Obed Calderón: Una mirada desde la conquista

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Los desaparecidos, la migración, la violencia de género, la trata de blancas, la indiferencia de la sociedad ante la tragedia que genera la delincuencia, la enajenación que causa la tecnología vista como una continuidad o una analogía del choque cultural entre la cultura indígena prehispánica y española, son temas que inspiraron las 19  piezas que conforman la exposición La ruta del crisol,  del pintor Obed Calderón, que estarán en exhibición en la Galería Gabriel Flores, de la Casa Museo José López Portillo, hasta el 1 de diciembre de 2019.

Se trata de pinturas al acrílico, en su mayoría, acuarelas, además de  piezas de cerámica. Doce fueron elaboradas en el lapso de abril a septiembre, los bocetos de murales ya estaban hechos.

En sus cuadros está presente Huitzilopochtli, la diosa Coyolxauhqui, el venado y el peyote de la cosmovisión wixárika, Tláloc, Quetzalcóatl, entre otros, que son introducidos en cuadros que hacen referencia a problemas actuales. Parecen, en ocasiones, mudos testigos que exigen sacrificios; en otras como dioses derrotados y desplazados por el cristianismo.

Obed Calderón es egresado de la licenciatura en Artes Visuales para la Expresión Plástica (2012-2016), y entre los reconocimientos que ha ganado se encuentran el Premio Estatal de Dibujo (en Tamaulipas), en las ediciones 2005, 2008 y en 2013. Además fue acreedor a la beca Legado Grodman para Artistas Jaliscienses, por el arraigo de su obra en Jalisco —pese a ser originario de Tamaulipas—, que le permitió hacer una estancia de septiembre a diciembre de 2018 en la Academia de Arte de Florencia.

El artista ha tenido seis exposiciones individuales: en la Casa de la Cultura de San Fernando; en el Museo Histórico de Reynosa, en el Parque Cultural de Reynosa; en el Corredor del Arte Televisa Noreste, en Matamoros, todas en Tamaulipas, su estado natal.

Es también autor de tres murales, dos en la Escuela Urbana 19 Niños Héroes, ubicada en la calle Reforma 280, y uno más en Tamaulipas, en el Instituto Reynosense para la Cultura y las Artes.

La exposición incluye un programa cultural con visitas guiadas el 16, 23 y 29 de noviembre, a partir de las 14:00 horas. El último día, Obed Calderón impartirá la charla “Las artes, pintura mural y su importancia actual”, a las 19:00 horas.

¿Cómo llegaste a exponer en la Casa Museo José López Portillo?
Obedece a la necesidad personal que tengo de pintar, es una necesidad expresiva, además de que quería exponer en Guadalajara. Para mí era muy importante. Mis primeros murales están aquí en esta ciudad, pero no había tenido aquí una exposición individual. Tenerla en este museo se me hace un gran privilegio, ya que es el primero que visité de esta ciudad.

¿Cómo surgió el proyecto?
Este proyecto surgió después de febrero, cuando recibí una invitación por parte de la Casa Museo José López Portillo para exponer. Después de mi estancia en Italia volví con mucha hambre de mi país e interés por la cultura prehispánica. Ver a México desde lejos cambia la perspectiva. Yo me había resistido durante muchos años a la iconografía prehispánica, pero lo sentí pertinente porque este año se cumplen 500 años de la llegada de los españoles a México. Entonces pienso que es importante recobrar la memoria histórica de lo que sucedió, y los cambios que generó en los pueblos aquí asentados. Hubo dioses que se destronaron, dejaron de tener validez. Todo fue de golpe, para sustituirlos por dioses nuevos. Esto tuvo que haber representado una hecatombe mental para los indígenas, tomando en cuenta que eran muy religiosos y fervorosos. Para los cuadros de la exposición pensé en la mitología prehispánica, pero también en  el momento actual mexicano. Pensé, por un lado, en el trauma de la Conquista, y en el contexto de violencia que hay actualmente.

Para pintar tus cuadros, ¿utilizaste modelos vivos?

Utilicé modelos de manera presencial. Son personas que posaron. Primero recreé en vivo las escenas, yo hice mi aportación artística en el acomodo del cabello, por ejemplo. Las personas que participaron a veces me apuraban.

¿Cuánto tiempo invertiste en cada cuadro?
En promedio dos semanas por cada uno. Disfruté mucho el trabajo. La exposición habla de problemas, y lo que pretendo es que quede un documento histórico, y cuando pasen veinte o treinta años se conozca qué estaba pasando en México en las dos primeras décadas del siglo XXI. Esto no es una clase de Historia. Lo que trato de hacer es una metáfora entre el momento actual y el que como pueblo transitamos.

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