La universidad del pensamiento

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La Universidad de Guadalajara ha tenido un rol fundamental en el desarrollo de la cultura y las artes en el Occidente de México como integradora de los procesos que contribuyen a la consolidación de nuevos creadores.

“Ahora sabemos que las escuelas no forman artistas, dotan a los alumnos de elementos y competencias creativas y críticas para enfrentar el mundo”, destaca Jorge Enrique Zambrano Ambrosio, director de la División de Artes y Humanidades del Centro de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).

La universidad es el espacio germinal para creadores que, incluso, antes de convertirse en egresados fueron construyendo su propio lenguaje en el cine, el teatro, la danza, las artes plásticas, la música y la literatura. La Casa de Estudio promueve, además, el encuentro y el intercambio entre los creativos consagrados y las nuevas generaciones a través de los propios programas académicos, las cátedras, los foros, las ponencias y los festivales dedicados a las letras, el cine y la música.

La Universidad de Guadalajara es “la universidad de las artes”, resalta Ismael García Ávila, coordinador del Programa de Nivelación en Artes del CUAAD, que desde 1995 ha dotado de grado académico a artistas y docentes en disciplinas artísticas de toda la república mexicana.

Una buena cantidad de los artistas que tienen un lugar especial en el imaginario colectivo de los jaliscienses, recuerda Zambrano Ambrosio, han sido parte de la universidad, ya sea como alumnos o como docentes. Entre ellos menciona a artistas plásticos como Jorge Navarro, Óscar Zamarripa, Jorge Martínez y Humberto Ortiz; grabadores como Jesús Mata y Alejandro Herrera; fotógrafos como José Hernández Claire, quien forma parte del Sistema Nacional de Creadores de CONACULTA, y Ricardo Guzmán, o escultores como Olivier Seguin, Enrique Rico o Ramón Villalobos.

El universo de las artes escénicas, indica, también se ha visto beneficiado por las aportaciones de profesionales como Rafael Zamarripa, Onésimo González, Pablo Serna; en el teatro han sobresalido, entre mucho otros, personalidades como Ignacio Arreola, Ricardo Delgadillo, Lumi Cavazos o Rita Guerrero; en música, la Maestra Emérita de esta Casa de Estudio, Leonor Montijo Beraud; en cine, personalidades como Boris Goldenblank, Kenya Márquez, Sofía Carrillo, Jordi Capó, Samuel Kishi o José Ramón Mikeljáuregui.

“Hay una enorme cantidad de egresados que han tenido un impacto que, sin duda, le ha dado forma a la vida artística y cultural en el estado de Jalisco”, señala Zambrano Ambrosio. No sólo eso, jóvenes que cursan las licenciaturas en Artes Audiovisuales, Artes Escénicas para la Expresión Dancística, Artes Escénicas para la Expresión Teatral, Artes Visuales para la Expresión Fotográfica, Artes Visuales para la Expresión Plástica o Música tienen ofertas para unirse a compañías de danza en el extranjero, están participando en exposiciones de artes plásticas con relevancia global o compiten en concursos de instrumento.

La universidad ha sido lo suficientemente ágil para reconfigurar sus planes de estudio en materia artística desde 1953, año en que se conformó el CUAAD a partir de la integración de las escuelas de Arquitectura, fundada en 1948; Artes Plásticas, en activo desde 1925 y Música, que comenzó actividades en 1952.

Las últimas transformaciones, según Zambrano Ambrosio, han estado ligadas con la exploración de lenguajes artísticos contemporáneos donde los límites entre las disciplinas son cada vez más delgados.

El futuro traslado a una misma sede —el edificio actual de la Escuela Preparatoria 10, en Belenes— de los programas educativos de la División de Artes y Humanidades del CUAAD, que ahora se ofertan en el ex claustro de Santa María de Gracia, y de las carreras con orientación en Música, alojadas en el ex claustro de San Agustín, supondrá un mayor intercambio multi, trans e interdisciplinario.

La cercanía de este complejo con el Centro Cultural Universitario permitirá, a su vez, avanzar en una de las asignaturas que Zambrano Ambrosio considera pendientes: afianzar la colaboración con la Secretaría de Vinculación y Difusión Cultural del CUAAD y Cultura UDG, las instancias a cargo del siguiente gran eslabón del ejercicio creativo: la promoción de las artes.

Semillero creativo
La Universidad de Guadalajara se ha convertido en el punto de intercambio entre pensadores y creadores con las nuevas generaciones.

La Universidad de Guadalajara cumple a cabalidad con una tarea fundamental de la educación superior: incentivar el intercambio de ideas y la generación del pensamiento que nos ayude a entender las condiciones cambiantes del mundo.

Lo anterior ha sido posible, en buena medida, por el esfuerzo realizado por la Casa de Estudio para que las personalidades que se distinguen por sus méritos y sus aportaciones a las ciencias y la cultura entren en contacto con los estudiantes, ya sea que éstos formen parte de su cuerpo docente o que compartan su conocimiento a través de las cátedras que revisan la actualidad de la creación literaria, de los estudios en ciencias sociales o de la propia actividad docente.

En lo que respecta exclusivamente a las artes, la Universidad ha visto pasar por sus aulas a pensadores y creadores que por sus contribuciones en distintos aspectos de la vida cultural obtuvieron el grado Doctor Honoris Causa de esta Casa de Estudio; entre ellos, Hugo Gutiérrez Vega, quien creó en 2009 la Cátedra de Periodismo Cultural y Letras; Fernando del Paso Morante, director de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz; Jorge Martínez López, destacado artista plástico que prestó sus servicios a esta universidad durante 30 años, o Emilio García Riera, historiador del cine mexicano, que en la UdeG promovió la creación del Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos.

Para una universidad que se ha planteado mantener un trabajo continuo en pro de la calidad educativa resulta meritorio constatar que entre sus maestros eméritos se encuentran hombres y mujeres que han empujado las disciplinas artísticas a nuevos espacios dentro del estado, como Boris Mijailovich Goldenblank, figura central en el desarrollo del cine como disciplina académica desde la Universidad de Guadalajara, o Domingo Lobato Bañales, quien realizó las primera giras del coro universitario al interior del estado además de diversas investigaciones sobre la música folclórica mexicana y obras para piano y cámara.

Entre esas personalidades que han compartido sus logros con generaciones y generaciones de creadores se encuentran, también, el crítico literario Emmanuel Carballo Chávez, uno de los impulsores de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; el cervantista Fernando Carlos Vevia Romero; la maestra Leonor Montijo Beraud, formadora de músicos eminentes de Jalisco, entre ellos, directores de la orquesta filarmónica del estado y docentes de la propia Escuela de Música, como el maestro emérito Domingo Lobato de la Universidad de Guadalajara.

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