Movilidad en dos ruedas

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fotos del bicicletero pueblo de acatic, jalisco. foto giorgio viera.

El movimiento bicicletero tapatío crece con solidez, a pesar de que el proyecto general de movilidad para Guadalajara no le da esperanzas reales. Aunque los políticos a cargo dicen que consideran la existencia del transporte alternativo, se entiende que con este plan lasciclovías estarían incluidas, pero nadie sabe en qué proporción.
En medio de estas dudas, los bicicleteros, de los cuales se conocen al menos tres nuevos grupos organizados, siguen afiliando más adeptos, que militan con la idea de que este medio de transporte sea respetado e integrado plenamente a la geografía urbana con todas las ventajas que ahora gozan los automóviles y en cohabitación con los planes de crecimiento del transporte público.
Los organismos ciudadanos, Ciudad en movimiento y el Colectivo ecologista de Jalisco, han arropado a los movimientos bicicleteros que nacieron a raíz de expresiones espontáneas, como los ciclistas que todos los miércoles por la noche surgieron a de 2007 y que luego, con su fuerza móvil, cuestionaron el “viaducto” de la avenida López Mateos.
Hoy son frecuentes los paseos por la ciudad. Algunos con historias de represión más allá de las agresiones cotidianas de autobuseros y automovilistas y han tomado diferentes nombres, como “Ciudad para todos” “Guadalajara en bici”, semejantes al intenso movimiento que en la ciudad del mismo nombre, en España, han emprendido, coincidentemente con nuestra urbe.
Aquello no es casualidad. El movimiento a favor de las bicicletas está difundido por todo el mundo y Guadalajara pretende con intensidad recuperar el mote de “pueblo bicicletero”, que tanta punzada producía a los tapatíos.
Mario Silva, líder del Colectivo ecologista de Jalisco reconoce que hoy existen más condiciones para impulsar la modificación de políticas públicas que den valor al uso de otro tipo de transporte. “Es el tiempo idóneo para que detone esta posibilidad, pero hace falta mas decisión y claridad de las autoridades. Esperamos que dentro de los planes, las ciclovías sean una realidad”.
Entretanto, Daniel González Romero, de la agrupación Sociedad mexicana para los estudios de la ciudad, el territorio y la sustentabilidad (Somecities), es contundente. “¿Cuáles ciclovías, si ni siquiera sabemos cuál es el proyecto general de movilidad para la zona metropolitana de Guadalajara. Qué podemos esperar para los usuarios de las bicicletas”.
Al igual que otros urbanistas, González Romero piensa que en los corredores del BTR (autobuses articulados ) deben incorporarse o se han incorporado ciclovías que recorrerán significativas distancias dentro de Guadalajara.

Ginger Ninjas y la revolución agradable
Arribaron a Guadalajara. Bañadas de un dominguero sol tapatío, una docena de bicicletas distintas, raras, de otra raza, estaban aquí. “Son invasoras”, dijeron las bicis fresas de Guanatos. Los artefactos –equipadísimas– recorrieron la parte más “nice” de la Vía recreactiva montados por sus peculiares tripulantes, también distintos a los demás en esa mañana. De la larga fila de bicicleteros que se formó por curiosidad tras del contingente del mundo extraterrestre de las bicis, nadie se imaginó que la música que surgía entre los rayos de sus ruedas era producida por su propia energía. Así irrumpieron en nuestra ciudad los Gingers Ninjas.
Los Gingers Ninjas llegaron después de visitar una veintena de ciudades del occidente, pero ninguna tan importante como Guadalajara. A duras penas, pero si fueron recibidos por el alcalde, Alfonso Petersen, quien escuchó la filosofía que impulsó a este grupo a dejarlo todo, no sólo su automóvil, para pasear a bordo de sus manubrios un mensaje: el impulso definitivo para el transporte alternativo.
Kipchoge, el líder de los Gingers, un californiano de treintantantos que dejó su trayectoria de ejecutivo de una empresa boyante al ser enganchado por el movimiento bicicletero, no solo abandonó en la cochera aquel título, sino también su auto. A la usanza hippie, a bordo de dos ruedas, formó este peculiar grupo. Sus integrantes, con la energía de sus propias bicis, “levantan” los amplificadores, el mezclador, bocinas y las guitarras con las que interpretan música “folk” de excelente nivel.
“Ya platicamos con el alcalde (Alfonso Petersen). Se ve que entiende bien todo, pero no ha hecho mucho”, es la conclusión de su entrevista institucional, como las que ha buscado en todas las ciudades que visitan y visitarán. “Veremos a todos los alcaldes que podamos. Tocamos en las ciudades con seis de nosotros que somos músicos. Cuando hay muchas personas, ponemos cuatro bicicletas que producen mil watts y con eso tenemos la energía para el sonido y las guitarras”.
“Yo empecé con mis ahorros, pero ahora nos mantenemos de pasar el casco después de los conciertos. Otro dinero lo sacamos de bares que a veces nos contratan”.
Los Gingers Ninjas tienen un miembro de Guadalajara. Junto con los nueve gringos, una canadiense y una uruguaya, montados en sus máquinas pretenden llegar hasta Centro y Sudamérica para impulsar el uso del transporte alternativo. En particular “demostrar que la bici funciona para la movilidad en las ciudades y es más que una diversión. Aunque muchos se pueden comprar un auto, quizá elijan preferir una vida lenta, una vida en bici”, afirma Kipchoge.

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