Juventud y pobreza

703
MUCHA GENTE EN EL CENTRO POBLACION Y DEMOGRACION

El encrudecimiento de la política de mano dura por parte del gobierno federal en México, ha propiciado la estigmatización de la juventud, y que este sector de la población se convierta en carne de cañón para el narcotráfico y el crimen organizado.
El Estado mexicano, lejos de solucionar las causas de fondo de la delincuencia, ha atacado los efectos que la política económica y las deficientes políticas públicas dirigidas a la juventud han propiciado, a decir de la investigadora del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Zeyda Rodríguez.
“En lugar de pensar que lo que da origen a una mayor delincuencia y criminalidad de la sociedad tiene que ver con la injusticia social, con la falta de trabajo y educación, [las instituciones de gobierno] se enfocan en los efectos de estos factores, es decir, los jóvenes que consumen drogas, que andan en la calle sin educación ni empleo. Esto pone a los chavos en una situación de vulnerabilidad mucho mayor que antes”.
”Las propuestas de Felipe Calderón para atacar el narcomenudeo ­—cuando en realidad el problema está en los grandes capos—, hace que cualquier policía le parezca fácil acusar a chavos de tráfico o consumo de drogas, o por lo menos coaccionarlos y detenerlos ya que encima de todo los jóvenes no tienen conciencia de sus derechos”.
Lejos de articular políticas y estrategias que generen mecanismos de inclusión para los jóvenes, el gobierno cree que si los jóvenes no la han hecho en la vida es porque no son lo suficiente disciplinados, emprendedores ni se preocupan por su futuro, puntualiza la académica.
“La realidad es que esta carencia de oportunidades viene desde la infancia, pues la familia no tiene la capacidad económica de apoyarlos para que se mantengan en la escuela, y necesitan trabajar para colaborar con el sustento familiar. Pero tampoco ahí se les hace justicia, pues los trabajos que consiguen no son formales, les pagan muy poco, no tienen prestaciones, a veces ni siquiera contrato y son explotados de diversas maneras. Pero también hay muchos que ni trabajo pueden encontrar”.
Rodríguez, quien coordinó el Seminario internacional mundos juveniles, los desafíos de la sociedad contemporánea, realizado del 5 al 7 de noviembre pasados, precisa que dicha situación ha generado que los muchachos opten por unirse a la delincuencia.
“Todo ello ha generado un ejército de reserva para la delincuencia y el narcotráfico. Los chicos se convierten en material totalmente desechable porque si se mueren ellos (durante los enfrentamientos entre miembros de cárteles) hay otro montón más dispuestos a ingresar a ese tipo de lógica, porque no tiene otra opción en su vida”.

Jóvenes pobres en AL
En países de América Latina y el Caribe, los jóvenes son el grupo de población más afectado por la pobreza, pues 41 por ciento de ellos vive en esta situación. Este problema es más grave en las zonas rurales, sobre todo de países como Bolivia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Perú donde uno de cada dos sobrevive en condiciones precarias.
En el campo, la precariedad de las condiciones de vida para los más jóvenes es mayor, pues existe un 64 por ciento de posibilidad de que a lo largo de su vida continúen con pocas oportunidades de desarrollo, afirmó el rector del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Juan Luis Orozco.
Dijo que 23 por ciento de los jóvenes latinoamericanos sufren de pobreza extrema, situación de la que no escapa México, pues existe una amplia franja de la población con menos de 30 años que carece de acceso a educación, salud ni empleo, debido a que las instituciones de gobierno no generan política públicas acordes a las necesidades de los jóvenes y tampoco les proporcionan espacios donde expresar sus inquietudes.
La representante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), María Rosa Catallo enfatizó la necesidad de que los académicos en todo el país y el continente analicen los problemas de la población juvenil a fin de instrumentar estrategias que les brinden mejores oportunidades de desarrollo.

Artículo anteriorUlises Sánchez Morfín
Artículo siguienteInfancia en juego