La inclusión deporte de alto riesgo

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La falta de políticas públicas, infraestructura y programas adecuados, entre otros factores, hacen ver lejana la posibilidad de una verdadera cultura de inclusión de las personas con discapacidad a la sociedad, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años.
Ante esta situación el camino para contar con óptimas condiciones para el desarrollo de este sector de la población, aún es largo, mientras no exista la voluntad y determinación de quienes tienen en sus manos la posibilidad de contribuir a favor de dicha comunidad.
Estas situaciones no han sido limitantes infranqueables para que las personas con discapacidad destaquen desde los diferentes ámbitos donde se desempeñan. Un ejemplo es el deporte, área en la que México ha sido el máximo ganador de los Juegos Parapanamericanos, con un total de 644 preseas, a lo largo de sus participaciones, mientras que en Juegos Paralímpicos ocupa el lugar 21, con 232 medallas, triunfos que en su mayoría fueron ganados más a base de esfuerzo, corazón y ganas de sobresalir, que por el apoyo otorgado, que como ocurre en muchos casos, llega después de las primeras metas alcanzadas.
Falta sensibilidad en autoridades
Uno de los problemas a los que se enfrentan los deportistas con discapacidad es la falta de sensibilidad de las autoridades e incluso de los padres de familia, para quienes en ocasiones la práctica deportiva representa una pérdida de tiempo.
El presidente de la Asociación de Deportistas Especiales de Jalisco, José Antonio Gómez Hernández, organismo que agrupa a cerca de 30 atletas, entre niños y adultos, que practican la natación, atletismo y futbol, explica que aunado a eso también enfrentan la poca promoción. “Las autoridades no tienen mucha sensibilidad. La mayoría busca la foto. Les pediríamos más apoyo, al igual que a los padres de familia, que a veces no entienden que esto ayuda a crecer física y mentalmente. Hace falta mayor promoción para que la gente le interese en meterse en el deporte”.
El lugar de sus entrenamientos son la Unidad Revolución en Guadalajara y la Unidad Revolución Mexicana, en Tonalá. La primera de éstas en buenas condiciones, mientras que la segunda en situación aceptable.
“En la de Guadalajara corren en tartán y en la Tonalá en arcilla. Hemos trabajado varias veces en las de atletismo de la Universidad de Guadalajara. Nos la prestan cuando vamos a salir a competencias”.
Comenta que existen espacios no adecuados para la práctica deportiva y esto lo hacen saber a las autoridades correspondientes, aunque no siempre tienen una respuesta favorable.
“Hemos comentado que en la Unidad ílvarez del Castillo, en Tlaquepaque, su pista es de subidas, bajadas y no tienen carriles. Nos apoyan en lo que pueden, pero en este sentido comentan que no pueden hacer una pista de atletismo nada más para nosotros, porque no tienen espacio ni presupuesto. Tonalá nos apoya y cada año nos ayuda a hacer un evento y están adecuando los baños para personas con discapacidad”.
En cuanto a los apoyos de parte del gobierno, señala que las autoridades apoyan con instalaciones, en el caso del Code; con entrenadores y económicamente cuando salen de viaje. Entonces les brindan transporte y uniformes.

Esfuerzos aislados
Son 15 años los que Margarita Hernández, egresada de la UdeG, ha laborado como entrenadora en el deporte adaptado en el Code Jalisco. Acepta que hay avances, pero es difícil hacer un análisis de la situación deportiva. Asegura que los esfuerzos nunca son suficientes.
“El deporte adaptado es inmenso. Se involucran muchos tipos y grupos de discapacidad y las disciplinas son muchas. De pronto quisiéramos explotar todas. En nivel olímpico hay bastantes que no conocemos en México y Jalisco. Siempre hay que pensar que debemos seguir avanzando y no quedarnos estancados”.
Explica que ha faltado una buena estructura y organización en cuanto al deporte adaptado, así como sensibilidad, convencimiento e interés de parte de todos, incluso hasta de los que están dentro de esta actividad.
“Los apoyos son un tema difícil. Es más bien buscar un interés similar al del deporte convencional, aunque no comparándolo. Los apoyos deberían ser en el sentido de programas determinados para ellos, becas o estímulos para el deporte adaptado. Es una cuestión de igualdad”.
Destacó que poco a poco las unidades deportivas e instituciones ofrecen a la población disciplinas de deporte adaptado. Tal es el caso de la Unidad Revolución, Adolfo López Mateos, Independencia, del Code Jalisco y Code Paradero.
“Estamos creciendo. Hace poco se inauguró la alberca Arnulfo Castorena, en la Unidad Independencia y para nosotros como deporte adaptado es un gran orgullo. Qué bueno que volteen a ver a la gente con discapacidad. En este caso, a un multicampeón y tienen un programa de deporte adaptado. Todo eso es bueno”.

