Foto:Iván Lara González

“La solución de los desafíos globales requiere del mejor conocimiento científico disponible. Las universidades públicas del país, por su carácter autónomo y laico, pueden tener una gran contribución en la construcción de nuevos modelos de desarrollo que logren la sustentabilidad social, económica y ambiental”, así lo expresó la bióloga mexicana Julia Carabias en su discurso de aceptación del doctorado Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara (ver discurso aquí https://youtu.be/MunZW-GtzB8?t=885 ).

“Las Naciones Unidas proclamó al 2022 el Año Internacional de las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible con el fin de ayudar a resaltar el papel crucial de las ciencias básicas para el desarrollo sostenible y subrayar sus contribuciones a la implementación de la Agenda 2030; además, se enfatiza que la ciencia del futuro la harán los equipos multidisciplinarios.”

Dijo que necesitamos en México una ciencia activa involucrada en el entendimiento de los retos globales ambientales, que explique las causas y efectos, y que proyecte los escenarios posibles, así como construir los canales para que el mejor conocimiento científico forme parte obligada de los procedimientos en la toma de decisiones.

“Por ello, es tan preocupante que, en la actualidad, en nuestro país se frene, se niegue y se descalifique a la ciencia y a la comunidad científica. Ello nos mantendrá en la dependencia y en el rezago”.

Con respecto a la política ambiental en México manifestó que había mucha expectativa de que el gobierno federal actual “reconociera que la pobreza y las desigualdades no pueden superarse si la naturaleza está degradada. Al ser la agenda social el eje de la política de esta administración, se esperaba que la materia ambiental fuera fortalecida, y ha resultado todo lo contrario.

Al gobierno actual no le interesa el tema ambiental, no cree en la emergencia ambiental. Pero, en el fondo es que las instituciones ambientales, la ley, la academia, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades estorban a los proyectos energéticos, de infraestructura y turísticos emblemáticos de esta administración”.

Se dijo preocupada que “se ha creado un clima de intolerancia y hostilidad peligroso, incluso para la integridad física de muchos que trabajamos en el campo. Este entorno hostil puede salirse de control.

«Levantar la voz en México se ha vuelto peligroso cuando pensábamos que era tema superado”.

En cambio, se manifestó optimista por iniciativas subnacionales. “Jalisco…. se convirtió en un ejemplo de política pública ambiental progresista a la altura de los retos».

Una característica del diseño de esta política ambiental moderna, es que hubo un intenso proceso de planeación con una visión integral y transversal que traza rutas de largo plazo para modificar los procesos que causan el deterioro ambiental y que ofrece oportunidades de un crecimiento sustentable. Todo esto ha sido acompañado de alianzas y cooperación internacional, lo cual refleja la calidad de las acciones».

«Subrayó que – “Los alcances de estas acciones [del Gobierno Estatal], fueron resultado de una estrecha vinculación con la Universidad de Guadalajara y con investigadores de la universidad del más alto nivel».

«La Universidad de Guadalajara es un ejemplo nacional de cómo las universidades se involucran en la toma de decisiones para trazar rutas para el país en la búsqueda de soluciones a los grandes problemas nacionales”, subrayó Carabias.

En este contexto felicitó al Rector General, Ricardo Villanueva Lomelí, por su liderazgo en proponer la Declaración de Guadalajara sobre el Medio Ambiente (ver aquí https://museodecienciasambientales.org.mx/noticia/noticia-014 ), documento avalado por más de 100 universidades públicas del país asociadas a la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES), que traza por primera vez a nivel nacional, una ruta y compromisos conjuntos universitarios para ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

La tarea de la UdeG en divulgación de la ciencia ha sido también un ejemplo y estamos deseosos de ver inaugurado el gran proyecto del Museo de Ciencias Ambientales. Es un Museo innovador, concebido como un espacio para la construcción de ciudadanía y esquemas novedosos de gobernanza para la zona metropolitana de Guadalajara. Un modelo para que las ciudades superen las divisiones entre las zonas rurales y urbanas y establezcan conexiones entre lo local y lo global. Es un ejemplo de cómo deben ser los museos del futuro al que el programa ONU-Habitat ha expresado su reconocimiento”.

“Deseamos verlo funcionando plenamente ya que, el retraso en su construcción por recortes presupuestales del gobierno estatal, retarda la tarea de sensibilizar a la población sobre las emergencias ambientales”.

Concluyó que no estamos pudiendo transmitir a las sociedades humanas el sentido de emergencia de las crisis ambientales.

“Las ventanas de oportunidad para hacer una transformación profunda se cierran, con altos costos para los jóvenes y niños y niñas de hoy y para los que están por nacer, así como para todos aquellos millones de personas que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad por dónde viven y por cómo viven.”

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