Mediciones remotas acerca del controversial tema del desempleo y el empleo en México, nos pueden llevar hasta horizontes inimaginables en el tiempo, pero un referente inmediato y contundente es 1994. Desde entonces hasta estas fechas las metodologías de medición y los vaivenes políticos han sido muchos y el problema prevalece no sólo en el ámbito nacional, sino que hoy es uno de los problemas mundiales más graves.
Una de las encrucijadas actuales dignas de análisis y de reflexión en torno al empleo en nuestro país, es que aproximadamente 55 personas de cada cien habitantes se tendrán que integrar hipotéticamente al mercado laboral en los próximos años y meses, ya que entrarán al rango de los hombres y mujeres económicamente activas, por el bono demográfico presente, afirma la analista de Coparmex, Paulina Aránzazu Contreras Godínez.
A este fenómeno –asienta la especialista– se suma que la migración de trabajadores, principalmente a Estados Unidos de Norteamérica, ha ido en disminución. “Esa tasa de migración es cero, porque hoy es la misma cantidad de gente la que regresa de EU que la que se va. Esto nos deja la obligación de generar más empleos para estas personas y nos deja ver –quizá– un aspecto optimista de que están mejorando las cosas”.
Para Contreras Godínez no debe pasar inadvertido que se están trabajando dos esquemas legales para promocionar más empleo local, publicados en el Diario oficial recientemente y que son réplica de iniciativas que en el ámbito nacional se han esgrimido para combatir el desempleo, cuya medición general arroja una media del cinco por ciento en el país, bajo cuentas oficiales.
Sin que por ello se tengan que “repicar las campanas”, Paulina Contreras asegura que el estado actual no empeorará, “pues ya estamos en una espiral de recuperación, porque si hacemos una comparación entre el escenario que enfrentó Felipe Calderón, que era de crisis, con lo que ahora tenemos, que es un signo de aliento, esto beneficiará a quien sea favorecido con la presidencia de la república”.
“La percepción que tengo acerca del desempleo es que el porcentaje en términos relativos se ha mantenido estable, pero en términos absolutos se ha incrementado el número de desempleados en México, pues el problema que se presenta es de carácter metodológico, porque la forma como se mide el desempleo es diferente a como sucede en otros países y por eso nos reporta cifras tan bajas”, asegura el profesor investigador del Departamento de Estudios del Pacífico, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), doctor Roberto Hernández Hernández.
Para él, los niveles de desempleo en México pueden ser mayores que en países desarrollados, “en términos de otras mediciones. Por eso es que la percepción, tomando en cuenta una comparación absoluta, es que hay más desempleo”.
El académico explica que puede ser que la cifra real del desempleo en México quizá sea doble o se incremente más allá del cinco por ciento, medición surgida de la metodología utilizada localmente para el tema, pero que quizá no represente un escenario real del problema en nuestro país.
Asegura que una de las promesas incumplidas del actual régimen y que se utilizará sin duda como bandera de campaña, porque a diferencia de lo que estamos viviendo con la crítica hacia un candidato por no cumplir sus promesas de campaña, lo que subyace en el fondo es que el actual gobierno no ha cumplido en ese rubro.
El empleo es un terreno en que la precisión se dejará ver para establecer comparativos en la coyuntura electoral. “Mi modo de ver es que el próximo gobernante federal tendrá un entorno más difícil que hace seis años y aún más que hace 12, porque hay problemas de desempleo en países desarrollados, donde las cifras son impresionantes. Esos indicadores y sobre todo de la forma de medirlo, estarían presentando un panorama distinto para México y es a lo que tendrá que enfrentarse la próxima administración federal”.
