Más acciones para tratar residuos en la UdeG

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Basura Recplector de basura de CABSA EAGLE durante sus recorridos diarios. Jose Maria Martinez

Con la capacitación en los distintos centros universitarios, la Universidad de Guadalajara, a través de la coordinación de vinculación y servicio social en conjunto con el Centro Universitario de ciencias exactas e ingenierías, incrementó sus programas para la separación de basura para encontrar una sinergia, generar cambios de hábitos en la comunidad estudiantil y vincular al sector social en la problemática ambiental.
La maestra Ana Rosa Castellanos, coordinadora de vinculación y servicio social, indicó que las actividades forman parte del plan de gestión ambiental y sustentabilidad, que corresponde al inicio del primer programa de gestión y manejos de residuos sólidos. Por lo que es crucial en este proyecto la integración de grupos de trabajos de toda la Red Universitaria que han venido trabajando con acciones de manejo y protección al ambiente. Inician con los comités de trabajos de los centros universitarios, luego el sistema de educación media superior y al final la administración general de toda la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El proyecto busca motivar a la comunidad universitaria para que en conjunto se forme una responsabilidad y ser ejemplo de la gestión de residuos, de proyectos de sustentabilidad ambiental que generen vida, entorno saludable. Logren climas de trabajos con mejores condiciones.
El programa de capacitación está a cargo del departamento de ciencias ambientales del centro universitario de ciencias biológicas y agropecuarias. La maestra América Losa Llamas, jefa del departamento, señala que la capacitación se realizará en tres etapas. La primera que ya se realizó para los centros universitarios, la segunda para el sistema de educación media superior y la tercera etapa dirigida para la administración general.
El trabajo del departamento de ciencias ambientales, a decir de la maestra Losa Llamas, está encaminado a elevar la calidad de vida con relación a los planes de acción mundial, precisar actividades que buscan fijar la responsabilidad en el hombre sobre el desecho de residuos sólidos, por lo que dividen su plan de acción en tres etapas. La primera busca saber manejar este tipo de residuos urbanos, sensibilizar a la comunidad universitaria en un cambio de conducta que conlleva a trabajar en las tres R: rehúso, reciclado y reducción”.
Las personas que asistan a la capacitación deberán llevar un programa específico de acuerdo a sus necesidades, según los propios desechos que se generen en su centro, por lo que deberán realizar un diagnóstico del tipo de residuos que cada uno genera de acuerdo con sus actividades.
Una vez identificado las necesidades, se implementa la separación secundaria donde los residuos inorgánicos se separan en metales, plásticos, vidrio y papel para reutilizarlos o venderlos como una manera de generar ingresos que se inyectarán en los propios proyectos. “Lo que se ve como basura son residuos con un costo que se le va a dar un rehúso al mismo”. En esta etapa trata sobre el manejo de residuos peligrosos que sean corrosivos, reactivos, infecciosos, tóxicos y biológicos infecciosos.
Finalmente, la tercera etapa es la evacuación y monitoreo de los programas para verificar la efectividad de los servicios y donde realizarán los reajustes y se cumplan los objetivos.
Por su parte, el doctor Gilberto íñiguez Covarrubias, investigador del centro universitario de ciencias exactas e ingenierías CUCEI, indica que en su centro se han avocado a resolver la parte más difícil de la problemática de la basura que se refiere a los desechos orgánicos, que es el punto al que menos se le hace caso, caso pero que más problemas genera.
Resalta que hay que fomentar en el universitario el cambio de los hábitos de consumo y tomar conciencia que quien quiere contaminar es porque no está informado de las diversas maneras de no producir más basura. El investigador pone como ejemplo del consumidor de café que, ya consciente, lleva su propia tasa y le cobran menos además de que no contaminar el ambiente con el consumo del vaso de plástico.
Para íñiguez Covarrubias, en ocasiones la sociedad civil responde más rápido que las propias autoridades, como es el caso de algunas cadenas comerciales en el Distrito Federal que mientras los diputados federales se ponen de acuerdo para prohibir el uso de los plásticos, ellas ya promocionan una bolsa de plástico degradable en más de uno a dos años. Quizá no es la solución más idónea, pero ya ejercen acciones para resolver el problema.
Aunque surge una interrogante sobre el uso de las toneladas de basura ya separada, y es allí cuando la Universidad de Guadalajara tiene una puerta abierta para resolver el problema más rápido, a través de la investigación y oportunidades de negocio, según Covarrubias. Agrega que la comunidad hace el esfuerzo por separar los desechos, éste se difumina porque en el basurero se vuelven a juntar.
Con la renta de un terreno de 12 mil metros cuadrados, el CUCBA se dio a la tarea de trabajar con los desechos sólidos que ya comenzó usar la comunidad del fraccionamiento de Valle Real integrada por mil 400 casas; por lo que el maestro íñiguez, extiende la invitación a otros centros universitarios a llevar sus desechos orgánicos a ese campo, donde si es posible el manejo de los desechos orgánicos. Hay que tomar conciencia que los rellenos sanitarios mundialmente tienden a desaparecer por todos los problemas que genera al mundo.

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