Más allá de la magia

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La magia, a veces, no es suficiente. Si bien en las comunidades que ostentan la distinción de Pueblos mágicos la imagen urbana mejoró considerablemente y fueron generadas oportunidades de empleo para sus habitantes, estos destinos continúan solamente como opción de turismo regional o de fin de semana, y no han podido despegar para posicionar la marca en los ámbitos nacional o internacional.

Los anteriores conceptos fueron señalados por investigadores del Departamento de Turismo, Recreación y Servicio, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Karina Melisa Rodríguez Bocanegra y Salvador Gómez Nieves, quienes, como parte de un convenio de colaboración técnica entre la Universidad de Guadalajara (UdeG) y la Secretaría de Turismo federal, elaboraron un diagnóstico sobre la situación turística, socioeconómica y medioambiental de los pueblos mágicos de Jalisco.

Los especialistas explicaron que la belleza cultural o natural no basta para atraer de por sí al visitante, sino que se requiere de paquetes completos que incluyan desde trasporte, atracciones, hospedaje, alimentación y servicios complementarios.

“Ese es problema no exclusivo de Jalisco, sino de marca. No se ha posicionado más allá de las regiones, y mucho menos a nivel internacional. Aún es un turismo interno. Algunos ni oferta hotelera tienen. Falta crear nuevas atracciones, más productos turísticos en estos pueblos”, afirmó Gómez Nieves.

Puso como ejemplo a Lagos de Moreno, donde hay una riqueza impresionante, con gastronomía, haciendas, charrería, la cultura cristera de la región. “Pero la hacienda en sí, sola, no atrae. Debe estar combinada con otras cosas. Con más atracciones”.

En Jalisco existen siete pueblos mágicos. Cuando fue realizado el diagnóstico, solamente tenían esta distinción San Sebastián del Oeste, Tapalpa, Tequila, Mazamitla y Lagos de Moreno. Hace unos días se sumaron a la lista Talpa de Allende y Mascota.

En todo México son 111 pueblos mágicos, todos con características dispares. Mientras que San Miguel de Allende, Guanajuato, o San Cristóbal de las Casas, Chiapas, tienen entre 120 a 130 alternativas de hospedaje, hay otros, como Jala, en Nayarit, que a pesar de ser Pueblo mágico no tiene oferta hotelera.

Mejoras a la imagen urbana
Melisa Rodríguez puntualizó que en los diagnósticos encontraron en las cabeceras municipales alta concentración de planes y proyectos en materia turística. En cuanto a acceso a la vivienda, salud y educación hay un importante avance, pues el turismo como actividad productiva en medios rurales ha traído oportunidades que permitieron a los habitantes mejorar en algunos indicadores de calidad de vida.

“La imagen urbana ha mejorado bastante desde las primeras aplicaciones de presupuesto público. Se nota, desde el cableado subterráneo, iluminación, pavimentación, las fincas rehabilitadas y el respeto a los estilos arquitectónicos, pretendiendo homogeneidad, sobre todo en el primer cuadro”.

Sin embargo, a pesar de que esta iniciativa ha sido replicada en otros países de Latinoamérica, no es suficiente para atraer visitantes, indicó Gómez Nieves.

“San Sebastián está cerca de Puerto Vallarta, pero no hace que la gente permanezca. Fuera de los logros en Tequila, con los trenes y los tours turísticos, la gente no permanece. Mazamitla y Tapalpa son similares, pero es turismo interno de fin de semana. Falta jalar al turismo externo. Esta marca, que ha tenido excelentes resultados a nivel interno, le falta potencializarla hacia afuera”.

Mascota y Talpa de Allende: merecimientos y desafíos
Los dos nuevos Pueblos mágicos de Jalisco, sin duda, cuentan con suficientes merecimientos para obtener esta distinción. Sin embargo tienen los mismos desafíos que las cinco comunidades que ya tenían el nombramiento, consideraron los entrevistados.

“Lo merecen. Es indiscutible la historia de Talpa de Allende, por el fenómeno religioso que tiene. El problema de Talpa, y a futuro aún más si no se atiende a tiempo, es el desorden en el ambulantaje. Y ese criterio se cuida mucho. No sé qué ha hecho últimamente el ayuntamiento para componer ese renglón. En el caso de Mascota tienen muchos años cuidando el centro de la ciudad, que es muy bello”.

Gómez Nieves admitió que existen fuertes críticas, pero no por los casos de Jalisco, sino a nivel nacional, en el sentido de que han abaratado la distinción, pues otorgaron 35 a finales del sexenio de Calderón y hace unos días los Pueblos mágicos pasaron de 83 a 111 en el país.

“Muchos se discuten. Como Palenque, que es más bien una zona arqueológica. Jala en Nayarit no tiene mucho qué ofrecer, o Sayulita que es destino de playa. Son cuestionables las designaciones de algunos pueblos mágicos en el país”.

Respecto a los desafíos, Gómez Nieves enumeró los siguientes: “El primero es el cuidado urbano. La urbanización es un problema que tienen Tapalpa y Mazamitla, con exceso de cotos o casas de segunda residencia. El segundo, que es a nivel nacional: el de los vendedores ambulantes. Es necesario emprender el control y regulación, que no siga el desorden que hay en muchos lugares, como en Tapalpa y Mazamitla. El otro es tratar de aprovechar la marca a nivel internacional, para que se reconozca por los turistas que visitan nuestro país, que vienen a Guadalajara o Vallarta, pero que no se desplazan a los pueblos mágicos. Y el tema de la inseguridad, que pega fuerte, sobre todo en Mazamitla, que colinda con Michoacán. Es un problema grave que impacta en el prestigio de los pueblos mágicos”.

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