Música para los ojos

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Cuando se habla del compositor Ennio Morricone, inmediatamente se le asocia con Clint Eastwood y con todas las películas del llamado spaghetti western dirigidas por el director italiano Sergio Leone. Aunque ha colaborado con directores de la talla de Pasolini, Bertolucci, Brian de Palma, Polanski, Oliver Stone, Adrian Lyne, Darío Argento y Almodóvar, entre muchos otros. Leone se convirtió en el director más representativo de su carrera, ya que la música que compuso para sus películas fue una aportación al género mismo, logrando convertirse en la protagonista más importante de su filmografía. La mancuerna Leone-Morricone funcionó tan bien, que ha sido influencia para directores como Tarantino, quien en Kill Bill (I y ll) hace un claro homenaje al cine de Leone al utilizar los planos cortos de los rostros de los personajes, pausas que frenan en seco algunas de las acciones, así como la música de Morricone: “Death rides a horse” en la primera parte y “II Tramonto”, “L´arena” y “A silhouette of doom”, en la segunda.
Música aplicada
Morricone ha compuesto alrededor de 500 bandas sonoras para el cine. Ha creado música para diferentes géneros: western, drama, melodrama, suspenso, cine bélico, cine negro, de acción, de horror y de aventuras… Es por eso quizá, que si se quiere buscar una similitud entre la música compuesta para Los intocables y la creada para Cinema paradiso, o El exorcista II, aparentemente no la vamos encontrar, ya que como el mismo Morricone lo ha dicho en numerosas entrevistas, la composición para bandas sonoras es música que está hecha al servicio de la película y nada más, “si una película requiere una música nostálgica, la compongo, si necesita música dramática, también. La música del cine no pertenece al compositor, pertenece a la película”.
Sin embargo, sí existe un hilo conductor en la obra del compositor italiano y éste está presente más que en las películas del mismo género, en las películas agrupadas por director. Por ejemplo, toda la música que compuso para Giuseppe Tornatore (seis filmes) se parece y hay grandes similitudes entre una y otra banda sonora; se podría pensar que lo anterior se debe a que la obra de Tornatore está entre el drama y el melodrama y que por eso es similar, pero si se escucha la música que hizo para Brian de Palma: Los intocables (1987), Pecados de guerra (1989) y Misión a Marte (2000), también se encuentra el sello Morricone, aun cuando se trata de géneros distintos: cine negro, cine bélico, y ciencia ficción. Lo mismo ocurre con las composiciones que hizo para Pier Paolo Pasolini, definido su cine como trágico y escandaloso; aquí encontramos a un Morricone más provocativo con películas como Teorema (1968) o la perversa y cruda Saló (1975).

Los aullidos de un coyote
Como ya se mencionó, el reconocimiento internacional de Ennio Morricone comenzó con el director Sergio Leone. Compuso la banda sonora para seis de sus películas, entre éstas, las primeras tres, conocidas como “La trilogía del dólar” y protagonizadas por Clint Eastwood: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965), El bueno, el malo y el feo (1966). Se dice que hasta ese momento ningún compositor italiano había logrado componer para este género algo tan cálido y trágico a la vez como lo hizo Morricone. Sin embargo, fue hasta con la banda sonora de El bueno, el malo y el feo que se le consideró además de un innovador, un artista.
El compositor italiano crea una melodía muy personal con un silbido que casi parece un instrumento musical, decide potenciar los coros y los temas épicos, en concordancia con lo que la película narra. El bueno, el malo y el feo cuenta el viaje de tres hombres por tierras americanas en busca de un tesoro escondido. Se dice que el éxito se debe precisamente a que imagen y música son opuestas. Leone, a diferencia del director norteamericano John Ford, siempre muestra un oeste pesimista. En la película los personajes son fríos, desagradables, el panorama es desolador; sin embargo, los momentos más violentos son acompañados por temas casi nostálgicos que dejan entrever el lado humano de los personajes. Desde que llegan al cementerio con la pieza “El éxtasis de oro” hasta el duelo final con: “El trío”, la música de Morricone se vuelve tan importante como los personajes protagónicos.
Sobre el tema central de este filme se ha hablado maravillas, sin embargo Morricone, con su sentido del humor cargado siempre de ironía, se defiende y dice que el tema central de El bueno, el malo y el feo, no es más que una suite de variaciones sobre el aullido de un coyote. Posteriormente compondrá también la música para Hasta que llegó su hora (1968), Agáchate maldito (1971), y Érase una vez en América (1984), su último trabajo con Sergio Leone, banda sonora elogiada, principalmente por el uso de la armónica en “Cockeye´s song”.

