La decadencia laboral en México a 200 años de su Independencia

841

Los movimientos sociales de la Independencia y Revolución mexicana, fueron acontecimientos violentos donde se derramó sangre de miles de mexicanos para gozar de las garantías individuales que hoy contempla nuestra Constitución. Sin embargo, la crisis política, económica y social en el país, ha puesto entre dicho la supuesta “democracia” en la que vive el pueblo mexicano, la realidad nos muestra una sociedad con graves problemas, como la marcada desigualdad y la pobreza extrema, que han sido generadores de la violencia que se vive actualmente.
El modelo económico neoliberal actual ha orillado a México a ingresar a este sistema por medio de tratados comerciales y programas de apoyo a inversionistas extranjeros, jactándose de ser un país moderno y competitivo, permitiendo a las fuerzas del mercado imponer su poder, provocando desequilibrios laborales, causando un grave descontento en la población. “La nueva cultura laboral” permite la flexibilización de empleos, creando una nueva forma de organización de trabajo atípica, donde surgen los llamados trabajadores “subcontratados”, cuyas condiciones de trabajo se caracterizan por la precariedad.
La subcontratación laboral (o mejor conocida como el outsourcing) es una estrategia empresarial que busca minimizar costos y maximizar beneficios, evadiendo sus responsabilidades laborales violentando los derechos de los trabajadores. En particular, la industria electrónica en Jalisco es un sector con capital extranjero que aporta un considerable porcentaje al producto interno bruto para este estado, la cual trabaja bajo este sistema de contratación laboral reclutando mano de obra calificada mal remunerada. Utiliza enormemente agencias de empleo, además de una excesiva contratación temporal, provocando la inestabilidad laboral del trabajador. Y todo ello para evadir las prestaciones sociales consagradas en el marco de nuestra constitución, tales como prima de antigí¼edad, fondo de pensión, vacaciones, reparto de utilidades, entre otras.
El desarrollo de esta estrategia empresarial se ha facilitado por el grave desempleo que existe en el país, que orilla al trabajador aceptar este tipo de empleos en condiciones precarias, además del debilitamiento de los sindicatos, perdiendo poder ante las estrategias empresariales y las políticas de las autoridades que con el afán de obtener inversión extranjera han convertido a México en un país de mano de obra.
El uso del outsourcing atenta con varios principios de nuestra legislación mexicana uno de ellos “El trabajo es un derecho y un deber social y no es un artículo de comercio, exige respeto para las libertades y dignidad de quien lo presta…”.
El economista inglés Anthony Guiddens sostiene que “el Gobierno tiene un papel esencial que cumplir invirtiendo en los recursos humanos y la infraestructura requeridos para desarrollar una cultura empresarial”. Pero la realidad nos muestra que 200 años han sido insuficientes para lograr el equilibrio entre la producción y el capital, encontrándose muy lejos el bienestar social de nuestro país.

* Estudiante de la maestría en Negociación Colectiva y Seguridad Social, del CUCsH

Artículo anteriorConvocatorias
Artículo siguienteModernidades infernales