Luvina una revista muy maja

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Luvina ya circula por los estantes, las mesas de café, las manos y los ojos de los españoles. El pasado 21 de octubre, la directora de la revista, Silvia Eugenia Castillero, hizo la presentación formal en Madrid, junto a Igor Lozada (secretario de Vinculación y Difusión Cultural) y Raúl Padilla (director de la FIL).
La sede fueron las instalaciones de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), organización dedicada a proteger los derechos de los creadores hispanos y gestionar su difusión, que además cuenta con una red de librerías en colaboración con la Fundación Autor. El nombre de éstas es Arteria y en dichos espacios los españoles pueden comprar su Luvina por seis euros. Así, la revista literaria de la Universidad de Guadalajara llegará hasta Barcelona, Santiago de Compostela, Madrid y próximamente Bilbao.
Por esos días también la FIL anunciaba a la comunidad española de Castilla y León como su siguiente invitado de honor. En principio, ambos eventos surgieron y se desarrollaron de manera independiente. Las agendas coincidieron, simplemente. Aunque no tan simplemente, pues según Castillero esta incursión trasatlántica forma parte de un plan cultural del que se desprenden otras muchas ramas, como la FIL misma, y otro proyecto internacional que ha coincidido a su vez con el invitado de la FIL de este año: la UDGLA, la sede en Los íngeles de la UdeG.
Para Castillero, Luvina no llega a puerto extraño, sino a un panorama que ha evolucionado en conjunto con este lado del mar. “Siempre a España le ha interesado lo que pasa en América Latina. Somos una sola cultura con dos caras. Por eso siempre estamos encontrándonos, viéndonos en un espejo”.
Así Luvina se suma a Letras libres en la reconquista editorial, literaria e intelectual que ya desde la revolución versificada de Rubén Darío empezó a vislumbrarse; pero a diferencia de la heredera más directa de Vuelta, Luvina no producirá contenido específico para España: serán exactamente los mismos textos, las misma páginas, las misma palabras. “Seguramente los autores españoles tendrán más interés en colaborar, pero fuera de eso no habrá ningún cambio en la línea editorial. Todo va a seguir igual”, expresa Silvia Eugenia.
Si bien reflexiona sobre tópicos de actualidad, como la ciencia, la guerra, el poder y la violencia, Luvina es principalmente una antología trimestral de poemas, narrativa, ensayo literario y obra plástica en torno a un sólo tema, de modo que cada facsímil es atemporal y no caduca al comenzar un nuevo mes. Por eso se llevaron para exhibir todos los números del año en curso y no sólo el más reciente –el 56–, “Voluntad de Hallazgo”, sino que también el número 55, “Habitaciones extraordinarias”, y el 54, “Letras al aire”.

La web y la red
No sólo en territorio extranjero busca Luvina extender su alcance. Como publicación universitaria, su atención la enfoca a la comunidad de la que surge: “Luvinaria” y “Luvina joven” son dos proyectos que estrechan a los estudiantes con la revista.
Ambos provienen de las aulas de la Red universitaria y desembocan en los bits de world wide web. Ambos surgieron de la necesidad de unir lazos entre diferentes áreas literarias de la Universidad. “Cuando empecé a dirigirla, Luvina no era conocida en el Departamento de Letras”, dice Castillero. “Por eso lo primero que hice fue presentarla ahí, para hacer conexión”.
De este modo, “Luvina joven” fue el primer programa de vinculación estudiantil en funcionar. Se trata de talleres de literatura impartidos por estudiantes de la licenciatura en letras hispánicas en 20 preparatorias de la UdeG, a más de 200 estudiantes de bachillerato. A cambio, se les libera el servicio social o las prácticas profesionales, al tiempo que colaboran con los profesores de preparatoria y obtienen experiencia docente. Pero los resultados no quedan ahí: los mejores textos de los talleristas don publicados en la página web de Luvina.
El siguiente paso para Silvia Eugenia fue “Luvinaria”, otra sección del sitio en el que se han publicado ensayos literarios de estudiantes universitarios, aunque casi todos de letras hispánicas. Para diversificar las colaboraciones, existe el plan de realizar cursos de escritura creativa en otras licenciaturas. El primero será en enero, durante la Semana de la física, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías. “Queremos hacer una cruzada por todos los centros universitarios, para que los médicos, ingenieros, diseñadores… en fin, para que todos los universitarios puedan explotar su vena literaria”.

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