La actividad física en la vida cotidiana no sólo contribuye a tener un buen estado físico, sino también mental, ya que ayuda a combatir ciertos trastornos como el estrés y la depresión, padecimientos cada vez más frecuentes en nuestra sociedad.
Todo esto debido a que el deporte genera una producción de endorfinas que provocan un estado de bienestar en el individuo, el cual tiene sus bases fisiológicas, pero que genera un bienestar psíquico con el que contrarresta el estrés y produce un estado de placer físico y mental.
A decir del director del Departamento de Clínicas de la Salud Mental, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), José de Jesús Gutiérrez Rodríguez, el deporte se divide en tres aspectos: alto rendimiento, recreativo y actividad física cotidiana. Y toda la actividad permite: inhibir el estrés, relajarse, convivir y recrearse además de que ayuda a prevenir otra serie de padecimientos.
“Tenemos que recordar que uno de los grandes problemas de la sociedad es la obesidad. Se calcula que en el país el 30 por ciento de los infantes, y el 70 por ciento de los adultos, tienen sobrepeso y obesidad. Lo que puede generar enfermedades como hipertensión y diabetes”.
El especialista explica que así como el trabajo es un factor que le da sentido a la vida, la actividad física y el deporte pueden ser fundamentales para superar situaciones depresivas.
“Nosotros para darle claridad a nuestra vida tenemos que tener un proyecto claro, fortalecer la autoestima, dormir bien y alimentarnos adecuadamente. La actividad física es un indicador fundamental para nuestra vida. Por eso se recomienda que si en el proyecto de vida no está contemplado ser un deportista de alto rendimiento, que no se nos olvide que podemos practicar deporte en términos recreativos para activarnos”.
Puntualizó que la sociedad vive un momento histórico con el desarrollo de la ciencia y la tecnológica, las cuales favorecen una situación de pasividad, inactividad y sedentarismo en la que las personas buscan hacer el menor esfuerzo y esto va desde el control remoto de la televisión.
“La recomendación es que si la persona no tiene tiempo de integrar la actividad física, busque la manera de realizarla cotidianamente: subir por escaleras en lugar de elevador y disminuir el uso del automóvil”.
