que se convirtieron en referentes y paradigmas de la ciudad”.

El coloquio, que está organizado por la UdeG, la Secretaría de Cultura, el INAH y la SEP, tendrá como sedes el Instituto Cultural Cabañas y el Museo Regional de Guadalajara. La conferencia magistral del evento correrá a cargo de Eduardo Kingman Garcés, de la Universidad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Ecuador, con el tema Patrimonio, memoria y cultura popular. Una mirada desde los Andes, el primer día de las actividades.

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