Con motivo del Día mundial del corazón, Ramon Miguel Estuaron Santalo, médico de base del servicio de cardiológia, en el Hospital Fray Antonio Alcalde, aseguró que la cardiolgía tiene una gran relevancia para la sociedad, pues las muertes asociadas a enfermedades cardíacas son la primera causa de decesos en el mundo.
Afirmó que actualmente la enfermedad de las “arterias coronarias” o “cardiopastía isquémica” es la más frecuente, pues ocupa el 50 por ciento de los ingresos u hospitalizaciónes en el área de cardiología, además de que es la principal causa de muerte en el país.
Señaló, además, que existen ciertos factores que predisponen o se relacionan directamente con la enfermedad de arterias coronarias, entre ellos el género de los pacientes. “Ser varón es un factor de alto riesgo, pues los hombres sufren de infartos ocho veces más que las mujeres y de hecho el 56 por ciento de los ingresos a cama de hospital son realizados por hombres y el 44 por ciento restante por mujeres”.
En segundo lugar mencionó que la gente que padece diabetes tiene una predisposición más elevada para sufrir una enfermedad de cardiopastía isquémica. Esta enfermedad afecta directamente las arterias y puede provocar una cardiopatía diabética.
Otros grupos con riesgos son las personas que padecen presión arterial alta y con colesterol alto en la sangre. Señaló que la genética también influye. “Los casos más difíciles de atender para nosotros son aquellos donde el paciente tiene familiares directos que han sufrido infarto al corazón a edades menores de los 70 años de edad”.
Explicó que otros factores que también contribuyen son el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo y el uso de drogas como la cocaína. “Una cuestión preocupante hoy en día es el alto índice de infartos por sustancias tóxicas, la cual se presenta en individuos que oscilan entre los 30 y 40 años”.
Mencionó que el síntoma más característico de la enfermedad es un dolor en el pecho que la gente refiere como un malestar opresivo, que aprieta a nivel del externon y que en ocasiones se irradia al cuello, la mandíbula, el brazo izquierdo o a la boca del estómago. Otros síntomas que por lo regular se presentan acompañando la dolencia son las náuseas, una suduración excesiva y la falta de aire.
Referente a los ingresos en al área de cardiología del hospital comentó que los adultos menores de 30 años ocupan el 7 por ciento, los menores de 50 años abarcan el 20 por ciento y los que oscilan entre los 50 y los 80 años dominan con un 70 por ciento del total de los ingresos.
El galeno aseguró que la atención que se brinda a los pacientes depende de cuanto tiempo tardan en llegar al hospital. “Si no pasa de dos horas desde que el paciente siente dolor hasta que llega al hospital se le da un tratamiento ideal, que consiste en realizar un cateterismo cardiaco, para ver donde esta la lesión, introducir un cateter y colocar una malla que deja abierta la arteria por dentro”.
Explicó que si el paciente llega después de las dos horas, pero a menos de las seis horas de que comenzó el dolor se aplica un médicamento en la vena que destruye el coágulo que está obstruyendo la arteria y si pasa de más de seis horas de que empezó el dolor se necesita un tratamiento exclusivamente médico que por lo regular es muy complicado pues requiere hospitalización. Cabe señalar que la mortalidad en el servicio fluctúa entre un 2.5 y un 3.5 por ciento.
Afirmó que para prevenir enfermedades cardíacas basta con modificar y corregir los hábitos alimenticios, por lo que hizo hincapié en comer muchos vegetales, frutas, intentar disminuir la ingesta de alimentos provenientes de animales y realizar algún deporte.
