De GDL a Netflix

El director mexicano Manolo Caro dialogó con el crítico de cine Óscar Uriel en la Master Class “Cómo hacer cine y no morir en el intento”

MARTHA EVA LOERA

Dar la batalla en favor de las historias que se quieren contar y no descartar las ideas que surgen en una reunión familiar o de amigos, además de la congruencia y honestidad del cineasta, son algunos elementos que pueden influir para contribuir que una película guste a los espectadores y sea exitosa, afirmó el director y productor Manolo Caro.

Conforme avanza la carrera y se enfrentan nuevos retos, se va creciendo. “No fue lo mismo hacer No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, en comparación con Érase una vez… pero ya no”, apuntó el reconocido director tapatío. 

“Los que quieran crecer y pasarla en grande tienen que tener flexibilidad, a partir de encontrar nuevo público, de otro modo se quedarán haciendo el mismo tipo de cine. Cada película, cada proyecto, cada guión y cada idea es un monstruo distinto, con diferentes características e implican retos diferentes”, dijo.

Manolo Caro es el primer director mexicano en aparecer tres años consecutivos en el top 10 nacional con sus películas No sé si cortarme las venas o dejármelas largas; Amor de mis amores, además de Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando.

Expresó que en el riesgo ha encontrado el mayor de los éxitos, de otra manera el cineasta puede permanecer en su zona de confort, entonces no podría hacer películas que tal vez impliquen riesgo, pero se quedan en el corazón de la gente. Como le sucedió a él con el caso de Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando.

Con dicha película hizo más taquilla que Amor de mis amores, viajó mucho, “y nos puso en otro lugar a los ojos de la industria porque se veía que queríamos contar otras historias”.

En 2018, Manolo Caro realizó la serie de Netflix La casa de las flores, la cual se convirtió en la serie más vista en México y la séptima con mayor rating en América Latina. Firmó un contrato de exclusividad con Netflix para la creación de nuevos contenidos, entre ellos una miniserie de época de tres capítulos, llamada Alguien tiene que morir, el proyecto musical Érase una vez… pero ya no, y su más reciente producción Sagrada familia, la cual surgió a raíz de una plática con familiares y amigos.

Caro señaló que es muy diferente lo que se hace en el cine en comparación con las series, ya que implican otras características y otro tipo de rodaje.

Respecto a sus proyectos futuros, comentó que está en pláticas para regresar al cine después de terminar contrato con Netflix, ya que para él es muy importante que la gente vuelva al cine después del confinamiento ocasionado por la pandemia por Covid-19, para tener la experiencia de la sala oscura y compartir con desconocidos un viaje emocional que da un drama, una comedia o un documental y vibrarlo.

El cineasta está preocupado por las nuevas generaciones que ya no se cuestionan el ir al cine, porque están creciendo sin ello. Entonces “nosotros tenemos la obligación de hacer que las nuevas generaciones entiendan el universo que es el ir al cine”.

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