La Complutense en el CUCEA

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La Universidad de Guadalajara y la Universidad Complutense de Madrid inauguraron la Escuela Complutense Latinoamericana, con sede en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, para impartir cursos del 8 al 19 de septiembre de 2008.
La escuela está dirigida especialmente a estudiantes, licenciados y posgraduados de España, México y Latinoamérica, aunque se trata de una actividad académica sin fronteras en la que pueden participar alumnos de cualquier parte del mundo.
La Complutense tiene un convenio de investigación con la UdeG desde 1989 y en este año dio un salto mayor para tener un contacto más cercano con los estudiantes y profesores, destacó el rector de la universidad española, Carlos Berzosa Alonso-Martínez.
Las materias que se imparten son de ciencias jurídicas y relaciones internacionales, cooperación internacional, medio ambiente, bellas artes, políticas públicas, salud y biomedicina, entre otras.
De acuerdo a Berzosa, la Universidad Complutense de Madrid, a lo largo de tres años ha impartido 90 cursos de formación continua a más de 2 mil estudiantes latinoamericanos, con el objetivo de ofrecer una visión actualizada de los problemas de nuestra época y entregar herramientas para resolverlos.
En entrevista, el profesor Berzosa, experto en economía, comentó que desde los ambientes universitarios se puede lograr un mundo más equitativo.

¿Desde la universidad pueden realizarse cambios sociales en mejora a la situación política, económica y social de las regiones?
La cooperación científica y la cooperación de conocimiento entre profesores y estudiantes se da sin distinción de países, razas, ideologías, valores y regiones. Pero cuando salimos de este mundo de conocimiento nos encontramos con situaciones muy turbulentas.
La universidad es una institución de enseñanza superior, por tanto tiene el valor del conocimiento que se traduce muchas ocasiones en innovación tecnológica, benéfica para los ciudadanos.
La universidad también es un medio para preparar a los profesionales: ingenieros, arquitectos, economistas, biólogos, que no pueden aislarse del mundo donde hay tantas desigualdades, privaciones, guerras, conflictos y problemas con cambio climático, que de alguna manera la academia debe hacer propuestas y diagnósticos de las causas. La universidad es el sitio privilegiado que permite reflexionar con cierta autonomía e independencia del poder económico y el poder político. La universidad avanza en conocimiento, sin embargo, la cantidad de gente que vive en condiciones infrahumanas es muy grande.

¿Por qué no existe un verdadero vínculo entre universidad-sociedad-empresas?
En algunos países hay mayor tradición de la relación entre empresa y universidad, en otros ha sido más reticente. La falta de vinculación se debe a que la empresa no ha investigado y trabaja a través de patentes estadounidenses o japonesas; mientras que la universidad no ha hecho investigación significativa para el mundo empresarial. Así, la empresa no ha necesitado a la universidad para investigación, sólo para contratar licenciados; mientras que la universidad tiene reticencias a la empresa porque se piensa que condiciona la investigación.
En algunos lugares se han superado los prejuicios de unos hacia otros, pero la superación de estas barreras tiene que ver con el sistema económico, su capacidad de investigar y las apuestas que hagan los gobiernos a la investigación; así como la cultura anterior que condiciona al presente y al futuro.
El compromiso que tiene la universidad con la sociedad es escucharla y plantear los problemas, sin embargo, no es hasta que los poderes públicos hacen eco de alguna forma de esas propuestas, pasan años.
Los políticos no hacen lo suficiente por ser prisioneros de los electores que los eligen cada cuatro años, por los cambios del modelo económico y los intereses en juego.
La universidad debe ser pionera denunciando situaciones para que lleguen a ser del dominio público.

¿Cómo lograr que México sea un país democrático desde las aulas?
La educación es importante, pero no es suficiente. Una sociedad democrática no es la que tiene instituciones democráticas, sino una cultura de democracia entre los ciudadanos, aunque no es tan sencillo. En la vida cotidiana nos decimos tolerantes pero luego vienen los inmigrantes, se olvida la tolerancia.
La universidad debe cooperar para formar la cultura democrática, conociendo gente con otras culturas, con otras vivencias, de abrirnos para conocer otros mundos, no solamente el nuestro. La universidad debe ser una institución abierta para conocer a otros.
México es una sociedad dual, por una parte tiene un desarrollo industrial, un valor cultural muy bueno, una élite cultural muy importante, tiene grandes pensadores, novelistas, economistas, científicos, pero también tiene contrastes de marginación, exclusión por el desarrollo económico.
El Producto Bruto Interno (PIB) de México está por encima del de España, pero cuando lo divides entre número de habitantes te queda muy poco porque son muchos mexicanos.
México es un país muy rico con mucha gente excluida, marginada, pobre, con desigualdad de oportunidades y a un país que le cuesta —debido a la situación demográfica— salir hacia adelante.

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