La naturaleza en trazos

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Los árboles de Guadalajara son los seres a los cuales el artista plástico y dancístico Pablo Serna rinde homenaje en la muestra Guiexhu’ba. La flor que se desgrana, conformada por más de cincuenta piezas pictóricas de gran formato y que puede ser visitada en el Museo Raúl Anguiano (Mura) hasta el 4 de septiembre.

Por medio de técnicas como acuarela, óleo (y otras), el pintor egresado de la escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara busca reinterpretar a la naturaleza misma, mas nunca superarla; pues, aseguró en entrevista, que ésta siempre ha sido su motor, su estímulo.

“Vengo de una infancia en la que me desarrollé en la naturaleza, todo el tiempo he estado en ella de una u otra forma: desiertos, bosques, ciudad. La naturaleza es la maestra que he tenido desde siempre, pero no me había dado cuenta, aunque después yo haya sido formado en la ortodoxia como pintor en la academia”.

Para este consolidado artista, que ha dejado huella en Jalisco durante varias décadas, el momento de crear estas obras es mágico, pues emprende un viaje por el color, la técnica, la proporción, el dibujo e incluso los ánimos. Una vez concluidas, dice, le dejan de pertenecer a él y por lo tanto no las añora ni extraña, ya que logra “hacer concreto lo abstracto: los sentimientos, las sensaciones, el intelecto, las emociones”.

“Mi proceso creativo es el importante, cuando estoy en ejecución de una obra podríamos decir que mi vida pende de un hilo, pero una vez terminada la pieza ya es otra cosa, le corresponde a quien quiera interactuar con ella y su espíritu; es decir: ya queda en la persona (que las admira). Ninguna pieza me ha causado más trabajo que otra porque cada una requiere su debido desarrollo, técnica, compulsión, diálogo y discurso”.

En sus trazos no hay política ni denuncia social sobre las amenazas que vive la vegetación en nuestra ciudad; el pintor asegura que, aunque en efecto sufre por la tala de árboles y los incendios, su discurso “no es social, político, religioso, ético, sólo es poético, es puramente poético”.

La trayectoria de Pablo Serna no está enfocada únicamente en la plástica, también ha sido un personaje destacado de la danza, por ello, en su obra hay un diálogo entre ambas disciplinas.

“Yo abogo siempre por el ritmo: el universal, el cósmico, el particular, el de las cosas, el de la naturaleza, el ritmo de la existencia. La danza, la pintura y ninguna de las artes es ajena al ritmo. Sí hay una afinidad, yo me he desarrollado como bailarín, coreógrafo, pintor, dibujante, hasta cocinero”, detalló.

Para este artista el trabajo no ha concluido y su cantera de inspiración está en dos puntos de esta ciudad: la azotea de su hogar y el tianguis de su barrio, la colonia Mirador del Sol, en Zapopan.

“La azotea está en un cuarto piso, soy un asiduo visitante de ésta, ya que me permite ver muchos espectáculos de toda índole con respecto a la luz. Otro lugar de observación, que es donde tengo mis clases de estética, es el tianguis; ahí recibo muchas lecciones sobre la naturaleza. El espacio, la luz, los colores, las voces, los cuerpos, son algunos de los estímulos que tengo para inspirarme”.

La muestra Guiexhu’ba. La flor que se desgrana, de Pablo Serna, se presenta en el Mura, de martes a sábado de 10:00 a 18:00 horas y los domingos, de 10:00 a 15:00 horas. La exposición concluirá el 4 de septiembre y se realiza con el apoyo de la Dirección de Cultura del Gobierno de Guadalajara, Cultura UDG y Arte Escena Crisol AC.

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