La cannabis de todos los días

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En la antigua Grecia, la mariguana estaba incluida entre las sustancias que empleaban. En aquellos tiempos de dioses, utopías y mitos, la cannabis tuvo un doble uso. Por un lado era un importante ingrediente de la medicina y, por otro, se consumía para favorecer el pensamiento filosófico.

Algunos historiadores coinciden en que la planta llegó a América después de la conquista y fue traída gracias a que de ésta producían el cáñamo, una fibra multiusos utilizada desde la época de los romanos.

En 1968, en Estados Unidos existían unos 15 millones de consumidores de mariguana. Esta proliferación fue impulsada por la moda hippie, que tuvo un alcance mundial a partir de los años sesenta del siglo XX.

En México, si bien la consumían con afanes recreativos, en la cultura popular fue considerada tradicionalmente como una hierba medicinal. En la actualidad, los consumidores siguen en aumento y su edad va disminuyendo.

—Todos en mi barrio la consumen…

Monse es casi 10 años menor que Armando. No se conocen. Jamás se han visto, sin embargo comparten el hecho de vivir en la zona metropolitana de Guadalajara, de consumir mariguana desde temprana edad y el de tener una misma visión: “Por mi barrio todos son consumidores.

De hecho, a mí se me haría raro que hubiera personas que no la hayan probado”.

Monse tiene 16 años y la consume desde los 13. Maneja una pipa como quien, a su edad, escribe en una libreta la tarea. Ese día no tenía pensado fumar, pero al encontrarse en mitad del Tianguis cultural a una de sus mejores amigas, le dieron ganas de un “tanque”.

—¿Traes? —le pregunta.

—Ellos traen —dice Fabi, señalando a sus acompañantes, todos de una edad que oscila entre los 14 y los 16 años, uno de los cuales, sin dudarlo un instante, les muestra una pipa cargada que resguarda en el puño de la mano.

Monse toma la pipa. Manejándola con destreza, pide “fuego” y sin necesidad de consultar algún instructivo, le da tres “tanques”. La regresa. Pasos adelante dice: “La que ellos traen no está tan chida”…

“Actualmente el consumo de mariguana se ha expandido mucho, por la facilidad con la que llega a distintos espacios donde conviven los jóvenes”, comentó el doctor Rogelio Marcial, académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH). El hecho de que el consumo de ésta se vea como moda, no es tanto por las propias sustancias (hablando de drogas en general), sino por los contextos donde los jóvenes las consumen, ya que “en antros y en conciertos” es común encontrar algún tipo de droga prohibida.

De acuerdo a la Encuesta nacional de adicciones, realizada por la Secretaría de Salud en 2011, el consumo de la mariguana va en aumento desde 2002 y es el más prevalente entre las drogas no legales en jóvenes de 12 a 17 años.

El Consejo Estatal Contra las Adicciones de Jalisco (CECAJ), muestra que la mariguana es la tercera droga de inicio de consumo. En los dos primeros lugares aún se encuentran el alcohol y el tabaco.

La cannabis registra una preferencia del 16.8 por ciento para los varones y 4.5 por ciento para las féminas como droga de iniciación, lo que muestra que en lugar del cigarro o el alcohol, los jóvenes buscan lo “prohibido”.

La sociedad y la hierba
Con una sonrisa que le recorre las mejillas de lado a lado y que casi le impide hablar, Monse recuerda la primera vez que consumió mariguana. “No sentía los pies y estábamos en una azotea. Era horrible. En verdad no me podía bajar, pero me daba más risa que nada, porque yo quería agarrar el pedo, me quería concentrar, pero no podía”.

Aparta el vaso de la mesa que tiene en frente y, con amplios gestos de las manos, explica: “Yo sabía que la estaba cagando, pero en verdad me daba mucha risa todo lo que hacía. Era algo distinto, pero me gustó”.

En 2012 el CECAJ realizó un conteo de las personas con adicciones que atendieron su problema en el estado de Jalisco, el cual indica que de un total de 13 mil 349, más del 14 por ciento utilizaron la mariguana en su iniciación. El mismo estudio señala que la mayoría consume más de una droga y que 8 mil 211 personas utilizan la mariguana, apenas detrás del tabaco, que suma 9 mil 051 casos. Los jóvenes en el rango de edad de 15 a 24 años son los que acuden en mayor número a solicitar tratamiento.

Armando, de 24 años, presume tener dos meses sin fumar un solo cigarro de tabaco. Hace una mueca, se acomoda los lentes de pasta y dice: “Cuando quiero dejarlo, lo hago”. Comenta que ha probado de todo, pero que eso no lo limita, pues él quiere crecer. Estudia administración en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas y le gustan las matemáticas, lee a Neruda, a Cortázar, y también ha pasado por las páginas de Borges y algunos otros autores. Empezó con las drogas desde temprana edad, aunque así como lo hizo con el tabaco, ya lo dejó: ahora se dice un consumidor ocasional.

