La doble moral del aborto

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Las mujeres no abortan porque quieren; no encontraron otra alternativa” sostuvo Encarnación Aracil Rodríguez, académica de la Universidad Complutense de Madrid, quien participó en la Cátedra Iberoamericana Juan César García organizada por el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
Durante su ponencia “El aborto en la sociedad actual” aseguró que quienes han optado por interrumpir voluntariamente un embarazo “es su última opción cuando los demás métodos anticonceptivos han fallado”.
Ante esta situación, agregó que en México, como en naciones con tradición católica “la doble moral hay que evitarla”, como ejemplo dijo que hay médicos “que se acogen al principio de no querer hacer el aborto en la esfera pública, en los centros públicos, y lo hacen durante sus consultas privadas”.
En abril pasado se aprobó la legalidad de la interrupción de un embarazo no mayor a 12 semanas en el Distrito Federal, en ese sentido, ante la pregunta de si cada localidad de un país debe contar con sus propias leyes o si es conveniente una sola que regule a todas las entidades federativas, a lo que respondió que “lo normal es que haya leyes de carácter general que aseguren equidad a toda la población, lo que no puede ser es que haya situaciones de carácter de agravio comparativo. Porque además es común que las mujeres tengan que hacer turismo de carácter abortivo, porque en el estado en que residen no se tiene esa facilidad”.
Y en efecto, en octubre pasado a seis meses de la legalidad del aborto en el Distrito Federal, el secretario de Salud, Manuel Mondragón y Kalb, durante su comparecencia en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF),, informó que se habían practicado 3, 022 interrupciones legales del embarazo sin complicación médica, y 14 por ciento de los casos se trató de mujeres con residencia en otros estados.
El índice creciente de abortos no se presentan por la legalización de los mismos, sino por falta de información en materia de educación sexual y de los diferentes métodos para evitar la concepción. “Los adolescentes no son niños, deben ser educados para que sean sujetos responsables… la obligación del Estado es cuidar y garantizar la salud”.
Con datos de la OMS, se estima que de 1995 al 2003 en ífrica se registraron cinco millones de abortos, cuatro millones en América Latina, casi 10 millones en Asia y en Europa solo hubo nueve mil.
Mientras la académica exponía en Guadalajara, el 6 de noviembre legisladores de Uruguay despenalizaron el aborto al aprobar la Ley de Salud Sexual y Reproductiva.
Un par de días previos a su conferencia, Aracil Rodríguez dijo que existen 42 millones de abortos al año en el mundo, y de esa cantidad, 97 por ciento son practicados sin procedimientos adecuados que garanticen la vida de las mujeres durante la interrupción del embarazo.

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