La protesta a lo largo de la historia

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Los derechos de los trabajadores y de los estudiantes eran los principales motivos de movilización social en México hace 40 o 50 años. Hoy el daño al medio ambiente, las cuestiones de género e incluso el matrimonio entre personas del mismo sexo y su derecho a la adopción, son motivo de congregación y de protesta para alzar la voz.
Un académico del CUCSH desarrolla el Atlas de movimientos sociales, a través de un mapa de Jalisco desde el siglo XX hasta la actualidad.

De la calle al twitter
Los movimientos sociales han encontrado la manera de tener un alcance global: a través de internet. Mientras que en 1960 la clase obrera era el actor principal de las manifestaciones, hoy la acción colectiva incluye otros motivos para movilizarse y generar grupos sociales.
La presencia masiva de gente que hace mítines y se apodera de las primeras páginas de los medios de comunicación, no es una estrategia desgastada, pero sí convive con otras formas de protesta, como son las redes sociales twitter y facebook.
“Antes la única vía de hacerse notar era la protesta masiva o en la calle. La incorporación de las tecnologías de la información ha permitido que los recursos sean otros. Hoy, cómodamente se puede protestar desde la laptop y tener resultados”, señaló el doctor Igor Israel González Aguirre, investigador en el Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales (Desmos), y coordinador de la maestría en gestión y desarrollo social, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
A pesar del surgimiento de las redes sociales, la forma tradicional de protestar no desaparecerá, comentó el académico. “Es difícil que agrupaciones como los sindicatos tomen como única vía de protesta las nuevas tecnologías. Sólo es una forma más de protestar, que nos ilustra que hay otros sujetos distintos a los convencionales, que se están incorporando a la protesta y a la acción colectiva, como lo era hace 40 años.”
Además, los jóvenes se atreven a participar en movilizaciones que defiendan, por ejemplo, los derechos humanos. Este sector de la población se ha convertido en uno de los motores en los procesos de cambio y a la vez ha intervenido para que nazcan otros tipos de movimientos que se congregan en torno a temas no sólo relacionados a los derechos laborales, como en los años 60.
“Las movilizaciones respecto a los derechos humanos, a la paz o al medio ambiente, esos núcleos temáticos se han transformado. Ya no solo se pelea, se protesta o se desacata con base en los derechos laborales.”
El académico adscrito al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), coordina el proyecto Atlas de movimientos sociales, el cual tiene el objetivo de servir como una herramienta de política pública o incluso un mecanismo de evaluación gubernamental que analice y documente el desarrollo y evolución de los movimientos sociales en nuestro estado, tomando como referencia el ámbito municipal.
A través de un mapa de Jalisco con divisiones municipales, que se pretende colocar en línea, el investigador busca que el proyecto funcione como una base de datos que brinde información lo más actualizada posible respecto a este fenómeno. El análisis del proyecto será desde inicios del siglo XX hasta la actualidad.
“Es una herramienta que nos permite especializar un fenómeno social. Colocar de manera gráfica cómo han ido evolucionando los movimientos sociales en Jalisco, qué tipos de movimientos sociales ha habido y cuáles han sido sus demandas y logros. Me interesa analizar cuáles son los núcleos de conflicto que hay en el estado, cuál ha sido la movilización que se genera alrededor de esos núcleos de conflicto y los tipos de movimientos y alcances que han tenido”.
Sin importar el resultado del movimiento, por lo menos se posiciona una demanda y se hace visible el malestar de la sociedad, dijo González Aguirre. Añadió que independientemente de la manera, debe permitirse esa forma de expresión, porque es una forma de construir una república.

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