Habla de su barrio: “En mi colonia todos la consumen. De hecho, cuando conocí a personas en mi trabajo actual, y me decían que nunca la habían probado, que no la conocían, no me la creía, me era raro convivir con gente que no se drogara. Para mí, ver personas consumiendo mariguana, era algo normal”.

Su mirada es sarcástica, como si nada lo asustara: “Mis jefes siempre me han dado libertad de hacer lo que yo quiera. Si no hubiera querido estudiar, no lo hubiera hecho”.
Continúa: “Mucha gente tiene la idea de que las drogas te desequilibran y va a valer madre todo.

Y en parte sí. A mí hubo un momento que me pasó y valieron algunas cosas, pero no necesariamente. Uno puede ser un consumidor ocasional. Yo estoy en un pedo de que cuando me meto eso, es cuando voy a fiestas, no más.

“He visto muchas cosas. Conozco a una chava que cayó muy bajo. Llegó a estar hasta en un hospital, pero ahora ya salió de eso. El pedo es saber manejar tu mente. Esto es más psicológico”.

Legalizarla: la incógnita
Para Monse “la mota” es algo natural y cree que no debe satanizarse tanto como se ha hecho. En su barrio comprarla y fumarla es común. Jardines del Valle es una colonia de Zapopan donde se encuentra el templo de Nuestra Señora de la Encarnación. Está cerca de la XV zona militar y del Colegio del Aire; por allá, la avenida Vallarta cambia de nombre y se muda en carretera Tepic-Guadalajara. Monse dice que es una colonia tranquila: “Sí hay cholos, pero hasta cierto punto son unidos. En mi barrio prácticamente todos la consumen. Unos de ahí se tonchan, pero son como tres los que lo hacen. Lo común es que fumen mariguana”. Ejemplifica casos: “Conozco a una viejita que tiene como 60 años y la fuma”, dice pícara. “Es la señora Mari, pero en mi barrio le dicen la ‘Doña Mota’, porque fuma mariguana. Lo hace delante de todos, incluso de sus hijos y tiene la mentalidad de que prefiere que ellos fumen mariguana a que tomen o fumen tabaco. He platicado con ella. Tiene una vida bien loca”.

Acerca de la legalización, el también investigador de El Colegio de México, Rogelio Marcial, considera: “El incremento que se ha presentado en el consumo, sería una cuestión importante que hay que tomar en cuenta, sobre todo porque culturalmente es una sustancia que en México se ha usado mucho, incluso desde lo tradicional (medicinal) y luego se prohibió. En el país por cuestiones culturales y climáticas, es una planta que está muy al acceso y se puede tomar en cuenta esto, aunque también hay otras cosas que se deben considerar, como la visión del trabajo social, de quien trabaja con adictos, etcétera. Esto sólo es una parte”.

En el mercado informal comercializan diferentes herramientas para el consumo de la cannabis. Una de éstas es la ‘canala’, el papel donde se pone “la hierba despelucada” y se forja el cigarro, cuya comercialización es para el consumo del tabaco, pero que en general es usada para darle un sabor diferente al “toque” de mariguana, ya que las hay de diversos aromas, como plátano, cereza, mora, manzana, entre otros. También están las pipas, con diversas formas, así como los blowns, una vaina larga y blanda en la cual se pone la droga y que al usarla también emana un sabor a manzana.

A pesar de la gran oferta, tanto de materia prima como de artefactos para su consumo, el debate sobre la legalización de la mariguana ha estado en la agenda pública por años, e incluso ha habido declaraciones que han llamado la atención de muchos, como el pasado 5 de junio, cuando el ex presidente de México, Vicente Fox, declaró polémicamente su interés por cultivar la planta si se legalizara en el país, y hasta propuso algunos centros de venta.

Sobre la legalización hay opiniones encontradas y no sólo en el país, sino que es un debate global. Existen países donde el uso está castigado con largas penas en prisión y hasta puede llegar a la pena de muerte, como en Egipto o Filipinas. En los estados norteamericanos de Washington y Colorado, fue aprobado su consumo con fines recreativos y Uruguay, país en que votarán a mediados de noviembre su legalización, donde podría entrar en vigor en diciembre.

Monse entrelaza las manos, donde luce la pintura de sus uñas en pares: los meñiques con manchas de leopardo, los anulares con un triángulo. Parpadea y antes de abrir de par en par su mirada verde como la mota, que contrasta con el bronceado de su piel, se altera un poco y dice que las drogas legales, como el cigarro y el alcohol, son verdaderamente perjudiciales. Se serena y concluye: “Se me haría algo bien que legalicen la mariguana, porque es algo que apacigua a las personas, no es algo que orille a hacer ‘desmadre’, como el alcohol”.

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