Los jóvenes al centro

1112

Para adolescentes como Gabriela Alejandra y Paulo César, de 14 y 15 años, respectivamente, la drogadicción, las malas compañías y lo referente a sexualidad son sus principales preocupaciones.
“Es complicado entendernos –comentan–, pero los adolescentes y jóvenes sí queremos hablar con los adultos”. Sólo hablan con sus amigos, porque son a los que les tienen confianza y entienden mejor sus “ondas”. Lo explican de esta manera: “Las malas compañías es lo que te influye. El querer ser aceptada en un grupo social, como de los populares, es lo que más te hace hacer lo malo. Mis papás me dicen ‘hija, con cuidado’, pero nunca se han puesto a hablar muy claramente. No se me hace mal, porque saben que la escuela da ese apoyo y tal vez ellos no tienen la capacidad de entenderlo o explicarlo como alguien que ya está acostumbrado”, afirma Gabriela Alejandra.
La doctora en medicina Monique Chireau, asesora del gobierno de Estados Unidos en cuestión de políticas públicas para jóvenes y especialista de la Universidad de Duke, de visita en Guadalajara para participar en el simposium Adolescentes en las políticas públicas, hizo hincapié en que los adolescentes no son robots.
“La dopamina, hormonas, los niveles de testosterona y los neurotransmisores influyen en la conducta de los adolescentes y representan una realidad que hay que enfrentar”, indicó la experta.
El adolescente, descrito por Paulo César, es “medio ignorante”, porque lo único en lo que piensa es en divertirse y en el noviazgo. “El adolescente no se pone a ver qué pasa si no aprovecha las oportunidades. No piensa en el futuro”.
Gabriela Alejandra reconoce: “No pensamos en lo que va a pasar. Pensamos en el momento”.
La doctora Chireau explicó que los adolescentes viven pensando y sintiendo impulsos constantemente. “No son capaces, especialmente los adolescentes, de conocer los límites. Debemos orientarlos a tomar decisiones, diciéndoles el proceso para elegir de manera correcta. Los adolescentes quieren hablar con los adultos y no sólo estar con sus grupos”.
En este caso, Paulo César considera que es apoyado por un adulto: su madre. “La autoestima y temas como la sexualidad que los padres no quieren comentar, pienso que son problemas de los jóvenes. Yo recibo mucha ayuda de mi mamá y de la escuela. Mis problemas se los platico a mis amigos y luego le cuento a mi mamá lo que nosotros pensamos y ella me orienta, pero la mayoría de mis amigos no lo hacen así, tal vez porque piensan que los pueden regañar”.
El simposium sobre jóvenes fue realizado en días pasados por la asociación civil Axios, misión mujer, organismo que busca prevenir los riesgos psicosociales en la adolescencia a través de la educación y formación de seres humanos con valores, responsables de sus actos, con un plan de vida, que preserven la familia como eje central. Hasta el momento han apoyado y orientado a 29 mil 330 adolescentes. El programa Axios está presente en 10 escuelas de la zona metropolitana de Guadalajara (en Oblatos y El Colli) y en Guanajuato, informó Benjamín Manzano, investigador del Programa Axios, el cual también trabaja por orientar a los jóvenes a desarrollar su proyecto de vida.
“No podemos transformar la realidad en la que está inmerso el adolescente, pero podemos ayudar a que cambie su actitud ante lo que va a enfrentar, sobre todo ante las conductas de riesgo que viven hoy”. Para ello, promueven valores como el autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, toma de decisiones, solución de conflictos, pensamiento crítico y creativo y manejo de emociones, entre otros aspectos.
Gabriela Alejandra asegura que nunca ha buscado apoyo para resolver sus problemas en programas gubernamentales o asociaciones. “Yo tuve un problema de relación de noviazgo. Obviamente te sientes muy mal, pero nunca acudí a un psicólogo o así, pero mi coordinadora de Axios se acercó a mí. Fue el único apoyo y me recuperé”.
En una de las conferencias del simposium, Miguel Carreón, director del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), aseveró que el gobierno federal ha realizado programas de apoyo para los jóvenes, pero son ellos los que no se interesan en conocerlos.
“Tenemos datos, una idea clara de a dónde queremos ir. Sabemos hacia dónde impulsar a la juventud. Un dato más relevante es que los jóvenes no participan(…) Nos hemos convertido en habitantes y no en ciudadanos. Los jóvenes que participan a nivel nacional, son el 12 por ciento, de los cuales el 80 por ciento lo hacen en asociaciones religiosas o deportivas. El que nadie participe en fortalecer el tejido social, nos debe llevar a una conciencia más crítica de cómo impulsar a la juventud. Si los jóvenes participaran, éste país sería otro, un país mucho mejor. Es necesario mover conciencias y decirle a la juventud que se ponga a trabajar”.
Al respecto, Paulo César reconoce que nunca ha buscado apoyo de nadie y menos del gobierno. “Yo siento que es porque el gobierno no nos da a conocer las ventajas que tendríamos si tuviéramos esos apoyos”, pero Gabriela Alejandra considera que “no toda la culpa la tiene el gobierno. En cosas como las becas, no te las van a ofrecer si ven que no las vas a aprovechar”.