La Misión
Al igual que la música compuesta para las películas del spaghetti western, La Misión de Roland Joffé, ocupa un lugar especial en las composiciones de Ennio Morricone. Para esta banda sonora se inspiró en el grupo inglés especializado en folclore andino, Incantation, y el músico contemporáneo David Bedford. Su pieza más célebre es “Gabriel ´s oboe”, Se dice que ésta fue la primera secuencia que filmó Roland Joffé y la que sirvió para convencer a Ennio Morricone de que hiciera la banda sonora. Originalmente Jeremy Irons comienza a tocar con una flauta un fragmento del “Adagio” de Marcello, los indígenas salen de su escondite y se quedan atónitos con aquel sonido, uno de ellos le quita el instrumento y lo parte en dos por creer que se trata de un poder extraño. Con esa secuencia el compositor italiano se conmovió hasta las lágrimas, al punto de decirle a Joffé: “La música de Marcello es insuperable, ¿cómo me pide usted que la sustituya?”
Para Morricone, La Misión es una de las bandas sonoras con las que se ha sentido más satisfecho.

Perfil de un maestro

Ennio Morricone nació el 10 de noviembre de 1928 en Roma, Italia. Sus padres fueron el trompetista de jazz Mario Morricone y Lobera Ridolfi. Desde muy temprana edad, Morricone descubrió la fascinación por la música. A los 10 años ingresó al conservatorio de Santa Cecilia, en su ciudad natal, donde estudió composición y trompeta con los prestigiosos maestros Carlo Giorgio Garofalo y Antonio Ferdinandi. Posteriormente realizó estudios de música coral. En 1952 logra la diplomatura en Instrumentación, pero es hasta 1954 que obtiene el diplomado en Composición, con resultados sobresalientes.
Durante la segunda mitad de la década de los cincuenta comenzó a escribir y arreglar música para películas; sin embargo, el desempeño formal, el éxito y el reconocimiento internacional, llegarían hasta los años sesenta, etapa en la que fue determinante la mancuerna que sostendría con el director italiano Sergio Leone.
El trabajo musical de Ennio Morricone comenzó a distinguirse por tener sello propio y por lograr instantes monumentales en pantalla, pero sobre todo por su asombrosa capacidad para imprimir emociones. Las décadas siguientes consolidarían a uno de los compositores más talentosos del siglo XX.
Algunas de las bandas sonoras más significativas en su carrera son: The good, the bad and the ugly (1966), A fistful of dollars (1967), Once upon a time in the west (1972), The Mission (1986), The untouchables (1987) y Cinema Paradiso (1989).
Ennio Morricone ha sido nominado en cinco ocasiones al Óscar, finalmente en 2007 lo obtuvo en categoría honorífica. El total de galardones obtenidos es numeroso, pero sobresalen los Globos de Oro, los premios BAFTA, y los premios David de Donatello.
La música de Ennio Morricone no excluye a la televisión; entre las series en las que ha participado se encuentran: Marco Polo (1982), El secreto del Sahara (1987), Una historia italiana (1992), Nostromo (1996) y L’ultimo dei Corleonesi (2007).

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