La propuesta del gobierno federal de reducir el uso de papel en sus más de 200 dependencias, a partir de noviembre, resulta insuficiente, consideró el académico del Departamento de Madera, Celulosa y Papel, de la Universidad de Guadalajara, Teófilo Escoto García.
Agregó que como medida de austeridad y para hacer eficiente el presupuesto, es positiva, sin embargo, no ataca el problema de frente. Parece que todas las dependencias públicas y privadas impulsan la austeridad de sus recursos, es decir, optimizan la energía eléctrica o el uso de insumos, como el papel, “más porque les afecta en el gasto, que por los beneficios al ambiente”.
Ante esto resulta indispensable impulsar más acciones que disminuyan la deforestación de los bosques del país. Una consiste en usar el papel por los dos lados; otra es reciclarlo, es decir, someterlo a un nuevo proceso de elaboración.
Por ejemplo, el gobierno puede establecer centros de acopio de materiales fibrosos (papel y cartón), que provengan de todas sus oficinas. Tales centros pueden entregar el insumo a una empresa papelera, para que recicle el papel y lo regrese a las dependencias.
Tal actividad puede ser lograda mediante un convenio entre la administración pública federal y una empresa, y beneficiaría a las autoridades, ya que ahorrarían recursos económicos, al gastar sólo en el proceso de transformación del papel, añadió.
De acuerdo con Escoto García, hay cálculos de que en Estados Unidos cada persona emplea entre 300 y 500 kilos de papel al año, ya que es un país industrializado, mientras que en México, de 50 a 100 kilos.
Si esto es multiplicado por los habitantes de una ciudad, es mucho el material fibroso desperdiciado. “En cambio, si es reciclado, permite que el bosque, proveedor del material fibroso, no se impacte, ya que la empresa papelera se surte de madera de pino para transformarla en papel”.
El investigador del CUCEI explicó que en los procesos para transformar la madera en celulosa, los rendimientos son menores al 50 por ciento, es decir, de una tonelada de madera o astillas, es posible obtener sólo 400 o 450 kilos de fibra para papel. “Un árbol de pino puede pesar más de 500 kilos, y ese árbol puede dar un rendimiento de 250 kilos de fibra para celulosa, pero los volúmenes que utilizan las empresas para papel son cientos de toneladas”. Esto trae la desaparición de bosques, el empobrecimiento de los suelos y otros daños.
