México el tiempo detenido

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La imaginación colectiva de los mexicanos se detuvo. Las ideas que dan sentido, emoción, esperanza y energía para mejorar la realidad nacional, se esfumaron. México quedó estancado en un tiempo de corrupción, ilegalidad, pobreza y mentiras.
Esta es una época donde nadie hace nada para evitar la pobreza y la autocracia. En un periodo donde no hay un proyecto nacional, coincidieron los académicos mexicanos Lorenzo Meyer, Sara Sefchovich y Sergio Zermeño, en la conferencia llamada Tiempo de México.
Los mexicanos nos quedamos cruzados de brazos ante las injusticias, debido a los obstáculos culturales que arrastramos desde hace siglos, explicó Sefchovich. “Es un problema de tipo social, recuerden que somos hijos de una colonia que nunca nos dejó levantar la cabeza y después de la colonia seguimos siendo los hijos del imperialismo que tampoco nos dejan levantar la cabeza, a no ser para caminar en el camino que ellos quieren. No le tenemos nada de respeto ni de confianza a las instituciones ni autoridades. Siempre decimos: ‘así es el gobierno, así son las autoridades, yo no tengo que hacer nada ni puedo hacer nada’. La gran tragedia de México es la educación que nos mantiene pasivos, tolerando la falsa democracia”, indicó Sefchovich.
Vivimos una constante mentira al decir que el medio ambiente nos importa, que la familia es un lugar de amor cuando es el más violento de la sociedad mexicana, que queremos a los indios. Durante años oímos y decimos, pero no hacemos nada, recalcó la socióloga.
Lorenzo Meyer coincidió que la indiferencia que mostramos ante los problemas es de carácter sociológico, ya que aprendimos a defendernos de los conquistadores diciendo “sí, aceptamos”, pero la realidad era que no lo hacíamos. “Desobedecíamos las leyes porque las leyes no eran nuestras y así nos quedamos”, recalcó el historiador.
Sergio Zermeño dijo que los mexicanos no nos permitimos crear nuestro propia opinión y dejamos que las grandes televisoras controlen nuestros pensamientos, cuando ellas, con un poder concentrado, no permiten la democracia. Además, los mexicanos vendemos al país todos los días a las empresas trasnacionales que destruyen el comercio nacional. “Es angustiante la destrucción y el hilachero que se está volviendo nuestra sociedad”, dijo Zermeño.
Los tres académicos coincidieron que el resultado de esta indiferencia es que los jóvenes buscan salir del país en busca de mejores oportunidades. Meyer, Sefchovich y Zermeño indicaron que se requiere una mayor educación crítica, desarticular al poder concentrado de la televisión y aprender a ser humildes para negociar por un proyecto en común, por encima de las ideas personales.

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