Como tardía, calificó el doctor Andrés Valdez Zepeda, director de la División de Gestión Empresarial, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, la difusión que en los últimos días se ha dado a los Juegos Panamericanos, y si bien el clima se torna favorable, no ha logrado permear a todos los sectores de la sociedad.
“Se ha involucrado a los universitarios, pero los grupos más desfavorecidos están fuera”.
La estrategia publicitaria tiene sus aciertos, pero el principal error fue ostentarlo como un evento del gobierno y no de los jaliscienses. “El hecho de que el gobernador creyera que los Juegos Panamericanos iban a ser una especie de trampolín a su candidatura, afectó de manera importante”.
Abundó que el uso político que Emilio González Márquez hizo de los juegos, fue evidente: “Se paseó por toda la república, firmó convenios con gobiernos, tuvo una exposición mediática a nivel nacional e involucró sus intereses en un evento que era no sólo de Jalisco, sino a nivel nacional y más allá de cualquier color político”.
Valdez Zepeda también criticó el argumento del mandatario para dejar la contienda electoral: “le fallaron los cálculos. Hoy él renuncia a la candidatura diciendo que por un acto de responsabilidad. Yo lo que considero es que fue un acto de irresponsabilidad del gobierno haber utilizado esta plataforma (los Juegos Panamericanos) para tratar de obtener un beneficio personal”.
Concluyó que el daño ya está hecho y no sólo por el gobernador, sino también por los propios militantes panistas, que se equivocaron al sacar las camisetas con la leyenda de “Pan-americanos”, porque provocaron dudas y generaron celo entre otros partidos que no simpatizan con el blanquiazul.
Salvador Gómez Nieves, del Departamento de Turismo, del CUCEA, afirmó que “Guadalajara no hizo nada para posicionarse turísticamente. Sí van a llegar los turistas, los deportistas y sus familiares, le irá muy bien al sector hotelero, pero el problema es que se desaprovechó este evento de carácter internacional para posicionar a la ciudad en los mercados internacionales”.
Dijo que la ciudad de Barcelona es un ejemplo de lo que nuestra ciudad pudo haber hecho: “Antes de los Juegos Olímpicos de 1992, Barcelona era una ciudad muy fea, pero se propuso ser un destino competitivo. A partir de este evento que le tocó albergar, hoy compite como una de las mejores ciudades capitales de Europa, inclusive culturales”.
El académico agregó que se dejaron de crear atractivos turísticos y otros proyectos, como es el caso del Museo Guggenheim, la presa de Arcediano, y hasta el propio parque Morelos, que se pudo integrar al centro histórico.
“No hicimos nada y vamos a seguir con los eventos que ya tenemos de carácter internacional, como la Feria Internacional del Libro, el Festival Internacional del Mariachi y el Festival Internacional de Cine. Lo lamentable es que ya tenemos muchos años que Guadalajara no crea una atracción de primer nivel. Seguimos creando un montón de museos, que de todos no se hace uno”.
Entre los responsables mencionó a los gobiernos, tanto del estado, como municipales de la zona metropolitana. “Desde hace casi cinco años supimos que seríamos sede y no hicimos nada; sí, nos van a dejar una gran infraestructura deportiva, pero realmente no hicimos nada por atraer al turismo”.
Mencionó que si bien Guadalajara albergará el Campeonato mundial de natación, será difícil que vuelva a tener un evento de la importancia y del nivel que significan los Juegos Panamericanos.
Los dos académicos coincidieron en que la imagen que tiene México como uno de los países más violentos, en poco abona a atraer turismo extranjero, y aunque Guadalajara no es de las ciudades más violentas, sí le afectan algunos hechos que se ventilan en el mundo.
