La ciudad y su instante solitario

610

La exposición que estará ocupando el espacio del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA) a partir del próximo miércoles 27 de julio, ya está tomando forma, y es que, ese día, Samuel Meléndrez Bayardo hará una muestra de su plástica dando a conocer y exhibiendo 20 años de su obra, la cual se titulará: La ciudad y la memoria.
En la exposición, Samuel Meléndrez Bayardo muestra un lenguaje lleno de tenacidad, constancia por la observación y congruencia estética en cuanto a los espacios, en él expresa lugares e instantes fragmentados de las ciudades contemporáneas, cosas que están en todas partes, y que habitan en las metrópolis.
Los óleos muestran una posible soledad en un lugar que nunca estaría así, como lo es la urbe. Lo citadino nunca está solo, no así en un cuarto de una habitación, en el cual Meléndrez le da voz en el cuadro “El día de la cita”; unos zapatos tirados, un cuarto semioscuro hacen denotar en la proyección del artista tapatío la soledad y depresión en el lugar que puede que esté dentro del mismo centro de la ciudad, y que hacen que todo quede en la memoría de lo que todos podemos ver dentro de su muestra. “La ciudad es un contenedor de experiencia vital”, señaló en una entrevista para la revista Replicante, y es así que se puede entender la obsesión por lo que puede quedar fuera de la realidad si no se le observa con detenimiento.
Algo que es fácil situar en esta obra es el silencio. Y así lo definió Samuel Meléndrez en la misma entrevista, al señalar que no es que elimine la presencia humana de su obra, sino que él se concentra en los objetos hechos por las personas y que después pueden ser simplemente olvidados. “En mis cuadros siempre ha estado presente el ser humano, pues se manifiesta a través de los espacios y objetos creados por él”. (Replicante, 22 de mayo de 2009).
Samuel es egresado de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara. Nació el 27 de junio de 1969. El artista plástico define a su obra como un lugar en el que las memorias se quedan a las horas de la tarde, donde nadie se asoma a los balcones de un edificio, una caguama que reposa vacía, ya sin nada. Con esto, Meléndrez nos trae todo aquello que posiblemente siempre se muestre acompañado, aunque hay momentos en los que por insólito que parezca, aunque el mundo siga poblado por gente y el tejido de sus dramas cotidianos continúa desarrollándose, sólo se mira al ruido, que se percibe con las luces en el fondo. Lo que posiblemente sea un sinónimo de vida.
En la muestra, las obras están ligadas entre una y otra, es por eso que se define a la exposición como “fragmentos de las ciudades contemporáneas”, ya que son cosas o lugares que se encuentran en todas las grandes urbes y es la esencia que caracteriza a éstas. Es la ruta que te lleva de una ciudad a otra, con exactamente la misma característica: la soledad, la depresión, los instantes muertos de un día vivo; lo despoblada que se puede ver una escultura desde diferentes ángulos, con distintos ojos, a distintas horas del día en la ciudad.
Al final, todo siempre está ahí, la soledad que la presencia humana deja es lo único que se ve sin ver, no aparece, pero en los cuadros de Samuel Meléndrez Bayardo, está lo que tiene la ciudad, sólo falta la presencia del hombre que es él el que crea la soledad, el que le da la memoria a la ciudad y el que hace que todo siga ahí, esperando latente y sereno al encuentro de una simple mirada, mirada que hará de un recuerdo una escultura. Un simple vistazo que le podrá dar vida a lo que no lo tuvo de principio.

Artículo anteriorílvaro Enrigue
Artículo siguienteApoyo a la UdeG