El narcotráfico en Colombia aún no se soluciona. La idea generalizada que tienen los mexicanos de que el país sudamericano ya erradicó la violencia del narcotráfico es un mito, dijo Laura Restrepo, la escritora colombiana ganadora del Premio Alfaguara de novela en 2004, dentro de su participación en LeáLA.
“La violencia no ha disminuido, las matanzas siguen siendo brutales, no hay dirigente sindical que pueda levantar cabeza, porque lo matan. Periodistas y jueces continúan siendo asesinados. No ha disminuido ni en un gramo el tráfico de la cocaína. Pero dentro del juego de espejos que hay dentro de la guerra contra el tráfico de drogas, uno de los lugares comunes es que en Colombia ya se solucionó y que México se está hundiendo”.
Restrepo, quien compaginó la militancia política con sus actividades como escritora y periodista, y que fue nombrada en 1983 miembro de la comisión negociadora de la paz entre el gobierno y la guerrilla, afirmó que Colombia y México deberían legalizar la droga, ya que el negocio del narcotráfico está exterminando a los pueblos.
“Lo más irónico y más atroz para nuestros países es saber que se están desangrando por una prohibición que posiblemente va a pasar a la historia, como pasó la del alcohol. No es posible que una generación entera haya quedado crucificada por una prohibición que algún día va a ser erradicada”.
La literatura no va a solucionar los problemas de violencia. Los ensayos son una forma de entender para ver lo que está pasando con el alma humana. Son claves para entender la esencia de lo que sucede en esta guerra contra la droga, la cual es un despropósito enorme. Las soluciones evidentemente son políticas, como la legalización. “Los dirigentes gubernamentales deben entender que la guerra contra la droga no tiene razón de ser, porque el objeto, es decir, la droga nunca ha tenido la culpa de nada. Verlo así impide ver el fenómeno social, económico, político del narcotráfico”, indicó la ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz que otorga la FIL y del Prix France Culture, que entrega la crítica francesa.
Se ha perdido de vista lo indispensable para entender el fenómeno del narcotráfico: que el territorio nacional está dividido en fracciones dominadas por los amos de la guerra, en donde el Ejército no tiene el monopolio de las armas, en donde hay decenas de grupos armados peleando todos contra todos; las instituciones se dejan corromper y no ofrecen a la gente oportunidades de estudio y de trabajo. “Por eso la juventud opta por los caminos de la muerte, porque los caminos de la vida no deparan nada”.
La autora de Demasiados héroes aseguró que la gente que ha perdido a sus familiares, tanto en Colombia como en México, han llegado a una situación límite, que los ha llevado a salir a las calles a exigir justicia y para afrontar a esa fuerza corruptora se requiere que la opinión pública los respalde. Un ejemplo de ello es lo que ha hecho el poeta Javier Sicilia y el movimiento No + sangre.
La escritora continuó: “Este desmoronamiento de la vida democrática es parte de un problema global orquestado por la política capitalista de Estados Unidos y por los gobiernos que le siguen el juego.
”Estados Unidos maneja una política internacional acomodaticia, fuera de toda ética, sin principios. Los que menos interés tienen en que se acabe el tráfico de drogas son ellos mismos. No puede ser que durante tantos años vengan aplicando fórmulas tan equivocadas”.
Restrepo dijo que las principales víctimas del narcotráfico son los jóvenes de América Latina y los de Estados Unidos, porque no encuentran oportunidades de trabajo, educación, arte, deporte y terminan en los centros de rehabilitación o en cárceles.
“Los lugares de rehabilitación son verdaderos campos de concentración, verdaderos infiernos. Basta ver las cárceles llenas de latinos y negros por cuenta de las drogas. La guerra contra la droga es contra las juventudes. Esta guerra los machaca, los reprime, los criminaliza, los lleva a un asunto sin salida. Los gobiernos siguen secundando el juego a la política norteamericana”, recalcó Laura Restrepo dentro de la primera Feria del Libro en Español organizada en Los íngeles, en donde presentó sus libros Demasiados héroes y La multitud errante.
