La guerra sucia basada en mentiras, difamaciones y ofensas en contra de la Universidad de Guadalajara, con el ánimo de dañar la autonomía institucional no ha rendido frutos, ya que la Universidad es una de las instituciones que mayor confianza suscitan en la sociedad jalisciense, manifestó su Rector general, Marco Antonio Cortés Guardado.
“Pueden estar seguros de que no le van a hacer nada a la Universidad sino que más bien [la sociedad] se va a volcar en contra de ellos”.
El Rector general dijo confiar en que la sociedad debe darse cuenta de que por parte del Gobierno del Estado “se están diciendo mentiras, calumnias y que nosotros confiamos en que la población no las asuma como si fueran verdades”.
Después de que en los últimos 30 días, más de 15 mil universitarios salieran a las calles en demanda de más recursos, para el Rector general, la respuesta del gobernador del estado refleja una total falta de sensibilidad frente a demandas justas de la Universidad. “Refleja cerrazón y desprecio por las necesidades sentidas por la sociedad jalisciense, desprecio por la educación superior pública en Jalisco”, manifestó Cortés Guardado.
Agregó que la campaña de difamación y guerra sucia ha subido de intensidad, lo cual justifica todavía más la expresión pública de las inconformidades y demandas de los universitarios.
Es así que el próximo 29 de septiembre, más de 50 mil integrantes de la comunidad universitaria saldrán a las calles en demanda del presupuesto que permita aumentar la matrícula, garantizar la mejora permanente de la calidad en docencia, educación y difusión cultural y también la vinculación más estrecha con el aparato productivo.
Para el Rector general, la comprensión por parte de la sociedad hacia la manifestación masiva está garantizada porque las demandas van en beneficio de los jóvenes jaliscienses. Se espera obtener una respuesta positiva por parte del Ejecutivo estatal.
En esto coincidió el rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), maestro Tonatiuh Bravo Padilla, al decir que la sociedad tiene muchas razones para apoyar la marcha por la educación y por la Universidad. “La sociedad es la primera interesada en que los jóvenes de hoy en día tengan oportunidades incluyentes para realizarse”, añadió que las peticiones de la universidad se basan en que un país sin educación no tiene futuro.
“El espiral de violencia que estamos viviendo como país, nos hace voltear a ver la educación como la formadora de estado de derecho, la formadora de ciudadanía y sobre todo para que podamos tener un modo digno de vivir”.
UdeG en riesgo
Los derechos de los jóvenes están siendo afectados en la medida en que no hay más espacios y más oportunidades para que puedan obtener un lugar en el nivel superior, denuncia el presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), César Barba Delgadillo y acusó al gobernador del estado de desairar a la comunidad estudiantil.
“Quien está obstaculizando que se abran nuevos lugares en la UdeG es Emilio González Márquez porque la Universidad con 700 millones que le dio el gobierno federal construyó 15 mil nuevos espacios. Si Emilio hubiera cumplido su palabra, hubiera tenido pantalones y visión de Estado, tuviéramos 15 mil lugares más, el culpable de que los jóvenes estén en la calle y se dediquen a la delincuencia es Emilio González Márquez”.
Los académicos y trabajadores administrativos, parte fundamental en la operación de la institución, se ven amenazados por la falta de recursos financieros, ya que hasta la fecha no ha sido entregado el cheque por la cantidad de 177 millones 40 mil pesos, fondos correspondientes al pago de la nómina de los trabajadores de la Universidad de Guadalajara.
Por tal motivo, según estimaciones del Secretario general del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUDEG), a la macro movilización asistirán entre ocho y diez mil profesores, quienes exigirán una respuesta positiva por parte del gobierno de Jalisco. “La actitud del gobernador es soberbia, grosera, majadera y maleducada, que trata con poca dignidad a la Universidad de Guadalajara y a su comunidad. Para él sólo le merecemos un total desdén y desprecio, a las muestras de civilidad política y a los justos reclamos que hemos venido haciendo”, resaltó el líder del grupo sindical.
Por parte del Sindicato íšnico de Trabajadores de la Universidad de Guadalajara (SUTUDEG), su Secretario general, Francisco Díaz Aguirre, resaltó que los trabajadores administrativos necesitan por lo menos un aumento del 20 por ciento al salario. “Nosotros no estamos en el aula, no estamos en el laboratorio, pero lo que está en el aula y en esos laboratorios funciona porque nosotros hacemos nuestro trabajo, entonces lo justo es que se nos reconozca y se nos retribuya”.
La comunidad se manifiesta
La macro movilización que se realizará el próximo 29 de septiembre será una marcha pacífica, en la que no habrá problemas gracias a que las autoridades han planeado una logística que garantice la seguridad de todos los participantes, aseguró el Rector general. “Que la comunidad universitaria esté muy abierta a lo que escucha y a lo que se declare, no solamente de parte del gobierno sino de otros actores que estén tratando de generar incertidumbre a través de la marcha”.
Sin educación pública, Jalisco pierde
Carmen E. Rodríguez Armenta
Coordinadora general de Planeación y Desarrollo Institucional de la Universidad de Guadalajara (COPLADI)
Es con educación como mejor afrontamos los problemas cotidianos de la vida, pero también los difíciles. Con educación es como obtenemos mejores remuneraciones económicas y mejores condiciones laborales. Con educación aprendemos a dirimir los conflictos de mejor forma y participamos en los problemas colectivos de nuestras comunidades. Los gobernantes educados buscan extender los beneficios de la educación a toda la población que gobiernan.
En México, el gobierno de Felipe Calderón propuso que el 30 por ciento de los jóvenes en edad escolar tengan garantizada una butaca en las aulas universitarias al terminar el presente sexenio. Hoy en Jalisco el porcentaje es de 26.2 por ciento, el cual se encuentra por debajo de la media nacional.
Al multiplicar estos números por el total de la población jalisciense encontramos una cifra dramática: 478 mil 386 jóvenes tiene edad, ganas y capacidad para estudiar pero no tienen un lugar para hacerlo. El motivo fundamental es que la Universidad ha tenido un presupuesto cada vez menor para atender una demanda cada vez mayor.
El gobierno de Jalisco en un papel de poca seriedad ha negado un presupuesto justo a su universidad pública que le permita atender de inmediato este problema cada vez mayor. La Universidad, en cambio, ha demostrado que su calidad es reconocida en el país por organismos externos que la evalúan y por la propia Secretaría de Educación Pública. En cambio, el presupuesto ordinario que le otorgan a la UdG la ubica a cuatro posiciones antes del último lugar nacional. De ese tamaño es la desigualdad que nos indigna.
El gobernador del estado no sólo ha negado otorgar mayores recursos presupuestales a la UdeG, sino que además ha incumplido sus compromisos ante el Gobierno Federal, pero sobre todo ante los jaliscienses, en los recursos que solidariamente se comprometió por escrito otorgar a la Universidad desde el 2007 para diversos programas, sumando a la fecha un adeudo por 701 millones de pesos.
El futuro de Jalisco se construye con empleos, empresas, carreteras, puertos y ciudades competitivas, que atraigan inversiones y turismo de impacto positivo. Pero todo eso requiere de personas preparadas. Para esas personas, que en su mayoría, no pueden pagar una educación privada, la UdeG es la opción.
Sin apoyo, visión ni sensibilidad gubernamental, el que pierde es Jalisco.
