En México es necesaria la creación de un colegio de periodistas y debe exigírsele al Congreso de la Unión, que se pongan a trabajar en temas fundamentales de prevención del delito sobre libertad de expresión y de protección a los periodistas, señaló José Martínez Mendoza, consejero de Fundalex y periodista.
Lo anterior fue manifestado durante la mesa de discusión “Libertad de Expresión”, que tuvo lugar en el Paraninfo Enrique Díaz de León, a finales del pasado mes de marzo.Â
En este contexto, las universidades juegan un papel muy importante. Deben hablarles con la verdad a los jóvenes. Decirles que el periodismo es un trabajo mal pagado, poco reconocido, muy sacrificado y donde debe contar sobre todo el talento y los conocimientos, dijo.Â
Denunció que la Fiscalía de la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República, para la demanda que tiene de actividades, cuenta sólo con una fuerza de trabajo de ocho ministerios públicos federales y no son más de veinte empleados.
“Su presupuesto actual asciende a tres millones de pesos. Estaba condicionado un apoyo de casi 17 millones de pesos extras, siempre y cuando se aprobaran las reformas al Código Penal Federal. Ya se aprobó. Todo depende de la voluntad que tengan los diputados locales en las legislaturas de los gobiernos de los estados, lo que me parece grave”.
El periodista se pronunció por una fiscalía ciudadanizada. Es decir integrada por un grupo de notables de varios sectores. Entre ellos periodistas, editores, escritores, representantes de la sociedad y que fuera autónoma. Â
Por su parte, Armando Prida, presidente de la Asociación Periodística Síntesis, señaló que la esencia de todas las libertades, es la libertad de expresión. “Sin poner en riesgo la vida, existe la obligación de defenderla porque cada vez que un periodista no escribe o un medio se limita a publicar lo que está pasando con el narcotráfico, los ciudadanos pierden”.
Con él coincidió, en parte, Humberto Hernández Haddad, maestro en política internacional por la Johns Hopkins University, quien señaló que la libertad de expresión es la llave que abre el ejercicio concurrente de todos los demás derechos. Si un ser humano no tiene la libertad de pensar y expresarse están perdidos todos los demás derechos.
Agregó que es “muy peligroso que en el país la libertad de expresión esté entrando a una zona de crisis, porque es presagio de que otros derechos fundamentales pronto serán conculcados” y de que “si el estado mexicano no reacciona con eficiencia y da una respuesta jurídica, normativa, equilibrada y eficiente, está empujando a México a la condición de estado fallido”.