La generación de la oportunidad
El director del Imjuve agregó que es prioridad del organismo convertir el tema de la juventud en una política de Estado y dio a conocer datos de la más reciente Encuesta nacional de la juventud 2010. Revela que en México existen 36.2 millones de jóvenes entre 12 y 29 años, de los cuales el 49.2 por ciento son hombres y el 50.2 mujeres. Más de la mitad se concentran en ocho estados de la República mexicana, entre éstos, Jalisco.
En cuanto al desempleo juvenil, informó que aumentó de un 11 a 13 por ciento en el ámbito mundial, pero aseguró que en el caso de México, el número es de 10 por ciento, sumados al 21 por ciento de jóvenes que no estudian ni trabajan.
Ante esta cifra, el Imjuve propone promover el emprendimiento entre los jóvenes, reforzar la responsabilidad social entre las grandes, pequeñas y medianas empresas, contribuir a la aprobación de una reforma laboral que los beneficie por medio de esquemas flexibles de trabajo e inserción en el mercado y fortalecer los programas de primer empleo existentes.

Gente joven en acción
Ravi Karkara es especialista en adolescencia y juventud de la Unicef. De acuerdo a su experiencia internacional, comentó que la participación de la juventud es crucial para dar forma a la democracia.
Agregó que los jóvenes de distintos países tienen la misma información y pueden contribuir a que cambie el mundo. Para ello es necesario trabajar en las actitudes individuales y de la sociedad. “Dar apoyo a los adolescentes, no como niños de futuro, porque son nuestro presente en este momento”.
Comentó que recientemente el gobierno de Mongolia reunió a niños, hicieron una consulta durante cinco meses y un simposium nacional, en el que analizaron la forma en que se podía llegar a los adolescentes.
“Fue una política pública muy efectiva. Hubo una gran participación. Fue muy incluyente y el gobierno tomó en cuenta la voz de los jóvenes”.
También ejemplificó que en Kazajstán el gobierno se propuso conocer qué problemas vivían los jóvenes como actores sociales y participantes en la toma de decisiones. En ese proyecto los adolescentes hablaron públicamente sobre cuestiones de reproducción, suicidio y problemas de salud mental.
“El ministro concluyó que iban a realizar procesos para revisar las normas de la juventud desde el punto de vista de los mismos jóvenes. Lo interesante de este proceso es que capacitaron a 40 adolescentes para que fueran facilitadores, con representación de diferentes grupos étnicos. Durante siete meses hicieron consultas sobre qué podía hacer el gobierno para cambiar la posición de los jóvenes y qué puede hacer la sociedad civil para apoyar este cambio, preguntándoles: ¿qué es lo que ustedes como jóvenes pueden hacer para contribuir a este proceso social?”.
El especialista de la Unicef comentó que en Nepal y Sudáfrica la población joven formó clubes que tratan temas como sus derechos y obligaciones en la sociedad. También los niños participan en la construcción de su país.
“Hay que encontrar la manera de que los adolescentes participen y otorgarles la dignidad que merecen. Pensamos que su participación se limita a organizar grupos de trabajo o de consulta, pero lo ideal es que llegaran a trabajar directamente para establecer un diálogo continuo y que todo el mundo sienta que se les respetan sus derechos. Metodologías participativas e inclusivas, equitativas y no discriminatorias, que contribuyan al desarrollo de la capacidad y bienestar individual”.

Orientación para saber elegir
“La juventud debería tener una oportunidad activa de tomar parte en las decisiones locales, nacionales y a escala global”, suele mencionar el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, pero Paulo César a sus 15 años concluyó: “Si el gobierno nos hiciera ver lo malo que es no pensar en el futuro, nos ayudaría”.
Gabriela Alejandra también sugiere más orientación y consejos. “Que me digan por ejemplo: ‘esta prepa te conviene por esto y si tú eliges ésta, te vas a hacer más despapayoso’. Entonces, si tus papás te dieran esa información de beneficios y consecuencias negativas en cualquier problema que tuviéramos, tal vez cinco opciones por ejemplo, con eso sería más fácil elegir la buena o la que quieres para ti mismo”.

Artículo anteriorXIV Congreso Internacional Avances en Medicina 2012
Artículo siguienteMal servicio del Tur