Menos deforestación en algunos sectores del campo, que las ciudades bajen las emisiones de carbono, invertir más en energías limpias y la eficiencia energética, son algunas de las recomendaciones que los países tienen que implementar para aminorar los efectos del cambio climático que ya están en marcha, afirmó la maestra Helen Mountford, directora de Asuntos Económicos del World Resources Institute, quien sostuvo un diálogo con funcionarios y rectores de esta Casa de Estudio.
Mountford detalló las propuestas que llevarán ante el pleno de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP21), que se realizará en diciembre próximo en París, Francia, con las que busca una reducción de los gases de efecto invernadero y lograr que la temperatura no suba más de dos grados en los próximos 20 años.
En las ciudades, los países deberían tener bajas emisiones de carbono en transporte, construcción y sector de los desechos. Las ciudades más eficientes se pueden ahorrar 17 trillones de dólares para 2050, luego de hacer inversiones en infraestructura más limpia.
En el campo, para 2020 el 90 por ciento de las tierras deberán estar libres de deforestación, lo que aumentará la productividad agrícola y la seguridad alimentaria, ya que un cuarto de las tierras en todo el mundo son consideradas severamente degradas.
Los países deben invertir al menos un trillón de dólares al año en energías limpias, buscando la cooperación pública y privada para financiarlas. En cuanto a la eficiencia energética se debe elevar el estándar a nivel mundial, mediante un programa que incluya a los países más desarrollados, los que concentran el 94 por ciento de los vehículos que se producen en el mundo. Esto podría ahorrar 18 trillones de dólares a 2035.
La especialista dijo que han registrado que en el último año se han impulsado muchas medidas en todo el mundo, tan solo en 2013 los países del mundo hicieron más inversión en tecnologías limpias y 28 países, entre ellos México han impulsado o aceleraron reformas para subsidiar los combustibles fósiles en últimos dos años.
Afirmó que hay países que han logrado incrementar su producto interno bruto implementando reduciendo sus emisiones y con de sistemas e impuesto de comercio de emisiones de carbono, lo que evidencia de que una no está peleada con la otra como habían argumentado algunos países.
En el caso de México, la especialista consideró que el aumento de los precios del petróleo y del diésel es una medida impulsada por el gobierno federal para comenzar “a retirarse de ellos”. En países más pobres Ghana, India, Egipto o Marruecos ha habido también reformas para impulsar el crecimiento y bajar las emisiones de efecto invernadero que generan el cambio climático.
Uno de los logros reportados por el World Resources Institute es que el sector financiero está empezando a prestar atención a este tema. Algunos países del G20 han comenzado a pedir reportes de cómo el cambio climático puede afectar el sistema financiero y a sugerir que las empresas y personas deben reportar obligatoriamente que tipo de riesgo de carbono está asociado a sus inversiones.
“Si una persona está haciendo inversiones a largo plazo en petróleo y gas y no va a poder extraer o consumir estos recursos por restricciones climáticas eso va a ser extremadamente costos para los países que lo hagan y eso lo pone en riesgo”, afirmó.
Argumentó que de no adoptar medidas para disminuir las emisiones, los costos para los países son mayores. Tan sólo el costo mundial por los desastres naturales originados por el cambio climático en la última década fue de 1.7 trillones de dólares, lo que evidencia que el clima sí está cambiando y que no es una probabilidad.
El diálogo sobre cambio climático y México en la ONU, estuvo presidida por el doctor Miguel Ángel Navarro Navarro, Vicerrector Ejecutivo de la Universidad de Guadalajara y contó con la participación del Embajador Hermilo López Bassols, con el tema Perspectiva de México en la ONU a los 70 años de su fundación.
