Leer con los pies

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Emilio Fernando Alonso

Fernando Alonso convivió con la literatura desde su infancia, percibiendo el aroma de los textos de la mano de su padre, quien lo recibía de la escuela con la lectura diaria de un libro. Entre las clásicas enciclopedias México a través de los siglos y Un mundo pintoresco, este comentarista quien presta su prosa al futbol, confesó el momento en que comienza el gusto por la lectura: “Siempre me ha gustado leer, es algo que heredé de mi padre. Ahora leo La catedral del mar, de Ildefonso Falcones quien narra la historia de la Barcelona medieval y que demuestre la problemática de la Edad Media”

¿Qué es más difícil, que un deportista emigre al mundo de la literatura o que un literato preste su pluma al deporte?
Es más fácil que un escritor pueda escribir sobre deportes y sobre todo uno que le agrade, que un deportista describa sobre literatura. Son actividades diferentes que requieren de grandes habilidades. Y cada una es respetable. Ha habido casos de deportista que han escritos buenos libros como es el caso de Jorge Valdano y sus Cuentos de Fútbol.

¿Cuáles serían las herramientas que seducen al lector deportivo?
Creo que el personaje que escriba el libro es muy importante, y de eso se basa el éxito.

¿Cómo se mete un buen gol literario?
No basta con ser experto en la materia sino escribirlo con claridad y para todo tipo de público y de manera amena.

¿A qué se debe la poca producción de literatura deportiva?
Los escritores no necesitan de una motivación económica para escribir. Se necesita una buena editorial, eso sí, interesada, en su publicación.

¿Cuál sería el evento deportivo a comparación con la fil?
Con una olimpiada donde convergen diferentes razas, religiones y culturas. La FIL, tan aclamada como la de Guadalajara, te permite compartir con diferentes maneras de pensar de otras partes del mundo.

Raúl de la Cruz

Recientemente el maestro Raúl de la Cruz viajó a la ciudad de Buenos Aires para participar en el Encuentro Iberoamericano de Periodismo Deportivo y allí evidenció que Uruguay, Paraguay y Argentina son los países con una amplia literatura, de excelente calidad. En México, señala, “nuestra producción es limitada y con pocos autores”.

¿Podría existir una cohesión entre la literatura y deporte?
Cuba es un país donde el deporte es parte de su desarrollo integral y a la par tiene producción. En Latinoamérica es un complemento. Ser una persona culta del deporte no sólo implica asistir a los estadios y ver los resultados, un buen deportista debe tener también una capacidad intelectual.

¿Cuáles serían las herramientas que seducen al lector deportivo?
Fácil acceso, rápido aprendizaje en el conocimiento de la regla, pero hay poca calidad en los textos.

¿Cómo se mete un buen gol literario?
Desafortunadamente nosotros no tenemos una cultura educativa de la literatura deportiva, hay excepciones, en todo caso los entrenadores como Javier Aguirre y Roberto Gómez Junco.

¿Qué es más difícil que un deportista emigre al mundo de la literatura o que un literato preste su pluma al deporte?
Yo creo que el caso evidente de éxito es el ex futbolista Jorge Valdano.

¿Cuál sería el evento deportivo a comparación con la fil?
Obviamente la FIL tiene un campeonato mundial de futbol, donde tenemos un invitado de honor en este caso e Italia, como el campeonato mundial de los 90 que se jugó en Italia.

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