Los Parapanamericanos,
una esperanza
Para Margarita Hernández los Juegos Parapanamericanos, a celebrarse del 12 al 20 de noviembre en esta ciudad y donde participarán mil 500 atletas y una treintena de deportistas tapatíos, entre ellos la judoca y medallista paralímpica Lenia Ruvalcaba, estudiante de la UdeG, además de la infraestructura, deberán dejan una mayor sensibilización hacia estos deportistas.
“Los beneficios deben ser muchos. Ser sede es una ventaja. Desgraciadamente somos un país que no tiene infraestructura para los discapacitados. Donde quiera hay baches, no hay rampas, hay escaleras y la gente se va a encontrar con esos detalles, pero a la vez nos va a ir bien, porque tenemos que crear nuevas brechas, tenemos que cambiar en favor de estas personas”.
Explicó que serán un parteaguas incluso en cuanto a instalaciones para la gente común, porque no piensan en las personas con discapacidad.
“En cuanto a resultados, nos tiene que ir bien. Desafortunadamente los parámetros que para esta ocasión pusieron por parte del Comité Paralímpico Internacional, no son los más favorables. Nos dieron sólo 33 lugares. Estamos en espera de que se abran plazas por ser Jalisco la sede”.
El presidente del Comité Paralímpico de las Américas, Octavio Londoño, precisó que a poco menos de 150 días de la inauguración, la fiesta de América es un mensaje de inclusión importante. “Es lo que tratamos de vender al mundo entero. Después de los juegos, Guadalajara será otra en cuanto a la cultura de respeto y la igualdad”.
Recordó que la Organización Mundial de la Salud estima que el 15 por ciento de la población en el mundo tiene algún tipo de discapacidad, cifra que aumenta con la vejez, maltrato infantil y otros factores. “Significa que 1 de cada 6 habitantes de la tierra tiene relación con la discapacidad y eso es el gran mensaje. La fiesta terminará, pero el legado permanecerá”.

Un ejemplo de vida
Desde hace 11 años la vida de Jesús Castillo (foto) dio un giro de 360 grados. De llevar una vida con poca actividad, un día decidió renacer y convertirse en atleta de alto rendimiento.
Fue el año 2000 cuando al ver por televisión los Juegos Olímpicos de Sydney, le nació el deseo de practicar un deporte. Primero intentó con natación y basquetbol. Al final el powerlifting (levantamiento de pesas) fue el que lo cautivó. “Me llamó la atención ver qué personas con la misma condición física que yo, practicaban deporte. Yo estaba metido en mi casa por miedo o vergí¼enza y fue cuando me empezó la inquietud de hacer algo”.
Fue así como “Chuy”, un joven de 26 años, siempre sonriente y con un excelente sentido del humor, emprendió el camino, a pesar de los obstáculos. “Fue difícil por el traslado. Vivo en Venta del Astillero, muy retirado del Code. Cuando comencé, la disciplina estaba muy verde. Fui pionero. Por mi casa inauguraron un gimnasio. Platiqué con el dueño de que quería entrenar. Me apoyó y hoy sigue siendo mi entrenador Alejandro ívila”.
Las ganas de sobresalir eran tantas, que los resultados llegaron a los seis meses de su incursión en este deporte, en los Juegos Nacionales, en los que inició la cosecha de triunfos con una medalla de plata. Además logró un récord para un novato. Posteriormente vinieron más nacionales y el debut internacional.
“Tuve oportunidad de representar a México en Brasil, en un mundial y en el Campeonato mundial en Corea, donde gané, además de que soy el actual campeón de Juegos Parapanamericanos 2007. En los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 quedé en cuarto lugar”.
Chuy, quien combina el deporte con sus estudios de bachillerato y su trabajo en el Consejo Municipal del Deporte de Zapopan, se declara listo para refrendar su título ante su gente el próximo noviembre, para después pensar en Londres 2012.
Su sueño, como todo deportista, es una presea dorada de la máxima justa deportiva, meta hacia la que poco a poco avanza, dejando un ejemplo de vida y enseñanza entre quienes lo rodean.

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