La pedagogía del swing

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Juan Valdivia, profesor del Departamento de Música de la UdeG, dice que “en la mayoría de las grandes bandas de jazz de Estados Unidos, entre los años cuarenta y cincuenta, siempre hubo músicos de origen mexicano que tocaron en ellas”, y recuerda con cierto orgullo que “de hecho la primera Big band que hubo en Nueva Orleans, no fue de negros de ahí. En la feria del lugar hacia finales de 1800, durante el porfiriato, el primer grupo que tocó en ella fue una banda municipal de Monterrey, porque al norte de México había muchos inmigrantes europeos que llevaron la tradición de los metales a aquellos lugares”.

Esto lo dice Valdivia, para advertir que en el país desde siempre ha habido un interés por tal género musical, pese a lo que normalmente se piensa o se conoce, y a propósito del Curso Intensivo de Verano de Jazz, que impartirá del 13 al 24 de julio en el Exconvento de San Agustín, y que se hace a sabiendas de la demanda de interesados en la ciudad que desean acercarse al jazz.

Valdivia, quien dirige la Big band de la UdeG desde hace seis años, señala que aunque en México no se ha desarrollado una escuela o estilo propio de jazz, con los músicos de aquí “sí hay una aportación en todas las épocas”, pero dice que en todo caso lo que ha faltado es una mayor conciencia de la identidad, ya que de acuerdo a los especialistas los músicos latinoamericanos, y por tanto los mexicanos, han dado mucho para que el género se siguiera nutriendo de ritmos y timbres instrumentales.

Desde ahí radica la importancia de enseñar esta música de manera curricular en las escuelas de artes, en este caso la de la UdeG, donde normalmente sólo se ha dado cabida a la conocida como música clásica o formal en sus carreras profesionales, salvo en sus talleres, pero que a raíz de la creación de la Big band, dice Valdivia, se ha tenido más apertura y ya ha sido incorporado el género a las asignaturas de música de cámara y en algunos exámenes de graduación. “Porque no habíamos pensado que las nuevas generaciones son más contemporáneas, y hay muchos estudiantes que les gusta el jazz. Y es una opción más para quienes buscan otra cosa que lo sinfónico o la ópera”.

Valdivia reconoce que “es un hueco que se está llenando. Aquí (en la UdeG) no se ha hecho algo tan fuerte, pero por ejemplo en Xalapa, en la Ciudad de México y en Monterrey ya existe la licenciatura de jazz. Nosotros estamos empujando para que tal vez así sea más adelante también”.

El curso de jazz contempla una revisión de la historia del género desde los cantos de trabajo, el góspel, el blues urbano, ragtime, marching band, el estilo New Orleans, la era del swing, el posjazz, como el jazzrock, fusion hasta el jazz actual o mainstream jazz.

En cuanto a teoría se muestran las escalas y modos bases, para pasar a escalas híbridas con modos modernos, para luego pasar a estudiar los tiempos de compás de blues al jazz, para de ahí llegar a ver aspectos de instrumentación, orquestación e improvisación.

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