Laura Adriana Rueda Ruvalcaba

869

Laura Adriana Rueda Ruvalcaba, docente e investigadora del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, recibió una medalla al Mérito Universitario por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, tras haber logrado el mejor promedio del doctorado en Humanidades, con especialidad en Historia, en el ciclo invierno 2013.

Laura Rueda ha dedicado sus investigaciones al desarrollo de las comunidades indígenas en los ámbitos de agricultura, abasto y comercio de productos, en tiempos de la Colonia en el Occidente de México. Su tesis de doctorado, Los indios en el Jalisco central, producción, comercio y sociedad (1750-1800) se enfoca en el análisis del final de la época colonial, tiempo antes de la Independencia, y las condiciones que llevaron al planteamiento de esta lucha.

¿Cuál es la razón que la llevó a estudiar este fenómeno del comercio de abastos en el Occidente del país?
Vengo de una familia de comerciantes, es por eso que me atrajeron los movimientos comerciales que surgen en los lugares para surtir abastos; me interesé, por ejemplo, en el mercado Corona, que durante años fue el último vestigio que quedó en Guadalajara después de la Revolución y desde donde instituciones importantes coloniales surgieron para capitalizar el desarrollo de esta actividad económica. El comercio de abastos es parte importante de la identidad de Guadalajara desde el siglo XVII, fue de las raíces que se necesitaron para que, por ejemplo, se pudiera dar la colonia.

¿Cómo se integran la agricultura y el comercio en los movimientos sociales?
En las investigaciones que hice para doctorado encontré que en momentos de grandes movimientos sociales, como la Independencia y la Revolución, momentos cruciales para el país, existen similitudes en cuanto al tratamiento de la población agrícola, que es golpeada por la escasez de insumos primordiales, un aumento de precios, desigualdad, etcétera, y en momentos en los que se presiona así a una comunidad, es evidente que los resultados no suelen ser favorables.

¿Está el país condenado a repetir su pasado?
Es muy probable que las respuestas ante estos factores, aún ahora, desemboquen en las mismas circunstancias. Lo cierto es que hay una discriminación por parte de la sociedad hacia estos temas. No valoramos el trabajo del campo como se debería, valoramos más las ciudades y la urbanización como si ello fuera el único crecimiento. Parte del pasado por supuesto que explica el presente, las ciudades se deben a sus antecedentes; factores como la poca equidad, la miseria en el campo y el hambre por no tener la capacidad económica de consumir productos de la dieta básica, la inseguridad, entre otros, se repiten en algunos sectores, existen condiciones similares.

¿Cómo lleva esta necesidad de entender el pasado a las aulas, en su labor como docente?
Con amor, con paciencia, tratando de crear mentes abiertas a aprender, espíritus sensibles; el capitalismo ha llevado al imaginario general una concepción material del mundo y yo trato de que observen que hay lugares importantes en la historia, raíces, y las ciudades de cemento inhiben esta importante relación del hombre con la tierra. Busco que entiendan que el origen de las sociedades depende del vínculo entre el hombre, la tierra, el cosmos y dios.

Artículo anteriorDictámenes de Admisión Centros Universitarios Ciclo 2015 A
Artículo siguienteLa libertad de expresión y el sarcasmo