Meteoros en octubre

535

La lluvia de meteoros ó mejor conocida como lluvia de estrella, ocurre cuando nuestro planeta Tierra cruza por los restos de partículas dejadas en algunos casos por el paso de la órbita de un cometa. En ciertas épocas del año estos objetos fugaces parecen aumentar en número y salir de una región específica del cielo, llamada radiante y asociada a una constelación, de la cual se le da nombre. Por mencionar algunos ejemplos, se registran: Perséidas, Oriónidas, Leónidas, Gemínidas, entre otros.
Año con año, en octubre, la órbita terrestre pasa a través de una corriente de residuos polvorientos, desechados hace mucho tiempo por el cometa Halley, provocando así la lluvia de meteoros “Oriónidas”. Dicho nombre lo adquiere porque pareciera que los objetos en el cielo surgen de la constelación de Orión. Orión es una de las constelaciones más conocidas, ya que existen diferentes mitos en torno a ésta.
Cuando algunos de los meteoros logran sobrevivir al paso por la atmósfera terrestre y si llegan a la superficie de la Tierra, se les denomina meteoritos.
El cometa Halley con poca frecuencia se acerca a nosotros. Actualmente se encuentra más allá de la órbita de Saturno y tardará aproximadamente 60 años en regresar cerca de la Tierra. Este cometa ha estado visitando el interior del sistema solar cada 76 años desde hace milenios, dejando regada una estela de polvo a su paso.
Las Oriónidas son parientes de las Eta Acuáridas, una lluvia de meteoros visible en mayo y el cual se observa preferentemente en el hemisferio sur. Ambas han surgido del cometa Halley.
El espectáculo celeste de este mes se caracteriza por tener una actividad moderada. Dio inicio el 2 de octubre y concluirá el 7 de noviembre, teniendo como su máximo (día en el que emergen más meteoros) el 21 de octubre.
La lluvia de meteros “Oriónidas” en su máximo podrá observarse mejor durante la madrugada. En tanto, los objetos serán fácilmente visibles, ya que podrían tener un aspecto de color azul y verde, siendo este un espectáculo muy agradable, puesto que se convierten en una de las mejores lluvias anuales observadas. Según información disponible, se podrán captar desde nuestro hemisferio norte del orden de 20 objetos por hora, pero muy visibles por el color que les caracteriza. Los observadores en el hemisferio sur podrán apreciar alrededor de 40 meteoros por hora.
El color de los meteoros depende en gran medida del material del cual está formado el cometa. En este caso, el cometa Halley contiene calcio y manganeso, por lo que la mezcla de estos dos elementos químicos da como resultado la visualización de los colores mencionados.
Vale la pena especificar que no son estrellas las que “caen”, ya que si realmente una estrella cayera en nuestro planeta, esto sería catastrófico. Es una manera coloquial de describir tal fenómeno.
Para observar este espectáculo se recomienda dejar vagar la vista en todo el cielo, es decir, que no esté fija en un punto y en cuanto se empiece a notar de donde proviene el primer objeto, entonces si vale la pena fijar la vista en torno a este punto. Además es recomendable elegir un lugar alejado de la contaminación lumínica, para que ésta sea la menor posible; contar con un mapa del cielo, con la intención de identificar adecuadamente el radiante. Es importante mencionar que no es riesgoso para la vista observar una lluvia de estrellas, por lo que vale la pena avistarla.
El Instituto de Astronomía y Meteorología, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, de la Universidad de Guadalajara, cuenta con personal calificado para brindar información y asesorías al público acerca de las efemérides astronómicas que se pueden observar durante el año.

*INSTITUTO DE ASTRONOMíA Y METEOROLOGíA

Artículo anteriorOlivia González Terrazas
Artículo siguienteClaroscuros de los Panamericanos