Juventud sana

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México nunca había tenido tantos adolescentes. Actualmente esta población representa el 22 por ciento de la general, el mayor número en la historia del país. Los adolescentes constituyen un reto en materia de salud: más que curar, prevenir y diagnosticar conductas de riesgo.
De acuerdo a médicos que atienden a adolescentes, algunas características generales de la población más joven, son la vulnerabilidad, el cuestionamiento a la autoridad y la exigencia de mayor independencia. A su vez, las actuales políticas públicas sociales y de salud no les brindan las herramientas para su desarrollo, como el acceso a la educación, información y a los servicios sanitarios, por lo que representan un grupo en constante riesgo.
“El acceso a estos servicios está limitado, por lo que hay riesgo de adquisición de conductas dietéticas inadecuadas, hábitos tóxicos… y otros. Algunos infantes desarrollan problemas de salud que se manifiestan por primera vez en la adolescencia y arrastran trastornos crónicos hasta la adultez. Los hábitos y las conductas del estilo de vida que desarrollan durante la adolescencia, producen mortalidad o morbilidad importante”, explicó Adriana Ascencio Cervantes, especialista de la Unidad de atención integral para el adolescente, del Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde.
De ahí que la promoción y prevención de la salud debe ser un objetivo principal de las políticas públicas y no exclusivamente enfocarse a la tarea de curación. “La atención del adolescente no debe centrarse sólo en el contexto médico, sino de forma integral y multidisciplinaria. Es difícil como médicos, maestros o padres, tratar a adolescentes, por lo que se necesita paciencia, lograr empatía y entender que el adolescente percibe, pero no lo expresa. Si no se tiene esa preparación, la historia clínica quedará incompleta”.

Problemas de conducta, tristeza, irritabilidad, abuso sexual
De acuerdo a un estudio realizado con 300 historias clínicas de adolescentes que acudieron al Servicio de medicina del adolescente, del citado nosocomio, en 2006 y 2007, el 78 por ciento tenían entre 12 a 15 años. Entre las principales características sociales destacaban que sólo el 25 por ciento colaboraba en casa, el 27 por ciento veía más de cuatro horas de televisión diarias, y más de la mitad, a pesar de no estar conforme con su peso, tampoco realizaban actividad física.
Del mismo grupo, el 14 por ciento desertó de la secundaria, por lo que el bajo rendimiento escolar sumado a problemas de conducta, tristeza, irritabilidad, abuso sexual y trastornos de la conducta alimentaria, son las principales causas de consulta en la unidad, explicó la especialista.
La investigación arrojó que uno de cada 10 adolescentes había tenido relaciones sexuales y no en todas las ocasiones de forma voluntaria. Además, en el entorno familiar casi cuatro de 10 adolescentes refirió tener problemas con sus padres, por lo que la mitad se definen tristes, el 37 por ciento ha tenido deseos de morir y uno de cada 10 ha intentado suicidarse.
“Los factores de riesgo van unidos a la posibilidad de enfermar o morir, por lo que hay que conocer la existencia de posibles alteraciones de vínculos familiares, de problemas escolares o de enfermedades psíquicas que deriven en prácticas sexuales de riesgo, en el uso y abuso de drogas, la conducción temeraria de vehículos y la pertenencia a bandas o sectas, porque a esta edad es importante la pertenencia a un grupo”.
Entre los factores de protección que recomienda Ascencio Cervantes se encuentran: que un adulto emocionalmente estable esté a cargo de los menores, que realicen actividad física, tengan un proyecto de vida, cooperen con las labores del hogar y se les establezcan límites, así como una comunicación asertiva con los adultos más cercanos.

Médicos para adolescentes
A decir de la experta, en ocasiones los médicos generales no siempre están preparados o no disponen de tiempo para atender adolescentes con otros problemas que no sean estrictamente clínicos. Por el contrario, los médicos para el adolescente tienen la capacidad de intervenir a los jóvenes hasta los 25 años, cuando alcanzaron su nivel último de maduración.
“Los adolescentes requieren una adecuada atención sanitaria integral por parte de profesionales mejor preparados para ello. En México y en particular en Jalisco hay pocos médicos para adolescentes. El internista es un especialista que aporta una atención global al enfermo, con una visión de sus problemas como un todo, por lo que este perfil es perfectamente adecuado para el seguimiento de los adolescentes”.

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