Mary Fafutis Morris

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Estudiosa de la inmunología y la lepra, Mary Fafutis Morris fue elegida como miembro regular de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) por su destacada trayectoria como investigadora y académica y sus aportes en el ámbito de la salud.

Con más de 30 años de trayectoria en la Universidad, específicamente en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), la académica ha realizado diversos estudios, además de dirigir el Centro de Investigación en Inmunología y Dermatología, con sede en el Instituto Dermatológico de Jalisco.

Junto con otros investigadores ha desarrollado estudios encaminados a crear un tratamiento con base en la inulina, un azúcar que se extrae del agave, para disminuir los efectos de la cirrosis hepática, el cual fue patentado y difundido con efectos favorables en los pacientes.

Adscrita al Departamento de Fisiología del CUCS, tiene una maestría en Ciencias y el doctorado en Ciencias Biológicas, con especialidad en Inmunología, por la Universidad de Guadalajara. Ha realizado dos estancias académicas en Japón y Estados Unidos. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel II).

¿Qué importancia tiene para su carrera ser parte de la AMC?
Cuando uno está dentro conoce su importancia. Hasta que asistí a la ceremonia donde se nos entrega el pergamino, me di cuenta de la cantidad de actividades que realiza la AMC. Yo creo que podemos tener más colaboración con otros investigadores, porque vamos a tener acceso a las becas que hay, hay una muy importante que es la Beca L’Oreal que es exclusiva para las mujeres y no tiene límite de edad, y es para apoyar proyectos de investigación, entonces si uno no pertenece a este tipo de academia, sociedades o asociaciones no se da cuenta de que existen estos de premios o convocatorias a los cuales podemos acceder, ya que cada vez está más restringido el apoyo para la investigación; eso y la colaboración con pares, que nos da la posibilidad de retomar contactos e intercambiar información.

¿Ha sido difícil hacerse un lugar en la comunidad científica por ser mujer?
Las mujeres somos como ubicuas, podemos ver cómo está el panorama y atender la casa y los hijos mientras estudiamos, sí es un poco más complicado que para los hombres. Y sí escucho que muchas mujeres se quejan de que es más difícil hacer investigación siendo mujer. Sin embargo yo, como mujer, no he encontrado obstáculos para mi desarrollo profesional, quizás porque he sido muy terca.

¿Cuál ha sido la importancia de dirigir el Centro de Investigación en Inmunología y Dermatología?
Es como un brazo, una extensión de lo que hacemos. Ese centro de investigación se creó mediante un convenio de colaboración entre el Instituto Dermatológico de Jalisco Doctor José Barba Rubio y la Universidad de Guadalajara. Lo que nos proporciona el instituto dermatológico es el espacio físico, los equipos, los reactivos y los investigadores y el personal somos de la UdeG. Inicialmente mi línea de investigación era inmunología de la lepra, por eso es la creación de ese centro de investigación que nos ha permitido estar más cerca de los enfermos y reaccionar cuando estos llegan a pedir atención.

¿En qué investigación trabaja actual-mente?
Es ver nuevamente el aspecto inmunológico de los pacientes con lepra desde el punto de  vista de inmunidad innata, y eso lo estamos desarrollando con un alumno del doctorado de Ciencias Biológicas; y el otro proyecto que estamos llevando a cabo es con una alumna de sexto semestre que no tiene nada que ver con lepra, pero es un trabajo interesante que se trata de ver cómo una bacteria de la microbiota intestinal, que se llama Lactobacilos GG y libera una proteína que se llama P40, impacta favorablemente en los epitelios intestinales y cutáneos y evita lesiones, aunque esto aún se está haciendo a nivel de líneas celulares para conocer sus reacciones.

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