Los beneficios del abono orgánico

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La búsqueda de alternativas en el mejoramiento nutrimental del suelo es variada y constituye un producto manejado por las grandes casas comerciales por su demanda y su rápida aplicación y respuesta. Sin embargo, la economía del productor cada vez se encuentra mermada por el alza continua de estos insumos, orillando al mismo a la búsqueda de nuevas alternativas, donde los abonos orgánicos son una respuesta.
El valle de El Grullo-Autlán es una región completamente agrícola, donde la siembra de cultivos básicos es primordial en su economía. Para los productores la implementación y uso de abonos orgánicos podría ser una alternativa en el enriquecimiento de sus suelos a largo plazo.
No se busca sustituir la aplicación de los fertilizantes convencionales o “químicos” (como son llamados por algunos productores), sino complementar el uso del abono orgánico con el convencional, en pro de ese beneficio.
Los abonos orgánicos son generados a partir de diferentes orígenes, los cuales pueden estar formados principalmente de residuos de animales, como estiércoles (bovinos, caprinos y porcinos principalmente) y de la cosecha, complementados con otra serie de componentes, como aserrines, cachaza (residuos de la molienda de la caña de azúcar) e incluso de tierra común y corriente.
Con el objetivo de obtener información sobre el grado de conocimiento, manejo, aplicación y de costos de abonos orgánicos por parte de los productores de la Confederación Nacional de la Propiedad Rural (CNPR) en el valle de El Grullo-Autlán, Jalisco, investigadores del Centro Universitario de la Costa, de la Universidad de Guadalajara, se abocaron a la búsqueda de respuestas entre productores de caña, directivos de la CNPR y dueños de ranchos que estuvieran primeramente generando y quizás aplicando abono orgánico en sus parcelas.
Entre los resultados obtenidos se encuentra que la mayoría de los productores de caña de azúcar de este valle, sabe lo que son los abonos orgánicos, pero pocos los aplican, porque no tienen el recurso orgánico y económico y falta capacitación sobre éstos.
Algunos entrevistados señalaron que ya han aplicado los abonos orgánicos varios años atrás (algunos por más de 10 años) y que han tenido buena respuesta de cosecha con dicha aplicación, argumentando que sus suelos se han visto beneficiados en cuestiones de materia orgánica, al aumentar la misma a valores por encima del 1.5 por ciento, aun a expensas de la cosecha.
En cuanto a los precios de los mismos, la mayoría coincidió en que los abonos orgánicos son los más económicos, pero que la falta de conocimiento sobre el manejo de éstos ha inhibido su utilización.
Los productores en su mayoría quieren utilizar los abonos orgánicos, pero temen perder económicamente, sumado a que les gustaría una capacitación más a detalle.
Un sentir generalizado que tuvieron los productores de caña de azúcar de esta región, fue que los abonos orgánicos son importantes para el suelo, pero que no debe ser la única fuente que se dé al mismo, sino que debe ser complementaria a la aplicación de los fertilizantes convencionales, ya que éstos darán una respuesta rápida como alimento al suelo y para la planta, mientras que el abono tendrá una respuesta a largo plazo y no inmediata, pero enriquecerá al mismo, lo que juntos complementarán su riqueza nutrimental.

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