Marea roja en Bahía de Banderas

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Gymnodinium catenatum es una microalga unicelular, cosmopolita de temperaturas templadas a tropicales. En el ambiente marino se presenta de dos formas diferentes, una móvil y una a manera de quiste de resistencia, el cual se deposita en el sedimento o piso del océano. La forma móvil se desplaza usando dos flagelos muy eficientes para los movimientos ascendentes y descendentes dentro de la columna de agua, de este modo le permiten permanecer cerca de la superficie del agua en el día para realizar la fotosíntesis, y a profundidad durante la noche para el consumo de nutrientes. Las células móviles de Gymnodinium catenatum a menudo permanecen en cadenas de 4, 8, 6 hasta 64 células en condiciones ambientales favorables. Este dinoflagelado tiene la capacidad de generar mareas rojas importantes, provocado severas intoxicaciones de personas por envenenamiento paralítico por consumo de mariscos (PSP), así como mortalidad de larvas de camarón, peces y otros invertebrados.
En Bahía de Banderas, se han registrado dos notables florecimientos de G. catenatum, el primero de ellos en Marina Vallarta (en abril del 2001), con alrededor de dos millones de células por litro; el segundo de ellos se presentó con una mayor cobertura desde la dársena portuaria, Destiladeras e Islas Marietas, con abundancias máximas del orden de un millón de Céls.L-1. Ambos eventos tuvieron una duración aproximada de una semana.
G. catenatum está asociado a la producción de PSP (paralytic shellfish poisoning) o intoxicación paralizante por consumo de moluscos, la cual es una biotoxina marina causada por un grupo de moléculas conocidas como saxitoxinas y gonyautoxinas. Este tipo de toxinas han sido las más estudiadas desde hace algunas décadas, cuando se descubrió que actuaban selectivamente sobre las membranas nerviosas. Por esta razón se clasifican dentro del grupo de las sustancias naturales neurotóxicas.
Las PSP pueden ser liberadas en el molusco bivalvo (ya sea almejas, ostiones, mejillones, callo de hacha, pata de mula, etc.) al ser consumido, o pueden dispersarse en el mar al ser solubles en agua. Aunque Gymnodinium catenatum ha generado notables florecimientos algales en Bahía de Banderas, no existen hasta el momento reportes de intoxicación en humanos ni problemas por contacto con agua de uso recreacional en esta localidad.
En general, las toxinas de las mareas rojas pueden llegar a afectar a la salud humana en diversas formas y grados según la vía a la que se expongan las personas. Es decir, que los riesgos de intoxicación en humanos dependen de la genética de cada individuo, de su estado actual de salud, peso, tipo de toxina y de la cantidad de toxina presente en el molusco consumido. Particularmente las PSP son estables al calor, así que cocinar el molusco no remueve la toxina. Se menciona que las menores dosis que ocasionan síntomas leves de PSP en los seres humanos varían entre 120 y los 304 µg/100 g de carne consumida por persona. Sin embargo, en la mayoría de los países utilizan o aplican un factor de tolerancia de 80µg/100g de carne comestible del molusco para proteger a las personas más susceptibles (niños, ancianos, enfermos).
En Bahía de Banderas la COFEPRIS a través de la Dirección de Regulación Sanitaria es la autoridad sanitaria que advierte a la población cuando la toxicidad está en el límite máximo.
La intoxicación del tipo PSP por lo general es causada por el consumo de moluscos bivalvos que se extraen de áreas recién afectadas por eventos de marea roja tóxica. De esta manera una vez que la toxina se ingiere, es absorbida muy fácilmente desde la mucosa bucal hasta la gástrica provocando de inmediato su acción neurotóxica. Los reportes acerca del tiempo que tardan en presentarse las primeras manifestaciones de intoxicación varían de 15 minutos hasta algunas horas.
Existen varios tipos:
Intoxicación leve o moderada. Las manifestaciones que se presentan en este grado de intoxicación son una parestesia peribucal referida como sensación de “hormigueo” alrededor de la boca, que al paso de los minutos se percibe en manos y pies. En muchos casos en la cara y el cuello, asimismo se presenta una ligera sensación de malestar de la cabeza y náuseas.
Intoxicación severa: Se alcanza este grado de intoxicación cuando la persona afectada presenta el cuadro clínico de intoxicación leve, al mismo tiempo incoordinación al hablar, parestesias en brazos y piernas, incoordinación de extremidades, adinamia o ausencia de movimiento, alteración de pulso y dificultad respiratoria.
Intoxicación extrema: Este caso grave de intoxicación se presenta cuando se manifiestan los grados anteriores además de parálisis muscular flácida, visión doble, disnea pronunciada (falta de aliento, dificultad para respirar) y paro cardiorrespiratorio.
Si llegara a intoxicarse y presentar este tipo de síntomas después de consumir algún tipo de moluscos bivalvos consulte a su médico inmediatamente y avise a las autoridades de protección a la salud. No hay antídoto para la toxina PSP por lo que la persona deberá mantenerse despierta y respirando hasta que los nervios queden libres de la toxina. Respecto al posible tratamiento el paciente requerirá un lavado de estómago y respiración asistida.
Es importante mencionar que los moluscos bivalvos (mejillones, almejas, callo de hacha, ostiones, pata de mula, etc.) son animales marinos que adquieren su alimento mediante la filtración del agua donde viven. Sin embargo, en su proceso de alimentación también ingieren a las microalgas o fitoplancton marino, por lo que absorben las biotoxinas y otros contaminantes que puedan estar presentes en el medio acuático acumulándolos en sus tejidos. El consumo de estos moluscos puede causar procesos patológicos llamados biointoxicaciones.
Para proteger la salud de la población de posibles intoxicaciones, en Bahía de Banderas existe una red de vigilancia continúa para documentar la presencia de florecimientos algales (o mareas rojas). Esta red está integrada por el Centro Universitario de la Costa, el Sector Salud y la Sector Naval Militar de Puerto Vallarta, quienes realizan programas de monitoreo para detectar la presencia de especies fitoplanctonicas tóxicas como Gymnodinium catenatum entre otras. Tan pronto como su presencia es registrada, se prohíbe la extracción y comercialización de productos del mar (moluscos bivalvos) procedentes de las áreas afectadas. Por lo tanto, se recomienda a la población no consumir moluscos bivalvos (por ejemplo en ventas ambulantes) si no se conoce el estado sanitario del agua de la zona, especialmente cuando se presentan episodios de mareas rojas como los anteriormente descritos.

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