Tres destacadas periodistas mexicanas estuvieron en el Paraninfo Enrique Díaz de León, de la Universidad de Guadalajara, para presentar el libro de la reportera Elvira García, Ellas tecleando su historia, de la editorial Random House Mondadori.
Ana Lilia Pérez y Anabel Hernández, presentadoras del libro, son también dos de las protagonistas de una serie de entrevistas realizadas por Elvira García a reporteras mexicanas, cuyo trabajo comprometido se ha convertido en una ruta tortuosa y al mismo tiempo brillante de un México inundado de temas de injusticia, que desafían la calidad profesional y muchas ocasiones ponen en riesgo su vida y la de sus familiares.
“El libro de Elvira [García] es muy valioso, porque nos hace reflexionar que vale mucho la pena repensar y recontar a quienes han encabezado una lucha por la información en el México de Calderón, sobre todo de las mujeres, pues en el libro se mezcla el dato duro con los personajes. No es solamente el testimonio del periodismo actual, sino del México de hoy. Los eventos de la crisis y del mal que nos carcome. En este libro nos enteramos de una porción de su entramado”, afirmó en su participación la periodista Ana Lilia Pérez, autora del texto Camisas azules, manos negras. El saqueo de Pemex desde Los Pinos.
“Ya sea porque Elvira es muy buena entrevistadora o por ser mujer, terminamos haciendo confesiones que nunca hubiéramos calculado. Porque nadie más nos podría entender mejor que ella, ya sea por la profesión y por la cuestión de género. Reconozco ahora que para poder ser un buen periodista hay que ser un buen ser humano”, afirmó la periodista Anabel Hernández, quien reporteó el primer caso de corrupción de un mandatario panista (Vicente Fox), con lo que se llamó en su momento “toallagate”, por el sobreprecio descubierto en varios enseres domésticos en la casa oficial del presidente.
“A veces las mujeres somos las principales enemigas de las mujeres y hemos aprendido poco a poco a vencer esto que llamo taras. Este libro es eso: un reconocimiento de cómo algunas mujeres jóvenes, reporteras a las que admiro y respeto, pueden realizar un trabajo destacado”, aseguró la autora al citar temas reporteados por periodistas de menos experiencia, pero cuyo valor se consigna en varias historias del libro.
Luego de reconocer a reporteras como Adelina Zendejas, Elena Poniatowska o la China Mendoza, “quienes nos abrieron paso a fuentes que nos eran vedadas, como la de la Presidencia de la República”, Elvira García señaló que aún hoy los puestos de alta dirección en los medios de comunicación los ocupan los varones y que es una anécdota recurrente en las redacciones que los funcionarios o representantes institucionales se quejen con los directivos del trabajo de investigación periodística de las mujeres reporteras.
