La plataforma Moodle es utilizada por 50 millones de personas en 200 países, de las cuales dos millones son profesores. Disponible en más de cien idiomas, este software de aprendizaje de código abierto ha representado una de las grandes revoluciones en la historia de la educación. Pero su creador, el australiano Martin Dougiamas, es modesto: “La que revolucionó la educación es Internet. Moodle solamente es una herramienta”.
En la década de los 90, él trabajaba con profesores, enseñándoles a utilizar Internet y cuando desarrolló Moodle, trabajaba en la Universidad Tecnológica de Curtin. En aquel tiempo aquello fue una sacudida para los docentes al darse cuenta del universo de información disponible. Cuándo Douguiamas les puso todo en un solo lugar, aquello desató una efervescencia, a pesar de que en esa época previa a la era 2.0, la interactividad tenía algunos obstáculos.
Douguiamas, fundador y CEO de Moodle, ofreció una conferencia en el Centro Universitario de Ciencias Económicas y Administrativas. En entrevista, habló sobre esta plataforma gratuita, que comenzó a diseñar en 1999 como un hobby y ahora es implementada por mil 300 universidades e institutos para el aprendizaje en línea. Y también conversó sobre su visión de cuál es el futuro de la educación.
¿Moodle cambió la historia de la educación para siempre?
No creo que el parteaguas haya sido Moodle como tal. La gran estrella es Internet en general. Moodle simplemente lo que hace es juntar todos los recursos, una página, un video de YouTube en un mismo espacio, en un mismo curso. Es más el internet, que el Moodle en sí.
¿Cuál es el futuro de la educación?
Lo ideal es una educación híbrida, no sólo virtual. La educación es la combinación de un ciento de cosas. No se puede cerrar a que la educación sea una sola cosa, con Moodle le damos al profesor una caja de herramientas para que haga lo que guste hacer con una mezcla de todo.
¿Porqué alguien que crea una plataforma de ambientes educativos virtuales cree que la educación no debe ser virtual solamente?
Eso es lo que la educación es. Todo es una combinación de distintos puntos, de relaciones, de empatías y no es bueno que haya un absoluto. Hay educación centrada en maestros, en objetivos, educación cara a cara y educación en línea. Entonces, todo realmente se forma de pequeñas partes alrededor. Lo ideal es que todos tengan acceso y todos puedan interactuar tanto lo virtual como en lo personal.
¿Cómo lograr que dentro de toda esta avalancha tecnológica de dispositivos móviles y de pantallas táctiles no se pierda de vista al estudiante y esa relación humana con el maestro?
Existen muchas maneras para lograr que no se pierda la atención al alumno. Uno de ellos es el trabajo que estamos haciendo con las interfaces de usuarios que van dedicadas a ciertos puntos y los análisis de los usuarios. Hay programas y cursos enfocados al apoyo tecnológico a maestros y alumnos. Moodle hace análisis de patrones y del trabajo a los usuarios. En este análisis uno se enfoca en los puntos rojos, en los puntos de riesgo y así el profesor quizá no puede estar al pendiente de todo pero la misma plataforma le va dando estos focos y su intervención puede ir más a rescatar el alumno o tratar de detectar el problema.
¿Cuál es su consejo para quienes, aunque lo utilizan, aún no explotan lo suficiente el uso de Moodle?
Moodle ya es un software algo viejo, pero es muy profundo. Y creo que todos los usuarios se quedan en la superficie. El mayor consejo que puedo dar es aprender a usar Moodle, a explotarlo. Es mejor que muchas herramientas. Tiene lo necesario, pero hay que aprender a usarlo.
