La periodista Gabriela Warkentin, directora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México, en entrevista exclusiva para La gaceta analizó el papel de los medios de comunicación en medio de la contingencia sanitaria.
¿Actuaron de manera responsable los medios?
La contingencia tomó por sorpresa a los medios de comunicación. Asumieron la responsabilidad de mantener a la gente informada, no provocaron el pánico, no realizaron cuestionamientos excesivos que generaran desobediencia ciudadana, tomaron un papel tranquilizador. Sin embargo, les ganó el no saber qué hacer con la nueva influenza, en momentos donde no sucedía nada, porque de eso se trataba, de que ya no hubiera más muertes ni contagios. Pero, quedaba pensar qué hacer con esa nada, comenzó la reiteración y la fatiga informativa. Se cayó en el discurso victimista en el que todavía estamos: los extranjeros nos tratan mal y  pobres de nosotros los mexicanos.
¿Cuál sería el camino informativo del periodista?
Hay historias que seguir más allá de las declaraciones. Hay que desentrañar historias, tratar entender la geografía de la enfermedad en países como Argentina y China. Hay que hacer periodismo de investigación, cuestionar a las autoridades con preguntas mejor formuladas.
¿Qué hacer ante el complot en la red?
Si tuviéramos más sensibilidad social podríamos saber que lo que sucede en la red es un termómetro social de opinión pública. En internet, se mueven los sentimientos, las angustias de las personas, sus dudas, su ansiedad y su necesidad de entretenimiento, de obtener más datos adicionales y contexto. En el encierro, la gente lo que necesitaba era hablar, por lo que hay que abrir espacios para que el periodismo ciudadano se convierta en un termómetro de colaboración social. Los medios deberán voltear a otros medios alternativos para hacer un nuevo periodismo ciudadano.
