Municipios endeudados

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Durante casi una semana la plaza principal de Ahualulco de Mercado, municipio de la región Valles de Jalisco, estuvo completamente a oscuras. El punto de reunión por excelencia en el poblado (como suele serlo en la mayoría de los municipios del estado), se había quedado sin una sola lámpara funcionando. Mientras que algunos decían que eran fallas en el alumbrado, otros ya sospechaban lo que realmente pasaba y que las autoridades nunca quisieron comunicar. Las finanzas del municipio estaban tan mal, que ni para pagar la luz les alcanzó. Debían más de 500 mil pesos a la Comisión Federal de Electricidad, por lo que además de la plaza, dejaron de suministrar el servicio en la presidencia municipal durante dos días, deteniendo casi por completo los servicios públicos.
Con una plaza de armas bohemia, como sarcásticamente algunos habitantes ya la llamaban, fue la manera en que la gente comenzó a darse cuenta de la situación de quiebra en la que se encontraba el municipio, pues no sólo no tenían para pagar la luz, sino que había trabajadores del ayuntamiento que en tres meses no habían recibido una sola quincena de pago (hasta el cierre de esta edición).
Por si fuera poco, un grupo de proveedores se reunía en el ayuntamiento para exigir el pago de sus servicios, a los que también les daban largas. Así fueron los últimos días de la administración 2010–2012 en este municipio, con quejas por la falta de pagos, a los que también se le sumaron quejas por las fallas en el servicio de recolección de basura y en el suministro de agua. La deteriorada condición de las calles y el aumento de la inseguridad, entre otros aspectos.
Dicen que para muestra basta un botón y el caso de Ahualulco es eso, un ejemplo de cómo la mayoría de los municipios concluyen sus administraciones, dejando a las que entran en funciones este lunes, un paquete de deudas, deudas y más deudas.
El fracaso de las administraciones municipales puede ser explicada por una razón o la suma de muchas y aunque puede variar, dependiendo cada caso, las causas son similares, explica el maestro Fausto Aquino, del Instituto de Investigación en Gobernanza y Políticas Públicas, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).
Si partimos de la idea de que la intención de quienes entran en funciones es hacer las cosas bien, el principal obstáculo, según explicó el investigador, es el desconocimiento para implementar las políticas públicas adecuadas para el municipio. “Un ejemplo es que los presidentes municipales y sus asesores no saben que lo primero que deben hacer es modificar sus políticas de ingreso, lo que tiene que ver con la recaudación. No saben, por ejemplo, que pueden modificarlas para que Telmex les pague cierta cantidad por cada poste de luz instalado en sus calles”.
Más del 80 por ciento de los recursos municipales provienen de las participaciones fiscales de la federación y el resto de las políticas de ingreso del municipio.
Si no hay políticas de ingreso adecuadas y el dinero de la participación federal se va en las grandes nóminas, las administraciones ven como su única salida la deuda para poder cumplir con sus promesas de campaña, detalló Fausto Aquino.
“El problema es que tienen que pagar las liquidaciones del personal de la anterior administración. Contratan una nómina que no pueden pagar y a esto hay que sumar los adeudos que se van heredando de una administración a otra”.
Tal fue el caso del municipio de Tonalá, que tuvo que hacer un recorte de más de 500 empleados de la nómina, a los que aún adeuda la liquidación, por lo que el nuevo alcalde, Jorge Arana, ya anunció que los primeros días de octubre estarán recibiendo los préstamos que la anterior administración solicitó a las instituciones financieras HSBC e Interacciones, cada uno por 100 millones de pesos destinados al pago de parte de la deuda, programas federales, Fondo Metropolitano y pago de nóminas.
Tonalá tiene una deuda de mil 100 millones de pesos, que supera a los 830 millones de pesos que le fueron asignados como presupuesto anual.
Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque están en la lista de los primeros 10 municipios más endeudados del país. Solamente Guadalajara (el más endeudado a escala nacional, hasta el primer semestre de este año) tiene un adeudo de más de 3 mil 700 millones de pesos, que tendrá que asumir la administración que inicia este lunes.
“La deuda no es el único camino para una buena administración. Hay otras formas, pero el desconocimiento los lleva a adquirir deudas con la banca comercial, que no son posibles de pagar en muchos años. Pueden pasar hasta 10 años, pagando solo intereses y nunca aportar nada al capital de la deuda. Entonces seguro será un problema heredado”.

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