Las remesas no son la panacea

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MDF71002129. Resultado de las labores permanentes de Inspección, verificación, seguridad y vigilancia en los aeropuertos del país, la Policía Federal aseguró 38 mil dólares americanos, declarados de manera irregular y detuvo a Lossen Lara Irabien en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. NOTIMEX/FOTO/SSPF/COR/CLJ/

Mienten los funcionarios del Banco Mundial (BM), del Banco de México (Banxico) y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al sostener que la “caída” de las remesas provocará que incrementen los niveles de pobreza, aseguró Alejandro Canales Cerón, profesor investigador del Departamento de estudios regionales INESER, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).
Los funcionarios en mención son “alarmistas…y transmiten sus propios miedos”, dijo el académico, quien abundó: “Lo paradójico es: ¿quién es responsable de generar una política de combate a la pobreza?, ¿el gobierno o los migrantes?, entonces, ¿por qué esperar que los migrantes hagan la tarea del gobierno?”.
El BM dio a conocer el mes pasado que las remesas de migrantes mexicanos en Estados Unidos de enero a mayo del 2008 fueron de 9 mil 512 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo del 2007 fueron de 9 mil 772 millones de dólares.
Al respecto, Canales Cerón expresó: “¿A eso le llaman caída? Estamos hablando de menos de un uno por ciento de las remesas; hay un rango de movilidad, es como el tipo de cambio, un día sube a 11 pesos (el dólar) y al día siguiente baja a 10.50, ¿estamos hablando de una sobrevaloración del peso y que el dólar se cae en México?, no, es normal el rango de fluctuación, lo mismo pasa con las remesas”.
Aseguró que desde 2006 a la fecha, las remesas mantienen su promedio, su variación oscila mes con mes por la estacionalidad propia de los migrantes y el promedio es de entre mil 800 y dos mil millones de dólares mensuales.

¿Qué gana el gobierno y estas instituciones como el BM, que sostienen que a menor remesas mayor pobreza?
Ellos hablan con muchos mitos, así como dijeron del 2001 al 2006 que crecían y crecían, todos celebraban el auge de las remesas y que con eso se iban acabar los problemas de México; ahora están alarmados porque se les acabó el discurso de que con las remesas se acababa el problema de la pobreza en México; ¿cómo explicarlo de una manera elegante?

Dígamelo sin elegancias
Es difícil, lo que pasa es que están desviando la atención. Las remesas no solucionan el problema de la pobreza ni aquí ni en ninguna parte del mundo, y no ponen atención a lo que es realmente importante, que son las políticas de crecimiento económico.
Con datos duros
Las remesas son, sin duda, una fuente importante de ingresos para las familias perceptoras, dice Canales Cerón en su investigación El papel de las remesas en la reducción de pobreza en México. Mitos y realidades.
Las remesas tienen un muy limitado y restringido impacto en la promoción del desarrollo y en la reducción de la pobreza, debido a que constituyen, en esencia, un fondo salarial. Como tal, podrán contribuir a mejorar el nivel de vida de los hogares perceptores, pero están muy lejos de representar una estrategia que permita superar y resolver los problemas estructurales que perpetúan la pobreza.
La investigación agrega que en el fondo las remesas reflejan un marcado carácter de clase. No sólo son un fondo salarial, sino que corresponden a ingresos salariales de trabajadores que combinan una inserción laboral de alta vulnerabilidad y precariedad en Estados Unidos, con una condición social de pobreza, marginación y vulnerabilidad en México.
Con datos de 2002, Canales detalla en su investigación que hubo 1.4 millones de hogares que percibieron remesas, los que representaron sólo el 5.7 por ciento del total de los hogares en México. En los hogares perceptores de remesas residían casi 5.6 millones de personas, las que representan únicamente el 5.5 por ciento de la población residente en México en ese mismo año.
El 65 por ciento de los hogares perceptores de remesas residen en zonas rurales. Esto significa que en estas localidades se alcance una relación de 11.3 hogares perceptores por cada 100 no perceptores.
Los hogares perceptores de remesas suelen ser hogares en situación de pobreza y que residen mayoritariamente en zonas rurales; en dichos hogares, las remuneraciones al trabajo apenas alcanzaron la cifra de 132 dólares mensuales, menos de 30 por ciento del valor alcanzado en los demás hogares.
Insiste, las remesas tienen un impacto muy limitado en la reducción de la pobreza y en la promoción de la movilidad socioeconómica de los hogares perceptores.
Al respecto, un dato que permite sustentar esta tesis es que, a pesar del gran aporte que las remesas representan para los hogares perceptores, el nivel de ingreso per cápita en estos hogares es sistemáticamente inferior al que prevalece en los hogares no perceptores.
A pesar de que las remesas contribuyen con el 47 por ciento del ingreso familiar, ellas no son suficientes para mejorar significativamente la situación económica de los hogares perceptores. En otras palabras, aunque no cabe duda que las remesas permiten mejorar el nivel de vida de la población que las percibe, ello no es bastante para revertir la situación estructural de vulnerabilidad económica y social que afecta a los hogares en México.

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