La Iglesia afianza posiciones

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Tan pronto se dio a conocer que el Papa Benedicto XVI estaría en México a inicios de la primavera del 2012, se desencadenaron reacciones relacionadas con la inminencia de las elecciones presidenciales, lo que generó debates, especulaciones y hasta conjeturas acerca de lo que podría suceder en este momento decisivo para la sociedad mexicana.
Uno de los efectos inmediatos de la reciente visita papal a México es que abona al debate sobre las libertades religiosas actualmente en análisis, asegura el doctor Víctor Mario Ramos Cortés, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
“Me parece que la influencia de la visita de Benedicto XVI a nuestro país se empezará a sentir a mediano y largo plazo. Sin embargo, atendiendo al momento electoral, este impacto se centrará sobre el tema de la libertad religiosa que incluye, además, la agenda del episcopado: la educación religiosa en escuelas públicas, la propiedad privada de radio y televisión, y la de no precisar permiso para realizar actos religiosos en los sitios públicos”.
A Ramos Cortés le parece que la influencia también podría percibirse en algún momento de debate de las campañas, pues son temas que no hemos discutido y reflexionado los mexicanos en general y aunque no es el momento más propicio, “la influencia de la venida de Papa se irá viendo el año próximo cuando ya esté instalado el nuevo Congreso, el nuevo presidente y los temas se vayan definiendo”.
Para el doctor Juan Diego Ortiz Acosta, director del Centro de Estudios sobre Religión y Sociedad, del CUCSH, no hay duda de que la visita papal “tuvo claros tintes políticos”.
“Fundamentalmente para ganar decisiones como la del Artículo 24, pues es claro que la Iglesia Católica pretende recuperar presencia y hegemonía, y no tiene otra que la posibilidad de sacar su discurso fuera de las iglesias y poder expresarlo en espacios públicos, así como también necesita urgentemente influir en la escuela pública y manejar medios de comunicación”.
Para el académico, la visita del jefe del Estado Vaticano está relacionada con decisiones cruciales de sobrevivencia. “No le queda de otra, la existencia de la Iglesia Católica se la está jugando”.
Ortiz Acosta asegura que la Iglesia Católica no tiene por el momento más posibilidades de crecimiento y las posibilidades emanadas de las reformas son un intento por recuperar hegemonía. Hizo sentir su fuerza política y logró convencer al PAN y al PRI, partidos que finalmente votaron por la reforma constitucional y los que avalaron el cambio a través del discurso de la libertad religiosa.
“La visita del Papa estuvo también marcada por otros acontecimientos como la edición de las instrucciones pastorales para cómo votar, donde no decían abiertamente por quién votar pero sí por quién no votar”.

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