Inversión japonesa en México: necesidad de estudios de nuevo enfoque

682

Actualmente existe un auge drástico de la inversión japonesa en la región centro-occidente, en especial en Guanajuato, dirigida principalmente al sector automotriz, gracias a la suscripción del Acuerdo de Asociación Económica entre México y Japón en 2004, lo que representa un crecimiento de la inversión japonesa en México de 265 por ciento, de 2004 a 2014.

A la par de las inversiones, ha aumentado considerablemente la población japonesa en Guanajuato: residían mil 208 japoneses a finales del año pasado, junto con la presencia de 150 empresas japonesas (cifra de la Embajada Japonesa de México).

Como efecto directo de la inversión, esto generó bastante empleo en dicha región para la mano de obra local.

El sector automotriz forma una aglomeración industrial que facilita el vínculo entre las empresas dentro de su cadena productiva, además de ser una de las industrias relevantes para encadenamientos de multinacionales con la proveeduría local por la cantidad de partes y componentes usados en sus procesos.

Respecto a los efectos indirectos, ya sea contratación de proveedores de distintos servicios o incluso transferencia tecnológica, debemos esperar la acumulación de los estudios en curso en distintas instituciones de investigación, como nosotros en Promej.

El Promej desarrolla los estudios interdisciplinarios (económico, sociocultural y jurídico) sobre la relación México-Japón desde su creación en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas en 2008, con el fin no sólo de realizar investigaciones, sino también fortalecer vínculos académicos-gubernamentales-empresariales.

Para el proyecto realizado entre 2011 y 2015, con la concurrencia del Conacyt en Ciencia básica 2009, nos han apoyado más de 120 empresas, tanto de exportadores mexicanos como empresas japonesas inversionistas que se encuentran en el occidente de México en la aplicación de encuestas y entrevistas para lograr resultados sistemáticos.

Ensambladoras japonesas de automóvil – Hino Motors Manufacturing
Las líneas de producción automotriz son sofisticadas y automatizadas en nuestros días, mediante las cuales las principales ensambladoras automotrices logran grandes producciones cada año.

Y ¿qué pasa con Hino? Hino Motors de Japón fue fundada en 1910. Es una empresa con 700 millones de dólares de capital social. Fabrica camiones, autos compactos para uso comercial, diferentes tipos de motores y autopartes.

En 2008, Hino Motors Manufacturing México comenzó su operación, ubicándose en el parque industrial Puerto Interior, en Silao, Guanajuato, a través de la primera planta productiva, con la fabricación de una unidad por día. Esta planta cuenta con una superficie de 96 mil m2, de los cuales sólo 3 mil 600 corresponden a las instalaciones productivas. Principalmente fabrica los camiones de la llamada serie 500 de Hino.

Este es el perfil de una ensambladora automotriz en la que los trabajadores mismos arman los camiones con las herramientas a mano. Inició con 10 trabajadores y actualmente cuenta con 16 “ensambladores”.

Todos son mexicanos, y tienen formación académica de secundaria. Dos instructores japoneses los capacitan y entrenan según la tabla de evaluación de trabajo instalada a la vista en la planta, dividiéndolo en seis procesos (flujo de materiales, ensamblado de unidades, montaje del bastidor, formación de vehículo, inspección, mantenimiento). Ocho de 16 ensambladores ya dominan más de 50 por ciento del proceso total. Aproximadamente tardan tres años para lograrlo. Antes de cumplir con el 100 por ciento, serán supervisores de la planta. Estos 16 ensambladores mexicanos talentosos (palabra del presidente de Hino México: Kenji Furukawa) logran producir cuatro unidades al día. 120 camiones son distribuidos anualmente en el DF como medio de transporte público.

Furukawa afirma: “Sin felicidad de los trabajadores y sus familias, no habrá prosperidad de la empresa”. Tratan de escuchar a los trabajadores antes de que se conviertan en quejas abiertas. El presidente procura ser un caballero respetable (para que todos pretendan serlo), sin imponer la regla japonesa, sino aplicarla flexiblemente. Hacen pensar a todo el personal de la empresa (los jefes avientan preguntas y los subordinados dan respuestas). Todos estos retos provienen del pensamiento de que si el desarrollo de recursos humanos no alcanza a la expansión de la empresa, tarde o temprano, quebrará.

Quizá esta empresa no logre el éxito sin ojos que disciernen, tolerancia y cariño de los ejecutivos, además de 16 ensambladores mexicanos valientes que responden a las metas.

Este reto de Hino Motors Manufacturing México será uno de los modelos primordiales en la futura relación México-Japón que estos ensambladores mexicanos construyen.

Artículo anteriorConvocatoria: Becas para iniciar o continuar estudios de maestría o doctorado
Artículo siguienteDiversidad tradición e innovación en la Gestión Cultural