Notas sobre voluntariado

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MDF00628057. Greenpeace hizo un llamado a la CFE para que no use carbÛn en la generaciÛn de electricidad en MÈxico. NOTIMEX/FOTO/GREENPEACE-PROMETEO RODRÕGUEZ/COR/ENV/

Con motivo del X aniversario del voluntariado de Greenpeace en Guadalajara, algunos expertos hablan al respecto de lo que la ciudad ha cambiado en esta década y del trabajo que aún queda por hacer. Este grupo de voluntarios se encargó de posicionar al medioambiente en la agenda, no sólo de los medios, sino también de la sociedad.
Víctor Busteros, coordinador del grupo de voluntarios en Guadalajara, comenta que “el grupo local se ha convertido en los ojos de la organización en Jalisco y trabaja permanentemente en articular la problemática local con las campañas nacionales e internacionales de Greenpeace. Guadalajara es una de las ciudades más grandes del planeta y sus habitantes dependen de cuatro grandes benefactores ambientales -bosque la Primavera, cuenca alta del río Santiago, el lago de Chapala y áreas verdes y arbolados urbanos- que sustentan la vida de casi cinco millones de habitantes. Sin embargo, estos recursos son depredados por intereses económicos e inacción por parte de las autoridades”.
Arturo Curiel Ballesteros, investigador del Departamento de Ciencias Ambientales, en el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), apuntó acerca del grupo: “Parte del prestigio que Greenpeace ha logrado, tiene que ver con sus formas creativas e inteligentes de manifestación, de vincularse con varios investigadores y científicos en el mundo. Ellos han trabajo en temas como la contaminación del agua o del aire y al mismo tiempo puntualizaron problemáticas como la del Bosque la Primavera”.
De igual forma, sugirió la posibilidad de ampliar la visión en problemas ambientales. “Casi no se problematiza la parte de los suelos, porque regularmente hay una sensibilidad en las personas hacia el aire o agua, pero un desbalance en el asunto del suelo, el cual está considerado como el patrimonio más importante en términos de valor económico, que hemos recibido los seres humanos de la naturaleza. De manera que resulta fundamental ampliar la percepción social con el apoyo de grupos como Greenpeace”.
Agustín del Castillo, periodista especializado en medioambiente, opina: “En 10 años sin duda la conciencia ambiental ha crecido mucho en Jalisco. Creo que es pedirle demasiado a una organización como Greenpeace que, frente a estados y gobiernos que tienen recursos limitados, pueda generar una modificación en las tendencias reales. Lo que sí está generando, junto con otros movimientos más locales, es la creciente discusión de los problemas, ponerlos sobre la mesa y tratar de sacar compromisos de los políticos”.
Este grupo ha promovido reacciones fuertes, como el caso del río Santiago y de algunas playas, que se han incluido en la agenda pública, pero esta agenda todavía no está fortalecida para evitar la construcción de infraestructura, que significa la modificación de un entorno natural. Todavía como sociedad no hemos sabido dar el valor que tiene al recurso natural. No vale lo que es gratuito”.
Del Castillo asegura que existe una necesidad de que los ecosistemas no sean rebasados en su capacidad de carga y que se hable de un modelo económicamente exitoso. “Si los municipios no son involucrados en los estados y no tienen una agenda que realmente incida, no se podrá llevar a cabo, por más compromiso que haya en el gobierno federal, que además no le dedican más del dos por ciento del presupuesto total al tema ambiental: poco más de 100 millones de pesos. Estamos rezagados”.
Juan Eduardo Alvarado Angulo, director jurídico del Colectivo Ecologista Jalisco (CEJ), comparte la visión del grupo y comentó: “Toda la evolución de grupos ambientalistas dentro de Jalisco, es una buena noticia. Greenpeace tiene una forma de trabajar en que hace un alcance con mucha gente que se identifica con el movimiento ambientalista a través de ellos”.
El activista ecológico analizó el panorama que se aproxima en la ciudad: “En Guadalajara vamos a enfrentarnos a varios retos. Por ejemplo, la gestión de una mejor calidad del aire y cómo encaminar esta ciudad a un desarrollo con planeación y visión a futuro. Apostamos a una mejor calidad del agua en un futuro no lejano, porque no sólo tendremos problemas de escasez del recurso, sino también de calidad en materia de saneamiento”.
A pesar del panorama crítico, el grupo local de voluntarios tiene algo que festejar: los 10 años de permanencia en la ciudad y el reciente anuncio de la cancelación del mega-proyecto Cabo Cortés.

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