México en sus narradores

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Literatura mexicana. Narradores mexicanos contemporáneos”, es el título de la investigación que realiza Luis Martín Ulloa, miembro del Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara. Este trabajo que inició hace aproximadamente dos años, es una intensa búsqueda de escritores que nacieron entre la década de los 60 y los 80.
La investigación pretende brindar una comprensión amplia y precisa sobre la narrativa mexicana que se ha escrito en años recientes. Para ello, Ulloa efectúa un proceso metódico que incluye la localización de autores en toda la república (aquellos que tengan por lo menos un libro publicado), ubicación de corrientes, temáticas o estilos y finalmente la selección de escritores que sobresalen por la calidad de su obra.

Narradores contemporáneos
Sobre este sondeo Ulloa comenta: “Anteriormente el Distrito Federal era el punto donde se concentraba la narrativa mexicana, ahora las condiciones son otras, existen diferentes sitios donde la producción ha emergido con fuerza. Esto se debe en primer lugar a que algunos autores no emigraron a la capital, ya que en su ciudad tuvieron la oportunidad de desarrollarse. En Monterrey se localizan escritores importantes como Eduardo Antonio Parra, David Toscana y Joaquín Hurtado. En Tijuana podemos encontrar a Luis Humberto Crosthwaite, Regina Swain, Heriberto Yépez y Rafael Saavedra. Creo que estas dos ciudades le han quitado supremacía al Distrito Federal en cuestión de narrativa”.
Para Luis Martín Ulloa, escritores como el sinaloense Élmer Mendoza resultan interesantes, explica que aunque Mendoza pertenece a una generación anterior a la que analiza, decidió retomar su trabajo, ya que coincide en muchos aspectos estilísticos. Otros autores que están dentro de la investigación son el también sinaloense Juan José Rodríguez; los jaliscienses Eugenio Partida, Bernardo Esquinca y Mauricio Montiel; de la Ciudad de México, Alberto Chimal, Guillermo Fadanelli (considerado el impulsor de la llamada literatura basura) y los integrantes de la generación del crack, entre ellos Jorge Volpi, Ignacio Padilla y Pedro íngel Palou.

Temáticas y panorama
Sobre las temáticas a la que estos autores recurren, el investigador comenta que son muy diversas ya que se puede encontrar ciencia ficción con Gerardo Porcayo; relatos de tono histórico que produce Jorge Volpi; escritura que alude a las situaciones en la frontera con Eduardo Antonio Parra, incluso literatura que tiene que ver con vampiros a cargo de Juan José Rodríguez. “El panorama es muy vasto, creo que la narrativa mexicana ha logrado tener repercusión en Latinoamérica y España. En definitiva eso es un síntoma de que goza de magnífica salud. Algo que me parece relevante es que los escritores cada vez se academizan más, muchos cursan una carrera profesional, esto como un acercamiento más consciente y metódico al quehacer literario. Esta práctica ha servido bastante, porque estudiar un posgrado o poder vivir un tiempo en otro país son experiencias enriquecedoras”.
Acerca de la existencia de algún grupo o colectivo de narradores mexicanos contemporáneos en esta ciudad, afirma que en la actualidad no existe alguno. “Hace tiempo había grupos asociados a revistas como El Zahir, en ella participaron narradores como Fernando de León, Israel Carranza y David Izazaga. Ahora parte de ellos trabajan para la revista Luvina”.
Entre las editoriales que han dado espacio a esta generación de narradores sobresalen Joaquín Mortiz, Tusquets, Nueva Imagen, Tierra Adentro y Almadía.
Luis Martín Ulloa continúa desarrollando esta investigación, pero en base a los resultados obtenidos prevé: “La narrativa mexicana contemporánea puede llegar a un nivel muy alto y ganar prestigió en el contexto mundial”.

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