Jornadas de pediatría

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Uno de los retos para las autoridades sanitarias en México es la correcta nutrición de los infantes. Mientras que 2.6 millones de niños mexicanos de cero a 4 años sufren de desnutrición grave, más del 20 por ciento podría presentar algún trastorno de la conducta alimentaria, según se dio a conocer en el VIII Congreso Estatal de Pediatría de Jalisco y las Jornadas de Actualización en Pediatría del Hospital Civil de Guadalajara, realizado del 23 al 25 de septiembre pasados.

Niños que “comen mal”, con apetito limitado y que presentan aversión o apatía a la comida y por lo tanto peso bajo, son síntomas de un trastorno de la conducta alimentaria frecuente y preocupante que puede presentar repercusiones negativas hasta 30 años después, detalló Alfredo Larrosa Haro, médico pediatra gastroenterólogo del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), en su conferencia titulada “Trastornos de la conducta alimentaria en lactantes”, impartida en el marco de las Jornadas.

Al dar a conocer estudios internacionales y locales, el especialista comprobó que los trastornos alimentarios en niños son un problema que se presenta a nivel mundial, ya que “entre 20 y 50 por ciento de padres encuestados dicen que sus hijos no quieren comer. Es un problema frecuente que los padres lleven a los niños a consulta porque no comen nada”.

Indicó que uno de los factores que influyen en este problema es la percepción errónea de los padres en cuanto a la cantidad de comida que deben ingerir sus hijos, añadió Larrosa Haro.

Dijo que algunos niños tienen apetito limitado mientras que a otros no les interesa la comida, tienen temor a la alimentación o presentan una ingesta selectiva.  Por ello, dependiendo del problema será la solución, “pero es necesario darle prioridad a reestablecer y mantener el crecimiento”.

Enfatizó que entre los síntomas que podrían comprobar la presencia de un trastorno de la conducta alimentaria debido a causas orgánicas se encuentran retraso en el crecimiento, talla baja, dolor abdominal, vómito, prematurez y otros de tipo cardio-respiratorios. Las consecuencias negativas de este problema podrían presentarse hasta los 30 años de edad, con la presencia de enfermedades crónico-degenerativas, alertó.

Por otra parte, aproximadamente el 2.8 por ciento de la población de 0 a 4 años tiene desnutrición severa, informó Héctor Raúl Pérez Gómez, director del Hospital Civil de Guadalajara y destacó otras cifras: 2.8 por ciento de los menores de cinco años presentan bajo peso; 13.6 por ciento  talla baja; 1.6 por ciento desnutrición aguda y 23.3 por ciento anemia.

“Aun con todos los avances en lo que se refiere a la cobertura de salud y atención a los problemas de salud pública que afectan a la niñez existen todavía muchos esfuerzos por realizar”, consideró el director de los hospitales universitarios.

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