Por segundo año consecutivo, dos estudiantes de la Preparatoria de Arandas del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), obtuvieron medalla de oro en su participación en la Paralimpiada Nacional 2019 —que se realizó el mes de octubre en la ciudad de Colima— en las disciplinas de impulso de bala, lanzamiento de disco y de jabalina, sumando cuatro preseas en total.
Jonatan Emanuel Huerta Torres, con tres, y Diego Sebastián Jiménez Gutiérrez, con una, llegaron a la contienda con la responsabilidad de refrendar el campeonato como parte del selectivo representante del CODE Jalisco (Consejo Estatal para el Fomento Deportivo).
Huerta Torres, quien compitió en la categoría juvenil menor silla de ruedas, denominada F42, detalló que tuvo la oportunidad de lograr el oro en las tres competencias en las que participó —lanzamiento de disco y de jabalina e impulso de bala— además de haber roto sus propios números: en disco pasó de 19 a 22 metros, en jabalina de 17.5 a 23.5 metros y en bala pasó de 6.34 a 7.54 metros.
Por su parte, Jiménez Gutiérrez, quien compitió en la categoría Juvenil parálisis cerebral, denominada T33, explicó que su intervención se desarrolló en dos justas, el lanzamiento de jabalina y el de disco, esta última fue la que le mereció el refrendo del oro.
¿Qué ha significado para ti practicar este deporte?
JH: Para mí ha sido algo elemental que me ha ayudado bastante, a tal grado que me impulsa a eliminar la creencia de que soy diferente por mi discapacidad. Me ha hecho comprender que esto no es una limitante. Antes de mi discapacidad yo practicaba el beisbol y volví al deporte desde los seis años. Nosotros practicamos paratletismo.
DJ: Es algo muy importante, a tal grado que el deporte representa uno de mis objetivos de vida. Quisiera ser un campeón internacional y para eso me entreno. A mí me gusta mucho el basquetbol, desde niño, un profesor me apoyó y me dijo que yo podía lograr resaltar en el deporte adaptado y he logrado cosas que me tienen orgulloso.
¿Qué sentiste cuando lograste tu primera medalla?
JH: Lo más bonito fue cuando gané una primera presea a nivel nacional, en Colima. Ganar es bonito, es una sensación difícil de expresar, pero recuerdas cuando escuchas tu nombre para recibir el reconocimiento en la ceremonia, cuando dicen la prueba, la marca y tu estado, eso emociona mucho. Es un recuerdo que llevas contigo por siempre y se materializa al apreciar la medalla. A nivel nacional tengo seis preseas, tres en 2018 y tres 2019.
DJ: Es inspirador, es mi segunda medalla, la primera fue en 2018. Recuerdo la primera presea como un momento muy emocionante. Me sentí grande y sentí que había logrado una meta; fue algo muy satisfactorio. Cuando fui a esta edición acudí mentalizado en lograr nuevamente el oro y lo logré.
¿Tú te sientes diferente?
JH: La verdad ya no. En un principio sí existía eso, pero gracias a mi familia, a mis padres, a mi contexto y los logros obtenidos, me he dado cuenta que yo soy igual que cualquiera.
DJ: No. Mi discapacidad no es algo que me limite a hacer lo que yo quiero.
¿Por qué estudiar en la UdeG?
JH: Para mí la UdeG fue la mejor opción y aquí encontré lo que yo buscaba. Ha sido una alternativa muy buena. Cuando salga de la preparatoria quiero estudiar una carrera universitaria y quiero seguir adelante. Mi intención es abocarme a las ingenierías, en específico a la civil.
DJ: Cuando yo salga de la preparatoria quisiera estudiar nutrición y compaginarlo con el deporte. Con lo que he hecho me he sentido orgulloso de mí mismo. Me siento orgulloso de pertenecer a la UdeG y de estar en esta preparatoria, porque ha sido algo que yo quería y todas mis metas las he logrado.
