La culpa y el arrepentimiento develan un insoportable infierno, una terrible condena que no permite escape en ninguna dirección. Acaso… ¿puede alguien estar tranquilo después de cometer un asesinato? En esta espiral, Escurrimiento y anticoagulantes, obra de David Gaitán, plantea –desde una aguda inquietud– una serie de cuestionamientos que pretenden ahondar en un sórdido escenario.
Con la producción de Teatro La Capilla, Teatro Legeste y Fundación A Cada Uno, el montaje recurre a la novela Crimen y castigo, del escritor ruso Fiódor Dostoyevski. La trama posee como punto de partida el homicidio de una mujer, situación consumada por Raskólnikov, personaje clave en esta historia.
¿Dónde encontrar un sentido de humanidad en mitad de una catástrofe social? O ¿quiénes somos dentro de un universo lleno de violencia? Interrogantes que persigue esta obra. Los participantes dicen: “El propósito estético gira alrededor de la necesidad de transmitir inquietudes en códigos que identifiquen a una generación”.
El elenco está compuesto por Raúl Villegas, Ana Beatriz Martínez, Emiliano Ulloa, Sara Pinet, David Gaitán y Gonzalo Guzmán. La asistencia de dirección es de Pablo Marín. Vestuario y diseño gráfico a cargo de Mario Marín del Río.
